Por Agroempresario.com
En un contexto de creciente incertidumbre institucional y financiera, el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, volvió a encender las alarmas ante las decisiones unilaterales del Gobierno nacional que, según denunció, están afectando gravemente la capacidad de gestión y planificación de las provincias argentinas. En declaraciones recientes, el mandatario pampeano fue contundente: “No podemos proyectar, es imposible planificar, es imposible tomar decisiones”.
El eje de su reclamo gira en torno al cambio en los cronogramas de pagos del impuesto a las ganancias, lo cual ha generado un fuerte desfase en la coparticipación federal, afectando directamente a los ingresos provinciales y municipales. Ziliotto denunció que este nuevo esquema, adoptado sin diálogo ni consenso, pone en jaque el funcionamiento básico de los estados subnacionales.
“Cuando uno toma decisiones sin planificar, realmente pierde el eje de lo que debe ser un gobierno: definir cuestiones estructurales, no espasmódicas”, enfatizó Ziliotto, al tiempo que llamó a una reflexión profunda sobre el rol del Estado y el respeto por el federalismo consagrado en la Constitución.
Uno de los aspectos más delicados señalados por el gobernador fue la imposibilidad de proyectar recursos en un plazo tan inmediato como el pago de aguinaldos en junio. “Estamos a 30 o 35 días del pago de aguinaldos y no tenemos certeza sobre el comportamiento de la coparticipación federal”, advirtió. Según relató, son muchos los intendentes pampeanos que ya anticiparon que necesitarán asistencia financiera para cumplir con sus compromisos salariales, lo cual coloca a la administración provincial en una situación de tensión constante.
Además, Ziliotto denunció que la reducción del porcentaje de anticipo del impuesto a las ganancias —del 35% al 11%— y la postergación de las declaraciones juradas de grandes empresas impactan directamente en las arcas provinciales, agravando un panorama ya complejo.
En una conferencia de prensa, el gobernador no sólo lanzó críticas, sino que también defendió el modelo de gestión de La Pampa como ejemplo de administración responsable. “La provincia ha ganado un estatus institucional, económico y político en el contexto nacional, y eso es un patrimonio de todos los pampeanos”, expresó con énfasis. Instó a toda la dirigencia política, económica y social a defender ese modelo “más allá de las diferencias partidarias”.
Ziliotto subrayó que el sostenimiento de la calidad de vida en La Pampa —una provincia ordenada, previsible y tranquila— depende del respeto por un federalismo efectivo y de una gestión comprometida con el bienestar colectivo.
Consultado sobre un informe del Consejo Federal de Inversiones (CFI) que ubica a La Pampa como la segunda provincia más perjudicada en la distribución de fondos coparticipables, Ziliotto fue categórico: “Lamentablemente no estamos en el mejor ranking, somos una de las provincias más discriminadas”. Criticó duramente la falta de aplicación efectiva del federalismo que establece el artículo primero de la Constitución Nacional y anticipó su participación en una reunión clave con otros gobernadores para analizar mecanismos de financiamiento alternativos.
“Queremos sostener el federalismo con una agenda de país federal”, remarcó.
Las consecuencias de la modificación en los mecanismos de coparticipación no solo afectan a las provincias, sino también a más de 2.000 municipios en todo el país. “Esto crea un desfase muy grande. Hoy no sabemos si los anticipos llegarán antes del pago de aguinaldos. Es una cuestión de alerta, de trabajo, de comunicación permanente”, insistió el mandatario.
La posible armonización de las 13 cajas previsionales no transferidas, entre las que se encuentra La Pampa, encendió otra señal de alarma. Ziliotto dejó en claro que la provincia tiene un marco legal que la respalda: “Tenemos el aval de un pacto fiscal del 2001 y una ley nacional que garantiza financiamiento”. Denunció que el Gobierno nacional eliminó los anticipos establecidos en 2017 y que, al reconducir el presupuesto sin respetar las partidas existentes, viola la Ley de Administración Financiera.
Además, rechazó categóricamente cualquier intento de imponer la transferencia de jubilados: “¿Nos van a obligar a transferir nuestros jubilados al sistema francés? Esto no tiene racionalidad”.
Otro de los ejes de la conferencia fue el aumento de la violencia en la sociedad y su impacto en el sistema educativo. Ziliotto vinculó esta situación con el deterioro de las condiciones sociales: “A mayor desocupación, mayor pobreza, mayor indigencia, seguramente va a haber más conflictividad social”. Señaló que muchas veces los conflictos emergen en las escuelas porque son espacios donde se concentran las tensiones sociales.
El mandatario también denunció el vaciamiento de políticas públicas: “El Gobierno Nacional se desentendió de la salud, la educación, la seguridad, la justicia, las rutas, la contención social…”.
Sobre el superávit de la provincia, Ziliotto aclaró que no se trata de una casualidad ni de un golpe de suerte: “Es el resultado de una política sostenida a lo largo del tiempo. No es una foto, es una película de más de 20 años”. Explicó que los fondos anticíclicos que permiten sostener el equilibrio fiscal están hoy comprometidos por una deuda de más de $400.000 millones que el Gobierno nacional mantiene con la provincia.
También desmintió que La Pampa sea una provincia dependiente del empleo estatal: “En La Pampa, los trabajadores del sector privado duplican a los del sector público. Y de cada cuatro empleados públicos, tres están dedicados a brindar servicios esenciales”.
Ziliotto rechazó el argumento del Gobierno nacional que exige a las provincias replicar el ajuste aplicado a nivel central. “¿El ajuste que propone Nación es que cerremos escuelas, hospitales, comisarías? Con menos recursos, nos han tirado todas las responsabilidades del Estado”, denunció.
En el tramo final de su exposición, Ziliotto lanzó un mensaje político claro: “Es momento de defender La Pampa, más allá de las banderías”. Señaló que el año 2027 será el momento de discutir liderazgos, pero que ahora lo urgente es proteger el modelo provincial ante un contexto de agresiones institucionales y recortes presupuestarios. “No voy a permitir que se discuta cómo financiamos el déficit estructural que nos genera un gobierno que cada vez se apropia más de los recursos provinciales”, concluyó.