Por Agroempresario.com
Lo que comenzó como una pasión de la infancia se transformó en una marca con ambición global: Knoops, fundada por el alemán Jens Knoop, busca redefinir el consumo de chocolate con un modelo de negocio que recuerda al impacto que tuvo Apple en la tecnología. Con tiendas diseñadas al detalle, un producto exclusivo y un enfoque premium, Knoops aspira a crear un imperio global en torno al chocolate caliente.
Jens Knoop creció en Alemania con una relación muy personal con el chocolate. Ese vínculo, gestado desde la niñez, se materializó en 2013 cuando abrió una pequeña tienda en Rye, East Sussex (Reino Unido), donde empezó a ofrecer chocolates calientes elaborados con precisión barista. La premisa era simple pero ambiciosa: personalizar cada taza según el paladar de cada cliente.
Durante los primeros cinco años, Knoop perfeccionó su receta, seleccionando cuidadosamente granos de cacao y experimentando con texturas y combinaciones. Su tienda se convirtió en un destino obligado para locales y turistas, y sin buscarlo, sembró las bases de una marca con potencial global.
En 2018, el emprendedor serial William Gordon Harris visitó la tienda con sus hijos. Lo que comenzó como una parada casual se convirtió en una epifanía empresarial. Harris reconoció de inmediato el potencial del concepto Knoops. “Jens había entendido algo fundamental: si el café genera adicción, el chocolate genera amor”, explica Harris. Fascinado por el menú —21 variedades de chocolate de origen sostenible—, decidió apostar por la marca.
Harris diseñó una estrategia de expansión, y Knoop aceptó la sociedad. “Yo necesitaba un socio con visión, técnica y redes de contacto. Lo encontré en William”, comenta el fundador. La alianza marcó el inicio de una nueva etapa: profesionalización, escalabilidad y expansión internacional.
Actualmente, Knoops cuenta con 27 tiendas en el Reino Unido y planea abrir tres nuevas cada mes. Ya desembarcó en Emiratos Árabes Unidos, donde planea una tercera tienda este verano. Además, tiene previsto llegar a China —comenzando por Pekín—, y abrir su primera tienda en Estados Unidos, específicamente en Utah. El plan es claro: inaugurar 30 nuevos locales internacionales por año.
La estructura detrás de esta expansión es sólida. El equipo de liderazgo incluye nombres de peso: Andrew Gerrie (cofundador de Lush) y Julian Metcalfe (fundador de Pret A Manger e itsu). Ambos tienen experiencia llevando marcas de nicho a la masividad, sin perder su esencia.
“Knoops tiene la capacidad de definir la categoría de bebidas de chocolate en todo el mundo. Es una marca única en una generación”, sostiene Gerrie.
Para sostener esta visión, Jens Knoop viaja por el mundo como un auténtico sommelier del cacao. Recorre Colombia, Venezuela, Ghana, Filipinas y las Islas Salomón en busca de productores que compartan su filosofía: calidad, trazabilidad y compromiso con las comunidades locales. “Queremos que cada taza refleje un perfil de sabor auténtico, pero también una historia humana y sostenible”, dice.
Knoops trabaja con cacao de origen y apoya proyectos en regiones donde el cultivo es motor económico. Así, el modelo combina lujo y responsabilidad social, un valor que cada vez importa más a los consumidores premium.
El chocolate en tabletas está presente en el 99 % de los hogares del Reino Unido. Sin embargo, el consumo de chocolate como bebida ha sido dejado de lado por la industria del café. Allí es donde Knoops vio una oportunidad.
Según Gordon Harris, “la industria ignoró completamente el chocolate como bebida de calidad barista. Nosotros lo estamos elevando al mismo nivel de sofisticación que tiene el café”. La idea no es competir con las cafeterías tradicionales, sino reemplazarlas con una propuesta más emocional y multisensorial.
Además del chocolate caliente y frío, Knoops ofrece café de alta gama, aunque desde una perspectiva chocolatera. En sus tiendas, este producto representa alrededor del 10 % de las ventas, pero está en crecimiento.
Lo que empezó como una tienda boutique ya opera con eficiencia industrial. La marca combina una fuerte presencia física con un canal minorista digital en expansión. Sus productos para preparar en casa ganan espacio en tiendas gourmet y supermercados selectos, generando nuevos flujos de ingresos.
La previsión para este año es superar los US$ 20 millones en ingresos, combinando tiendas físicas, venta online, y acuerdos mayoristas. La clave del modelo: mantener la identidad premium en todos los formatos.
Julian Metcalfe, director ejecutivo, lo resume así: “Knoops es una marca segura, con propósito, diseño y alma. Eso no se ve todos los días”.
Pese al crecimiento, Jens Knoop mantiene una fuerte conexión con sus orígenes. “La tienda de Rye sigue siendo nuestra nave nodriza”, dice con orgullo. “Muchos clientes recorren el Reino Unido visitando nuestras tiendas, como si fueran templos del chocolate”.
El fanatismo crece a la par del negocio. Knoops ha logrado algo difícil: generar comunidad en torno a un producto simple pero emocional. Lo que para muchos es una bebida más, para Knoops es una experiencia personalizada, gourmet y cultural.
La apuesta de Knoops es ambiciosa. Planean alcanzar 300 tiendas en el Reino Unido y 3000 en el mundo en los próximos 10 años. La marca se posiciona como líder de una categoría en formación: bebidas de chocolate premium, tanto calientes como frías, elaboradas con precisión barista.
William Gordon Harris lo resume con claridad: “Solo tenés una oportunidad de construir algo así. Como ocurrió con Apple o Facebook, todo depende de tener a las personas correctas en el momento justo. Nosotros las tenemos. Y el chocolate... es amor en una taza”.