Por Agroempresario.com
El reconocido economista Carlos Melconian planteó este lunes un panorama crítico sobre la situación económica y política de Argentina, enfatizando que la inflación actual es “de resaca” y que el país transita un momento en el que la política está en “modo electoral”. En una entrevista en el programa “Aire de Radio” por Mitre, Melconian cuestionó la estrategia oficial sobre la cotización del dólar y las medidas para contener la inflación, advirtiendo sobre la falta de un horizonte claro para la economía argentina.
Según Melconian, el Gobierno está concentrado principalmente en mantener un escenario político favorable para las próximas elecciones, “tratando de administrar el valor del dólar, la tasa de inflación y, sobre todo, asegurar el núcleo duro de su electorado”. Sin embargo, esta administración a corto plazo, sostuvo, está generando problemas estructurales que deberán resolverse luego del proceso electoral.
El economista explicó que la inflación que atraviesa el país no es la que recibe atención pública habitual, sino una “inflación de resaca”. “No podés tener inflación del 2% mensual, intervenir paritarias al 1% y un dólar que se mantiene a mil pesos. Eso no tiene ni pies ni cabeza”, afirmó Melconian.
Explicó que la inflación “de resaca” es aquella que sucede a un período de alta inflación previa, donde la economía intenta estabilizarse pero sin un programa firme que permita realmente bajar los índices de precios a largo plazo. “O la matás o convivís heterodoxamente con ella, porque esta inflación te come el salario y la informalidad no alcanza para compensar”, agregó.
El economista también cuestionó la estrategia cambiaria oficial, a la que definió como una “fantasía” sostenida en que el dólar se mantenga estable alrededor de los 1.000 pesos. “En este momento hay más dólares que salen del país que los que quedan acá, y seguimos con esa ilusión”, indicó Melconian.
“Se gastan dólares del colchón en Miami, no en inversiones para la Argentina. La economía está fragmentada, con diferentes niveles de acceso al crédito y consumo”, subrayó. Para Melconian, esta fragmentación agrava la situación y evidencia la falta de un plan económico coherente y duradero.
Melconian fue contundente en señalar que la política y la economía están fusionadas en “modo electoral”. “En este momento, lo único que le interesa al Gobierno es bailar en el escenario la noche del domingo de la elección”, ironizó.
Este escenario, explicó, limita la capacidad del Gobierno para tomar medidas impopulares pero necesarias para estabilizar la economía a mediano y largo plazo. “Pasada la elección, la realidad va a imponer un volantazo, porque este esquema no es sostenible”, advirtió.
Uno de los principales problemas que identificó Melconian es la ausencia de horizonte y un programa económico claro. “Cuando alguien habla solo no genera horizonte, y la gente quiere certezas, un plan con chances de cumplirse”, señaló.
Para el economista, el país necesita urgentemente un programa antiinflacionario serio, una política cambiaria coherente y un plan que garantice inversión y desarrollo. “No alcanza con Vaca Muerta ni con reservas internacionales si no se construye un escenario político y económico confiable”, afirmó.
Melconian recordó que históricamente, las caídas abruptas de la inflación en Argentina han tenido efectos reactivantes negativos sobre el consumo y la actividad económica. “Cuando la inflación es ‘de resaca’, se produce una caída en las ventas y liquidaciones porque no se vende”, explicó.
Por eso insistió en la necesidad de “matar” esta inflación o, en caso contrario, convivir con ella bajo un modelo heterodoxo. “No es posible sostener una inflación del 20% anual con salarios congelados y una economía paralizada”, advirtió.
Respecto a la reciente firma del acuerdo con los gobernadores Juan Manzur (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca) y Osvaldo Jaldo (Tucumán) sobre los llamados “dólares del colchón”, Melconian minimizó su impacto. “Mientras firmás estos acuerdos, se van más dólares que los que puede aportar Vaca Muerta”, sostuvo.
Para él, estas gestiones son un parche electoral y no una solución estructural. La tensión entre las provincias y el Gobierno nacional pone en evidencia la dificultad para lograr un consenso económico que trascienda las coyunturas electorales.
Más allá de la economía, Melconian señaló que el verdadero problema de fondo es político. “El horizonte político está roto, hay que reconstruirlo todo”, afirmó. Criticó la lógica binaria de la política argentina actual, donde “si gana uno se termina todo, que es a lo que juega el Gobierno”.
“Se necesita un horizonte político claro, que genere confianza en la inversión y en el futuro, independientemente del resultado electoral o de quién gobierne”, concluyó.