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Por Agroempresario.com
El gobierno de Uruguay, ahora encabezado por Yamandú Orsi, ha comenzado a reformular el polémico proyecto de instalación de una planta de hidrógeno verde en las cercanías de Paysandú. El rediseño, impulsado por la ministra de Industria y Energía, Fernanda Cardona, contempla ajustes en tres ejes clave: económico, ambiental y sociocomunitario. La decisión responde tanto a criterios internos como a la presión proveniente de la provincia argentina de Entre Ríos, especialmente de la ciudad de Colón, cuya actividad turística podría verse seriamente afectada por la iniciativa.
La planta, promovida por la empresa HIF y con apoyo de la estatal uruguaya Ancap, se instalaría en un predio de 442 hectáreas, ubicado cinco kilómetros al norte de Paysandú, frente a la costanera de Colón. Este territorio, originalmente clasificado como rural, fue readecuado por el Concejo Deliberante local para permitir usos industriales suburbanos, abriendo la puerta al ambicioso emprendimiento energético.
Según Cardona, el proyecto heredado del gobierno de Luis Lacalle Pou está siendo replanteado sin desandar el camino recorrido: “Seguimos trabajando con HIF, tenemos buen diálogo. No se volvió a foja cero, como trascendió. Lo que estamos haciendo es ajustar la propuesta a criterios más rigurosos en términos de impacto ambiental, viabilidad económica y beneficios para la comunidad”.
Uno de los principales factores que genera resistencia en el lado argentino es la cercanía del emplazamiento con Colón, ciudad cuya economía depende en gran parte del turismo termal y la conservación ecológica. Las autoridades provinciales y municipales temen que la planta y sus infraestructuras asociadas –como un ducto de siete kilómetros hasta la planta de Alur, una terminal portuaria en la Isla San Francisco y el uso de fuentes de energía renovable in situ– alteren el equilibrio del ecosistema del río Uruguay y afecten la afluencia de visitantes.
El gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, trasladó estas inquietudes directamente al presidente Orsi, al canciller Mario Lubetkin y a la ministra Cardona durante una reunión en marzo pasado. Allí se expusieron los temores por la posible contaminación, el impacto visual y sonoro, y las alteraciones en la biodiversidad.
La ministra Cardona aclaró que una relocalización completa del proyecto es improbable debido a los requerimientos técnicos específicos. La cercanía con Ancap es vital para capturar dióxido de carbono (CO₂), insumo esencial para la producción de combustibles. Además, el acceso al río Uruguay es clave para la logística de exportación.
“El proyecto necesita condiciones particulares. No puede trasladarse a cualquier sitio sin comprometer su factibilidad. Por eso, los cambios que se están evaluando no implican un traslado, sino un rediseño dentro de los márgenes posibles”, explicó la funcionaria.
La inversión proyectada por HIF rondaría los 6.000 millones de dólares, lo que la convertiría en la más importante en la historia del Uruguay. El desarrollo incluiría no solo la planta de producción de hidrógeno verde y derivados sintéticos, sino también la infraestructura energética y portuaria necesaria para su operación.
Este ambicioso plan, enmarcado en el auge global de las energías limpias, posicionaría a Uruguay como uno de los líderes regionales en producción de combustibles verdes. Sin embargo, la falta de consenso binacional y el impacto potencial en la región mesopotámica argentina podrían convertirse en un obstáculo político y diplomático.
Durante la semana pasada, versiones periodísticas indicaron que el proyecto había sido cancelado o reiniciado desde cero. Estas declaraciones fueron rápidamente desmentidas por Cardona: “Eso es falso. Estamos en una etapa de diálogo y ajuste. No hay ruptura ni cancelación. Estamos trabajando con responsabilidad”.
Mientras tanto, en Entre Ríos continúan las consultas técnicas y ambientales para evaluar el impacto del proyecto desde la perspectiva argentina. Las autoridades buscan mecanismos de participación binacional que aseguren que la protección del ecosistema compartido sea una prioridad en el desarrollo del hidrógeno verde.
