Por Agroempresario.com
En un gesto que marca un nuevo hito en la política argentina, el expresidente y fundador del PRO, Mauricio Macri, avaló públicamente un acuerdo electoral con La Libertad Avanza (LLA) en la provincia de Buenos Aires. Desde el foro Energía Chubut 2050 – Tierra de Futuro, Macri aseguró que la prioridad de su espacio es “terminar con la destrucción criminal del kirchnerismo” y apoyar al actual gobierno nacional encabezado por Javier Milei.
Este giro estratégico surge luego de meses de tensiones internas y una marcada reconfiguración del mapa político argentino tras las elecciones de 2023. “Nuestro partido ha dado mandato a Cristian Ritondo para llegar a un acuerdo razonable con La Libertad Avanza para las elecciones”, afirmó Macri ante un auditorio colmado de funcionarios nacionales, empresarios, dirigentes sindicales y figuras de peso del PRO y LLA.
La declaración de Macri no fue casual ni improvisada. El expresidente eligió una tribuna simbólica organizada por Ignacio Torres, gobernador de Chubut y referente joven del PRO, para dar un mensaje de unidad con los libertarios. El foro, enfocado en debatir el futuro energético de Argentina, también sirvió como escenario para consolidar señales políticas fuertes de cara a los comicios provinciales de septiembre y nacionales de octubre.
El trasfondo del pacto
Desde que Javier Milei asumió la presidencia en diciembre de 2023, el PRO se ha convertido en un socio clave aunque informal del gobierno. A pesar de no ocupar cargos formales en el gabinete, sus votos en el Congreso fueron determinantes para la aprobación de reformas estructurales. Macri lo dejó claro: “La prioridad ha sido la gente, salir de la híper a la que nos condenaron Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Eso no ha cambiado”.
Las conversaciones entre los dirigentes de ambas fuerzas políticas se intensificaron en las últimas semanas, con múltiples reuniones entre Ritondo y Sebastián Pareja, armador bonaerense de LLA y subsecretario de Integración Socio Urbana. El objetivo: unificar listas y garantizar una coalición competitiva contra el peronismo en su bastión más sólido.
Frentes internos y desafíos
Pero no todo es armonía dentro de las fuerzas. En el PRO, si bien Macri y Ritondo impulsan el entendimiento, hay resistencias de referentes locales como los hermanos Passaglia, quienes recientemente anunciaron la creación de un espacio propio. Por su parte, en La Libertad Avanza, ciertos sectores insisten en mantener el control absoluto de las candidaturas clave, presionando por encabezar las listas en distritos clave.
Una de las piezas centrales en esta negociación es el economista liberal José Luis Espert. Propuesto como cabeza de lista a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, Espert cuenta con el respaldo de Milei y la Casa Rosada, pero genera recelos dentro del armado libertario por su perfil autónomo y su pasado crítico con el propio Macri.
Aun así, desde el entorno presidencial admiten que sin el respaldo territorial del PRO, en especial en el interior bonaerense, las chances de éxito de LLA se reducen considerablemente. El PRO cuenta con intendentes, legisladores y una maquinaria política aceitada que LLA aún no ha podido construir.
Macri: “La reconstrucción será lenta”
Durante su intervención en el foro energético, Macri se mostró pragmático sobre los tiempos del cambio que propone Milei. “No es fácil, estamos recién en el comienzo. Soñamos con llegar a una inflación de un dígito, pero todavía vamos por la mensual”, señaló. Además, advirtió que “el cambio que soñamos no se materializa con una sola elección, ni siquiera con un solo gobierno”.
El expresidente enfatizó la necesidad de “varios gobiernos consecutivos” que consoliden una nueva imagen del país ante el mundo. “La potencialidad la tenemos, pero requiere tiempo, consistencia y apoyo político. Volver a construir no es fácil”, dijo Macri en un panel moderado por el empresario Eduardo Braun.
Allí también reiteró su compromiso con el rumbo libertario: “Vamos a poner nuestra cuota de esfuerzo y aporte para que esto dé resultados positivos. La prioridad es que a este gobierno le vaya bien, porque mucha gente aún la está pasando mal”.
Encuentro entre Pareja y Frigerio
Mientras Macri hablaba en la Ciudad de Buenos Aires, otro movimiento clave ocurría en paralelo. Sebastián Pareja recibió en su despacho al gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio. La reunión, según trascendió, giró en torno al futuro de las obras de infraestructura de la Secretaría de Integración Socio Urbana y la coordinación entre Nación y provincias.
Desde el entorno de Frigerio y Pareja calificaron el encuentro como “serio y constructivo”, marcando una señal de madurez política y articulación institucional. Frigerio, uno de los gobernadores más dialoguistas del PRO, se perfila como un puente entre el mundo amarillo y el libertario en un contexto donde los consensos son cada vez más difíciles de alcanzar.
Lo que viene: la disputa por las listas
El próximo gran desafío será definir cómo se reparten los más de mil cargos en juego en las elecciones provinciales y nacionales. LLA busca capitalizar su triunfo nacional imponiendo candidatos propios, mientras que el PRO pretende colocar figuras competitivas con presencia territorial.
En paralelo, hay distritos donde las negociaciones avanzan con más facilidad —como Mar del Plata, donde Guillermo Montenegro promueve la alianza—, y otros donde las tensiones amenazan con fracturar el acuerdo. En ese contexto, la intervención de Macri podría resultar determinante para destrabar negociaciones.
Una estrategia electoral con múltiples capas
Más allá de los nombres y los cargos, lo que está en juego es el diseño de una nueva coalición de poder. Tanto el PRO como LLA saben que enfrentan un adversario fuerte: el peronismo kirchnerista en su versión bonaerense, que se reorganiza en torno a Axel Kicillof y Cristina Kirchner.
La definición de una estrategia común entre libertarios y macristas puede ser la clave para desbancar a un oficialismo que, si bien golpeado, aún conserva una base electoral sólida. Las próximas semanas serán decisivas: definir listas, sellar alianzas y evitar fugas internas.
En definitiva, el aval de Macri marca un punto de inflexión en la política argentina. Si el acuerdo se concreta, no solo podría redefinir el mapa electoral de la provincia más importante del país, sino también consolidar un nuevo eje de poder que combine gobernabilidad, reformas de mercado y un discurso fuerte contra el kirchnerismo.
