Por Agroempresario.com
En el corazón de General Rodríguez, al oeste del conurbano bonaerense, Vequa está revolucionando la forma de producir alimentos frescos mediante una técnica innovadora y sustentable: la hidroponía, es decir, el cultivo sin suelo. Esta empresa, fundada en 2016 por Donald MacGillivray, es la protagonista del segundo capítulo de Arraigados, una serie que recorre historias agropecuarias con impacto.
En su invernadero de 15.000 metros cuadrados, Vequa cultiva lechuga, rúcula y espinaca flotando sobre el agua en 21 piletas de grandes dimensiones. Este método le permite obtener vegetales uniformes, trazables, limpios y de alta calidad, sin recurrir al uso intensivo de tierra o agua.
Según explica MacGillivray, las ventajas del sistema hidropónico son múltiples: “Usamos solo el 10% del agua de un sistema convencional, y nuestros productos se conservan frescos por más tiempo. Además, al estar cerca del punto de consumo, reducimos el transporte y logramos una menor huella de carbono”.
Vequa abastece a las cinco principales cadenas de supermercados del AMBA, garantizando disponibilidad todo el año y confiabilidad en el suministro. Este modelo acorta las distancias entre el productor y el consumidor, y representa un ejemplo de producción agroalimentaria eficiente y sostenible.
El sistema de riego y nutrición de la empresa se basa en agua extraída del subsuelo, tratada para eliminar sales perjudiciales como bicarbonato y sodio. Luego, se le agregan nutrientes esenciales como nitrato de calcio, sulfatos de magnesio y amonio, y ácido nítrico, además de micronutrientes como zinc, hierro y boro, que garantizan un crecimiento óptimo de las plantas.
El enfoque de Vequa demuestra cómo la tecnología y la sustentabilidad pueden convivir en el campo argentino. La hidroponía no solo mejora la calidad de los alimentos, sino que también representa una respuesta concreta a los desafíos del cambio climático, el uso racional del agua y la necesidad de producir más con menos.