Por Agroempresario.com
En un contexto de creciente interés por parte de inversores internacionales, CBRE, la principal firma global de consultoría y servicios inmobiliarios, ha reforzado su presencia en Argentina. Adolfo Ramírez Escudero, presidente de CBRE en España y Latinoamérica, comparte su visión sobre las oportunidades y desafíos del mercado inmobiliario argentino
Recientemente, CBRE facilitó una operación destacada: el alquiler de un edificio completo en Núñez por parte de JP Morgan. Según Ramírez Escudero, esta decisión responde a la búsqueda de consolidar operaciones de back office en un entorno con costos competitivos y talento calificado. El ejecutivo destaca que la calidad educativa, el dominio del inglés y la disponibilidad de espacios adecuados posicionan a Argentina como una opción lógica para empresas internacionales.
Tras la pandemia, el mercado de oficinas en Buenos Aires muestra señales de recuperación. Ana González Ferrero, directora de asesoría senior de CBRE Argentina, señala que las oficinas se han transformado en espacios experienciales, valorando amenities como siestarios y cafeterías premium. Además, destaca la importancia de adaptar el diseño de las oficinas a nuevas formas de trabajo, incorporando espacios colaborativos y tecnología adecuada.
El sector logístico en Argentina presenta una creciente demanda y una oferta limitada. Ramírez Escudero observa un cambio en el tipo de depósitos requeridos: mayor altura, flexibilidad y proximidad a los centros urbanos. La escasez de financiamiento es un desafío, ya que los desarrollos se realizan principalmente bajo demanda.
En el ámbito agroindustrial, Argentina cuenta con 39 millones de hectáreas productivas, de las cuales el 70% están en tierras arrendadas. Este modelo dinámico de compra, venta y arriendo de tierras genera oportunidades para el sector inmobiliario. Ramírez Escudero destaca que muchos productores venden sus tierras para invertir en tecnología y luego las arriendan, replicando un modelo observado en Europa.
Tanto el mercado residencial multifamiliar como el hotelero presentan una demanda insatisfecha en Buenos Aires. Ramírez Escudero identifica oportunidades para reconvertir edificios antiguos en productos premium, especialmente en zonas estratégicas del centro de la ciudad. González Ferrero agrega que, tras el auge de los nómades digitales, el sector hotelero se reconfigura hacia experiencias más específicas, buscando nichos y propuestas boutique.
La digitalización global y el auge de la inteligencia artificial han convertido a los data centers en activos estratégicos. Sin embargo, en Argentina, la falta de estabilidad energética y precios razonables limita el desarrollo de este sector. Ramírez Escudero explica que la construcción de data centers requiere inversiones multimillonarias y una energía confiable, continua y barata, condiciones que aún no se cumplen en el país.
Ramírez Escudero destaca que América Latina combina realidades diversas con un potencial de crecimiento común. México y Brasil concentran gran parte de la actividad económica e inmobiliaria, mientras que Chile se consolida como un refugio estable, con oportunidades en logística y tecnología. En este contexto, Argentina debe ofrecer rentabilidades más altas que otros mercados para compensar el riesgo, especialmente para quienes dan los primeros pasos.