Por Agroempresario.com
En un contexto de profundas reformas impulsadas por el Gobierno nacional, y con un campo que enfrenta crecientes desafíos financieros, surge una innovadora herramienta tecnológica y legal: el eWarrant. Esta nueva figura digital, impulsada por AG Warrants SA, promete revolucionar el financiamiento de pequeños y medianos productores rurales, facilitando el acceso al crédito con costos mínimos, sin intermediarios ni necesidad de movilizar mercadería.
La propuesta se encuadra en el marco de la Ley Bases y los decretos derivados del DNU 70/2023, que reglamentaron, entre otros aspectos, la posibilidad de autoemitir certificados de depósito y warrants. Hasta ahora, estas operaciones estaban reservadas a empresas específicas conocidas como “warranteras”. Gracias a la nueva normativa, cualquier actor de la cadena agroindustrial —productores, acopiadores, cooperativas, exportadores— podrá emitir su propio título de garantía digital.
El eWarrant es un instrumento digital que acredita mercadería almacenada y permite utilizarla como garantía financiera sin necesidad de trasladarla físicamente. Según explicaron desde AG Warrants, este título es trazable, transparente, seguro y legalmente válido, y puede ejecutarse incluso en contextos de concurso o quiebra. Para reforzar la confianza, la plataforma AGW incorpora tecnología blockchain, firma electrónica, códigos QR y respaldos jurídicos sólidos.
“El productor puede tomar decisiones financieras eficientes y no por necesidad”, destacó Tomás Llambí Campbell, presidente de AG Warrants. La visión es clara: empoderar al productor, reducir costos, agilizar los procesos y democratizar el acceso a instrumentos que antes estaban reservados a grandes actores.
Tradicionalmente, los warrants estaban asociados a operaciones de gran escala, con inspecciones físicas, seguros costosos y gestiones burocráticas que elevaban los costos a niveles que excluían a los pequeños productores. En muchos casos, los montos mínimos operables rondaban el millón de dólares. Hoy, con el eWarrant, las operaciones pueden iniciarse desde apenas US$10.000, con costos operativos de hasta 10 veces menos que los tradicionales.
“El warrant tradicional tenía un costo del 3% anual. Nuestro eWarrant lo ofrece a un costo de 0,36%. Esto significa una democratización real del acceso al financiamiento”, agregó Llambí Campbell.
La plataforma AGW permite emitir, firmar, endosar y cancelar warrants en forma 100% digital, replicando el funcionamiento de un cheque electrónico en los homebanking actuales. La emisión no requiere la intervención de una empresa warrantera: dos partes que se conocen, como un productor y un acopiador o un banco y un exportador, pueden pactar libremente la garantía digital.
“Nosotros solo ofrecemos la infraestructura tecnológica. El sistema imita lo que ya existe, pero lo vuelve más ágil, accesible y económico”, explicó Ignacio Laplacette, vicepresidente de AG Warrants.
La clave de esta transformación fue la modificación normativa establecida por el Gobierno en el marco de la Ley Bases. El nuevo esquema permite que cualquier productor —grande o pequeño— utilice su mercadería almacenada como garantía. Esto abre la puerta a que miles de pequeños y medianos productores, hasta ahora fuera del sistema financiero formal, puedan obtener crédito en mejores condiciones.
“Estamos viendo operaciones que antes eran impensadas. Ya realizamos el primer eWarrant con un productor nuevo por US$270.000. Sin esta herramienta, ese negocio no hubiera sido viable”, comentó Laplacette.
La plataforma ya está disponible, no requiere costos de ingreso ni instalación, y solo abona quien emite el título. El receptor del eWarrant, en cambio, no paga nada.
El agro argentino genera más de 115 millones de toneladas por campaña, considerando solo los cultivos de soja, trigo, maíz y girasol. Si apenas el 2% de esa producción se tokenizara con eWarrants, se habilitaría financiamiento por millones de dólares que hoy permanecen sin canalizar.
“Estamos hablando de transformar el grano almacenado en activos financieros reales, lo que genera liquidez inmediata y dinamiza toda la cadena productiva”, señaló Llambí Campbell.
Además, la herramienta puede ser usada por acopios, cooperativas, feedlots, exportadores, bancos y fintechs, abriendo nuevas oportunidades de inversión y financiación.
Otro de los puntos fuertes del eWarrant es su naturaleza autogestionada. El productor puede usar su propio grano, almacenado en un silo bolsa o en un acopio, como respaldo para obtener crédito. No necesita trasladarlo, ni pasar por inspecciones costosas, ni depender de una empresa certificadora.
“El cambio es de fondo: antes nuestros negocios arrancaban en el millón de dólares, hoy arrancan en 60.000. Esto es un antes y un después”, dijo Llambí Campbell.
Gracias a la autogestión, el productor gana control, confianza y velocidad. La confianza se potencia, además, al tratarse de relaciones entre partes que ya se conocen, un punto fundamental en la dinámica del agro.
Si bien el eWarrant no reemplaza a instrumentos como el cheque de pago diferido o el pagaré, los complementa con una estructura legal diferente y más sólida. Al tratarse de una garantía respaldada por un certificado de depósito real, su ejecución puede hacerse por vía administrativa, lo que reduce tiempos y riesgos.
“Es un avance para toda la cadena agroindustrial. El warrant digital puede usarse para operaciones pequeñas o medianas con total validez legal y comercial”, aseguró Laplacette.
Desde AG Warrants también destacaron el potencial de internacionalización del sistema. Con reglas claras, tecnología transparente y costos competitivos, el eWarrant podría posicionarse como modelo para otros países de la región que buscan modernizar sus mercados agrícolas.
“El mercado necesita garantías reales, rápidas y económicas. Hoy no estaban disponibles. El eWarrant viene a ocupar ese vacío con herramientas digitales confiables y simples de usar”, concluyó Laplacette.
Con esta herramienta, Argentina avanza hacia una agroindustria más moderna, competitiva e inclusiva. El acceso al crédito deja de ser un privilegio de unos pocos y se convierte en una oportunidad concreta para miles de productores.
En tiempos de incertidumbre, el eWarrant aparece como una solución concreta y eficaz: una palanca para dinamizar el financiamiento agrícola, fortalecer la cadena de valor y estimular una mayor formalización y eficiencia en el comercio rural.