Por Agroempresario.com
La emblemática Ruta de los Siete Lagos, un trazado que comenzó a construirse en 1973 y fue completamente asfaltado hace una década, se prepara para una transformación significativa. Desde el Gobierno de Neuquén, se ha anunciado la ampliación de este icónico circuito turístico, que ahora podría convertirse en el "Paseo de los Nueve Lagos". Este proyecto, que prevé obras clave en el acceso a Villa Meliquina, promete redefinir la experiencia turística en el sur de la Patagonia argentina.
La travesía original une los lagos Correntoso, Espejo, Escondido, Villarino, Falkner, Hermoso y Machónico. Con esta modificación, los visitantes podrán sumar a su recorrido los lagos Meliquina y Lolog, enriqueciendo aún más la oferta paisajística y de actividades en la región. Esta expansión es vista por las autoridades como un paso para "romper viejos paradigmas", según el intendente de San Martín de los Andes, Carlos Saloniti, quien afirmó que "no hay mejor promoción turística que una ruta pavimentada". De hecho, el futuro "Paseo de los Nueve Lagos" podría incluso incorporar en el futuro el lago Traful, ya que existe un plan para conectar Villa Traful con la actual Ruta de los Siete Lagos mediante una vía asfaltada.
El proyecto de pavimentación de la Ruta Provincial Nº 63, que conecta con Villa Meliquina, ha sido el epicentro de este cambio. El gobernador Figueroa firmó la semana pasada el contrato con la empresa encargada de las obras. Desde el Gobierno de Neuquén, se indicó que este corredor vial será "clave para conectar de manera segura y eficiente localidades del sur neuquino, como Villa Meliquina, y potenciará el desarrollo turístico, productivo y social de toda la región". El plazo de ejecución de este tramo es de 720 días, y abarca desde la Ruta Nacional 40 –en la Ruta de los Siete Lagos entre San Martín de los Andes y Villa La Angostura– hasta el kilómetro 20, incluyendo la travesía urbana de Villa Meliquina.
Villa Meliquina, una localidad que se originó en 1977, cuenta hoy con aproximadamente 400 habitantes permanentes, un número que suele triplicarse durante la temporada alta. La pavimentación del acceso a esta villa ha generado un debate entre los residentes. Un grupo de vecinos se ha opuesto al proyecto, llegando incluso a presentar una medida cautelar para paralizar los trabajos. Su preocupación radica en la falta de servicios básicos en la villa y en el impacto de la infraestructura sobre el entorno natural.
Desde la Asociación Civil Villa Lago Meliquina, advierten que la localidad no posee ningún tipo de servicio público. Sus pobladores han desarrollado formas ecológicas de autoabastecimiento: el agua proviene de vertientes, utilizan energías alternativas como la eólica y la solar para la electricidad, y la calefacción es a leña. Además, Villa Meliquina carece de recolección de residuos, lo que ha llevado a los habitantes a implementar métodos ecológicos como la producción de compost y la separación minuciosa de residuos, llevando todo lo recuperable a los puntos de reciclaje de San Martín de los Andes. La preocupación de este sector de la comunidad es que la llegada masiva de turistas, impulsada por la pavimentación, supere la capacidad de carga del lugar y altere su estilo de vida sostenible.
Por otro lado, existe un grupo de vecinos que apoya la pavimentación. Ellos argumentan que la falta de servicios básicos representa una "extrema vulnerabilidad" para la comunidad. Asimismo, destacan que el asfalto contribuirá a recuperar parte del tránsito turístico que solía conectar Meliquina con Bariloche, y que en los últimos años se desvió de la Ruta 63 debido a las dificultades del camino de ripio. Para estos residentes, la mejora de la infraestructura vial es fundamental para el desarrollo local y la seguridad.
La ampliación del circuito y la pavimentación no solo apuntan a la mejora del acceso a Villa Meliquina y Lago Lolog, sino que forman parte de una visión más ambiciosa de desarrollo turístico para Neuquén. El ministro de Turismo provincial, Gustavo Fernández Capiet, se refirió a la licitación y adjudicación del complejo y el centro de esquí del Cerro Chapelco como parte de este plan. Este proceso, según Fernández Capiet, "tiene que ver con el tránsito hacia el post Vaca Muerta, y nos permite proyectar un desarrollo turístico que acompañe un cambio de matriz productiva, impulsando la producción, las energías limpias, la tecnología y el turismo como ejes fundamentales".
Actualmente, San Martín de los Andes y Junín de los Andes cuentan con alrededor de 10.000 camas turísticas, y se proyecta duplicar esa capacidad en los próximos 25 años. En relación con el cambio de concesión en Chapelco, Fernández Capiet destacó que se contempla un crecimiento de los esquiadores diarios de 4.500 a 15.000, lo que augura un dinamismo turístico significativo.
Recientemente, el gobernador Figueroa también se comprometió a pavimentar parte de la Ruta Provincial 62, que lleva al lago Lolog, ubicado a 12 km de San Martín de los Andes. Esta obra abarca 5 kilómetros, incluyendo muros de gaviones y otros trabajos en la sección comprendida desde el fin actual de la pavimentación en la zona de Rincón Radales, lindero a Laguna Rosales, hasta el lago Lolog, pasando por el puente del río Quilquihue.
El corazón de este "Paseo de los Nueve Lagos" sigue siendo la majestuosidad natural de la Patagonia.
Esta ambiciosa modificación de la Ruta de los Siete Lagos no solo busca potenciar el turismo en Neuquén y en toda la Patagonia, sino también integrar nuevas localidades y mejorar la conectividad, impulsando un desarrollo que, según las autoridades, será clave para la matriz productiva regional. Sin embargo, el desafío de equilibrar el crecimiento con la conservación del frágil ecosistema patagónico y el respeto a las comunidades locales, como la de Villa Meliquina, será fundamental para el éxito a largo plazo de este "Paseo de los Nueve Lagos". La discusión sobre la sostenibilidad de este crecimiento y la provisión de servicios esenciales en las áreas en desarrollo seguirá siendo un punto central para el futuro de esta emblemática región.