Soja: ROSARIO
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Maíz: ROSARIO
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Trigo: ROSARIO
$235.800 0.43%
Por Agroempresario.com
En un contexto económico y productivo cambiante, la cadena láctea argentina comenzó 2025 con señales alentadoras. A diferencia del panorama de 2024, marcado por una profunda crisis, bajos precios y contracción productiva, el primer cuatrimestre del año mostró un incremento del 12% en la producción de leche respecto al mismo período del año anterior, acompañado de una suba del 0,5% en la medición interanual.
Este crecimiento no es casual, y así lo explicó el consultor especializado José Quintana, quien analizó el presente y el futuro inmediato del sector durante su participación en el Club Pro Leche, un encuentro técnico organizado por Select Debernardi, Zoetis, DeLaval y GEPSA. Según Quintana, “este proceso de crecimiento va a continuar gracias al buen clima durante el otoño y una relación favorable entre los precios de la leche y los granos, particularmente el maíz y la soja”.
Durante la primavera de 2023, los tambos atravesaron momentos de tensión por la dificultad de la industria para absorber una sobreoferta estacional. Este año, con un escenario similar proyectado para los próximos meses, resurgen dudas sobre la capacidad de procesamiento de las usinas lácteas.
“En pesos, el precio de la leche es aceptable, aunque muestra una tendencia descendente. En dólares, se ubica en torno a los 40 centavos por litro, el valor más alto de la serie histórica”, detalló Quintana. Sin embargo, advirtió que la mayor estabilidad macroeconómica exige que los tambos pongan más foco en la micro: eficiencia productiva y control de costos.
El precio del maíz, por ejemplo, se mantiene en torno a los 173 dólares por tonelada, con fuerte volatilidad, lo que obliga a una gestión más proactiva de los recursos. “Los costos de alimentación representan entre el 30 y 50% del ingreso mensual. Adelantar compras, asegurar stocks y usar herramientas de cobertura son prácticas que deberían extenderse más en los establecimientos”, recomendó el analista.
En cuanto al mercado internacional, los datos también son alentadores. Las exportaciones de productos lácteos crecieron desde 110.000 toneladas en el primer cuatrimestre de 2024 a 130.000 en igual período de 2025. Entre los principales destinos sobresalen Brasil y Argelia, que concentran el 90% de los embarques.
“La leche en polvo se exporta a un promedio de 4136 dólares por tonelada, un valor nominal alto. Pero si se ajusta por la inflación de Estados Unidos (110% desde 1995), equivale a los valores del período 2017–2020”, explicó Quintana. Además, mencionó que Argelia desarrolla un plan agroindustrial de gran escala en el Sáhara, con inversiones extranjeras y una proyección de 1700 millones de litros de leche al año, lo que a futuro podría reducir su dependencia de las importaciones.
El negocio de la mozzarella también está en expansión, y más empresas están encontrando mercados externos. Sin embargo, Quintana alertó sobre el riesgo de dependencia comercial de pocos compradores y propuso diversificar destinos de exportación. “Es fundamental abrir nuevos mercados para mitigar riesgos geopolíticos y económicos”, sostuvo.
A nivel continental, Sudamérica comienza a recuperar terreno tras años de caída, lo que representa un nuevo desafío para el sector lechero argentino. El caso más notorio es el de Brasil, que en el primer trimestre de 2025 incrementó su producción un 5%. A su vez, Nueva Zelanda, Estados Unidos y la Unión Europea mantienen tasas de crecimiento bajas, mientras que China, principal importador global, muestra una tendencia descendente.
Esta dinámica genera incertidumbre sobre cómo se posicionará Argentina en el mercado internacional. “Hay que seguir de cerca la política económica tras las elecciones, el comportamiento del consumo interno y los conflictos internacionales que podrían impactar en las cadenas de suministro”, enfatizó el especialista.
Quintana también advirtió sobre factores exógenos que podrían alterar las proyecciones. “Un regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, sumado a decisiones imprevisibles del gobierno de Javier Milei, puede introducir variables inesperadas. Los cisnes negros dejaron de ser raros, pero siguen siendo disruptivos”, reflexionó.
Pese a este entorno volátil, el consultor cerró con un mensaje de moderado optimismo. “En el corto plazo, el negocio lechero continuará con márgenes razonables. Lo que hay que hacer es profundizar en la eficiencia, monitorear los costos y mantener la productividad alta para sostener rentabilidad en un contexto que se vuelve cada vez más competitivo”, concluyó.
