Por Agroempresario.com
El maíz de baja estatura genéticamente modificado recibió luz verde oficial para su comercialización en Argentina. El Gobierno aprobó este miércoles la introducción de híbridos desarrollados por Monsanto, actualmente propiedad de Bayer, que presentan una planta un 30% más baja que las tradicionales, lo que trae múltiples beneficios productivos para los productores nacionales.
Las resoluciones 91 y 92/2025, publicadas en el Boletín Oficial, autorizan tanto eventos individuales como acumulaciones genéticas que otorgan tolerancia a herbicidas como el glifosato, resistencia a insectos y la novedosa característica de menor altura de planta. Este avance forma parte del sistema biotecnológico Preceon, ya utilizado en países como México y Estados Unidos.
Maximiliano Cueto, líder para maíz y protección de cultivos en Bayer Crop Science Cono Sur, explicó a Agroempresario.com que esta tecnología incorpora “dos nuevos modos de acción para controlar Spodoptera frugiperda y una nueva proteína para el manejo de Diatraea saccharalis, además del evento MIR162 ya conocido”.
El desarrollo se originó a partir del trabajo heredado de Monsanto tras su adquisición por Bayer en 2018. “Entramos en la etapa final hace tres años, trabajando con áreas internas de mejoramiento y con productores para optimizar el manejo del cultivo”, indicó Cueto.
La planta más baja presenta tres beneficios principales. Primero, un aumento en el rendimiento. Segundo, mayor tolerancia al vuelco y quebrado debido a la menor altura y un apilamiento de entrenudos en la base que fortalece la caña. Y tercero, permite una mejor accesibilidad durante el cultivo para aplicar fertilizantes y fungicidas en momentos críticos.
Cueto señaló que en Argentina “la adopción de fungicidas es baja, solo en el 8% del área, a pesar de sus beneficios que pueden aumentar el rendimiento entre 500 y 700 kilos”. Esta tecnología facilitaría su aplicación en etapas tardías del cultivo, además de permitir el uso de cultivos de cobertura con el maíz aún en pie, optimizando la rotación y el manejo del suelo.
Aunque la autorización ya está vigente, Bayer prevé lanzar la versión biotecnológica en 2029, tras obtener las aprobaciones regulatorias en los principales mercados de exportación, requisito imprescindible para su comercialización internacional.
Por otra parte, en 2026 la empresa planea presentar una versión de baja estatura obtenida mediante mejoramiento convencional —sin modificación genética— que ya cuenta con autorización vigente para uso en Argentina.
“Es importante aclarar que el próximo lanzamiento será la versión convencional, no la biotecnológica”, destacó Cueto. “La aprobación local no es suficiente; también es clave la aceptación en países compradores para asegurar el acceso a los mercados”.
Los dictámenes técnicos de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología (Conabia), el Senasa y la Dirección de Políticas de Mercados confirmaron que los maíces aprobados son “tan seguros y no menos nutritivos” que sus contrapartes convencionales para consumo humano y animal.
Además, los eventos genéticos autorizados podrán cruzarse con maíces no modificados sin afectar esas condiciones, lo que garantiza la continuidad de las prácticas agrícolas actuales con mejoras significativas.
Argentina se suma así a una tendencia global que incorpora biotecnología para mejorar la productividad y la sustentabilidad. La baja estatura de las plantas contribuye a reducir pérdidas por vuelco y facilita las tareas en el campo, lo que puede traducirse en mayor eficiencia y rentabilidad para los productores.
Bayer, con este sistema Preceon, abre nuevas posibilidades para el sector agrícola argentino, especialmente en un contexto donde la innovación es clave para sostener la competitividad internacional.