Por Agroempresario.com
El proyecto minero Taca Taca, ubicado en Salta, se acerca a una posible concreción con una inversión estimada en USD 3.600 millones. La iniciativa, impulsada por la canadiense First Quantum Minerals, se perfila como una de las mayores inversiones privadas en Argentina en la última década, con el potencial de transformar la economía regional y consolidar al país como un actor estratégico en el mercado global de cobre.
En los últimos días, representantes del proyecto se reunieron con el ministro de Producción y Desarrollo Sustentable de Salta, Martín de los Ríos, junto con secretarios provinciales de Minería, Energía, Recursos Hídricos y Ambiente, para abordar aspectos críticos como el balance hídrico y la gestión ambiental sostenible del emprendimiento, especialmente en la comunidad cercana de Tolar Grande.
“Confiamos en las bondades del proyecto y vamos a hacer todo lo posible para avanzar siguiendo los lineamientos ambientales y cuidando la licencia social”, afirmó Martín de los Ríos, quien destacó la necesidad de pasar de la expectativa a la acción concreta. De los Ríos, concuñado del gobernador Gustavo Sáenz, subrayó el compromiso del gobierno provincial con un desarrollo sustentable y responsable.
Sin embargo, la firma aún no realizó el pedido formal para adherirse al Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI), un paso fundamental para la viabilidad del proyecto y para acceder a beneficios que faciliten su desarrollo. Hasta ahora, 13 proyectos están inscriptos en dicho régimen, de los cuales cuatro fueron aprobados.
Según datos oficiales proporcionados por First Quantum Minerals, Taca Taca será una mina a cielo abierto con una vida útil estimada de 32 años. Contará con una capacidad de procesamiento de hasta 60 millones de toneladas de mineral anuales, y su producción anual podría alcanzar 275.000 toneladas de cobre fino, 125.000 onzas de oro y 3.500 toneladas de molibdeno.
El yacimiento posee reservas minerales de más de 1.750 millones de toneladas, con una ley media de 0,44% de cobre, 0,012% de molibdeno y 0,09 gramos por tonelada de oro, lo que equivale a recursos de 7,73 millones de toneladas de cobre, 2,13 millones de toneladas de molibdeno y 5 millones de onzas de oro.
El desarrollo implica una ocupación territorial superior a 2.500 hectáreas e incluirá la construcción de una planta de procesamiento, instalaciones para almacenamiento de relaves y roca estéril, además de una nueva línea de transmisión eléctrica, carretera de acceso y mejoras ferroviarias para conectar con puertos en Chile cercanos a Antofagasta.
El proyecto se emplaza a más de 3.500 metros sobre el nivel del mar, en una zona desértica del noroeste argentino, caracterizada por la ausencia de poblaciones en un radio de al menos 35 kilómetros y condiciones naturales con precipitaciones limitadas y escasa flora y fauna. Esta característica facilita una planificación ambiental con menor impacto social y ecológico.
First Quantum destaca que el diseño de la mina incorpora medidas de seguridad ambiental, como el almacenamiento de residuos en zonas planas dentro de cuencas de evaporación a baja altitud, lo que minimiza el riesgo para fuentes de agua dulce y ecosistemas sensibles. Además, instalarán una cortina de pozos alrededor de las áreas de almacenamiento para monitorear y gestionar el agua hipersalina de manera sostenible.
Comprometido con la sostenibilidad, el proyecto integrará fuentes de energía renovable, principalmente solar y eólica, abundantes en la región, complementadas con gas natural cuando sea necesario. Esta estrategia apunta a minimizar la huella de carbono y alinearse con los objetivos provinciales y nacionales de desarrollo sustentable.
La flota minera utilizará equipos eléctricos de clase ultra y contará con dos circuitos de molienda paralelos basados en diseños estandarizados, que aceleran la construcción y reducen riesgos técnicos, siguiendo modelos probados en otros proyectos globales de First Quantum.
Con una inversión proyectada de USD 3.600 millones, Taca Taca se posiciona como una de las mayores apuestas en infraestructura productiva en la última década en Argentina. Se espera que la obra genere miles de empleos directos e indirectos durante su construcción, prevista para extenderse al menos tres años, y continúe con una operación de aproximadamente tres décadas.
El impacto económico se extenderá a las cadenas de valor locales, beneficiando sectores como transporte, servicios técnicos, provisión de insumos y logística, con un fuerte efecto multiplicador para la región y el país.
First Quantum ha enfatizado que este proyecto podría ser clave para reactivar la economía argentina y posicionar al país como un proveedor estratégico de cobre, un mineral fundamental para tecnologías limpias y la transición energética global.
En abril de 2025, la compañía organizó un taller informativo en San Antonio de los Cobres, la localidad más cercana al proyecto, con la participación de más de 200 personas, incluyendo referentes comunitarios, concejales, estudiantes y vecinos.
En ese encuentro, se explicaron las características del proyecto, las etapas de desarrollo previstas y se abordaron inquietudes sobre el impacto ambiental, el uso del agua y la generación de empleo local, reforzando el compromiso con la transparencia y la licencia social.
El proyecto Taca Taca representa una oportunidad clave para la minería argentina y para la economía del noroeste del país. Si bien la construcción podría iniciarse este año, dependerá de que la empresa formalice su adhesión al Régimen de Grandes Inversiones y avance con los permisos y acuerdos necesarios.
El desarrollo de esta mina no solo aportará cobre, oro y molibdeno, sino que también se perfila como un motor para la innovación ambiental y social, alineado con las demandas globales de sostenibilidad y energía limpia.
El liderazgo de figuras como Martín de los Ríos y el apoyo provincial serán cruciales para asegurar que esta inversión estratégica genere beneficios concretos para Salta y Argentina.