Por Agroempresario.com
En el corazón de la economía regional de Mendoza, la vitivinicultura representa mucho más que una actividad productiva: es identidad, trabajo y proyección internacional. En este contexto, el gobierno provincial anunció una inyección de $3000 millones para financiar la cosecha de uva, el acarreo y la elaboración de vinos, a través del fortalecimiento del Fondo para la Transformación y el Crecimiento (FTyC).
El paquete económico, formalizado mediante el Decreto N° 1189, fue firmado por el gobernador Alfredo Cornejo y refrendado por el ministro de Hacienda y Finanzas, Víctor Fayad. La norma, publicada en el Boletín Oficial, establece que la totalidad del monto será financiada con recursos propios del presupuesto 2025, sin recurrir a endeudamiento externo o emisión.
La medida busca facilitar créditos con tasas subsidiadas que permitan a productores y bodegas afrontar una etapa crítica del año: la vendimia. Este tramo del ciclo productivo requiere un volumen considerable de capital de trabajo para sostener niveles de calidad, continuidad y competitividad, pilares que han convertido al vino mendocino en un embajador argentino en los mercados del mundo.
La línea de crédito priorizará el financiamiento de tareas clave como la cosecha, el traslado de la uva (acarreo) y la posterior vinificación. Además, se destinarán fondos a subsidios a la tasa de interés, una herramienta fundamental en un escenario de altísimo costo financiero que complica el acceso al crédito tradicional.
La administración de los recursos estará a cargo de Mendoza Fiduciaria S.A., en línea con lo previsto por la Ley N° 9497 y la Ley N° 9601, que regulan el funcionamiento del Fondo para la Transformación. A su vez, el ministro de Producción, Rodolfo Vargas Arizu, podrá diseñar programas complementarios según las necesidades de cada eslabón de la cadena vitivinícola.
Desde el pequeño productor hasta las grandes bodegas exportadoras, todos podrán postular a estas líneas, lo que permite adaptar la política pública a la diversidad del ecosistema productivo provincial.
Este respaldo financiero llega en un momento donde muchas empresas vitivinícolas, especialmente las de menor escala, enfrentan limitaciones severas para acceder a créditos bancarios debido a tasas prohibitivas o restricciones operativas. En este contexto, el anuncio se presenta como una alternativa concreta para garantizar la continuidad productiva, mantener empleos y cumplir con compromisos comerciales.
El decreto también establece que la Tesorería General de la Provincia será la encargada del desembolso, mediante una cuenta específica, con el objetivo de asegurar transparencia y eficiencia en la ejecución de los fondos.
La vitivinicultura es motor económico y cultural de Mendoza, generadora de miles de empleos directos e indirectos, e impulsora del desarrollo regional en zonas rurales. Además de su peso en la balanza comercial, el vino es un producto insignia del país, con una marca país consolidada en mercados internacionales.
Con esta medida, el gobierno de Mendoza reafirma su compromiso con el sector, apostando no solo al presente de la vendimia, sino también a su futuro. El fortalecimiento institucional del FTyC y el diseño de herramientas financieras adaptadas a la realidad del sector consolidan una política pública orientada a proteger una economía regional clave, en un escenario desafiante.