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Por Agroempresario.com
En un mundo donde los likes, los streams y los comentarios definen buena parte de la vida cotidiana, un grupo de creadoras de contenido decidió desconectarse por un momento del plano digital para jugar un partido distinto. Convocadas por el equipo de esports Oxen, siete gamers e influencers argentinas dieron el salto de las redes sociales a la cancha: armaron un equipo de fútbol femenino que ya se consagró campeón en su primera competencia.
La propuesta nació de la cabeza de Mateo Astarloa, CEO de Oxen, una organización de deportes electrónicos conocida por su participación en Valorant. En lugar de seguir apostando exclusivamente al gaming competitivo, Astarloa se animó a innovar: “¿Y si pasamos del joystick a los botines?”, se preguntó. El resultado fue una movida pionera que mezcla deporte, entretenimiento digital y comunidad femenina, y que pone el foco en una nueva forma de generar contenido: jugando fútbol en la vida real.
Las elegidas para esta aventura fueron Caro Vázquez, Solcito Frocham, Juachu Olivera, Chofa, Jachu Maidana, Angie Bacigalupo, Soledad Arena y Sol Egdyz. Todas ellas tienen una fuerte presencia en redes como Instagram, TikTok y Twitch, y venían desarrollando sus carreras en el ecosistema del contenido digital. Algunas ya habían pateado una pelota en algún partido informal; otras, apenas conocían las reglas. Pero lo cierto es que se animaron a cambiar el joystick por los botines y hoy integran un equipo que juega cada fin de semana en torneos de fútbol 7 en Zona Norte, Buenos Aires.
“Cuando me llegó el mensaje por Instagram pensé que era una estafa piramidal”, confiesa entre risas Caro Vázquez, streamer y conductora en AFA Estudio, hoy arquera titular del equipo. “Era raro que un equipo de esports quisiera meterse en fútbol femenino amateur. Pero fue justo eso lo que me convenció: alguien apostando donde pocos se animan”.
Sol Egdyz, conocida por su contenido humorístico y lifestyle, también dudó al principio. “No conocía la cuenta de Oxen y desconfié. Pero cuando entendí que era jugar al fútbol con otras mujeres creadoras, me encantó”, contó. Esa sensación de incertidumbre inicial se transformó en entusiasmo a medida que el proyecto tomaba forma y la pelota comenzaba a rodar.
El equipo no tardó en encontrar ritmo. Tras un debut con derrota, encadenaron seis victorias consecutivas, terminaron segundos en la fase regular con 26 goles a favor, y coronaron la campaña con un triunfo en la final por 2-0, lo que les valió su primer título.
Más allá de los resultados deportivos, la experiencia generó una conexión genuina entre ellas. “Formamos un grupo hermoso. Cada una hace contenido distinto, pero nos unimos gracias al fútbol”, dijo Caro. “Nos apoyamos mucho entre todas, en la cancha y fuera de ella”.
Uno de los temas que atraviesa este proyecto es la visibilización del fútbol femenino y el rompimiento de estereotipos. “Sigue siendo tabú que una mujer quiera jugar al fútbol. Mostrar esto ayuda a naturalizarlo y abrir más espacios”, señaló Jachu Maidana, una de las jugadoras y creadoras del grupo.
Muchas de ellas crecieron sin referentes femeninos en la cancha. “Me hubiese encantado ver mujeres jugando al fútbol cuando era chica. Por eso me encanta ser parte de esto: puede inspirar a otras a que se animen”, expresó Sol Egdyz.
La apuesta de Oxen no fue solo deportiva o social, también tiene una mirada estratégica. En un entorno donde las marcas buscan proyectos auténticos y con llegada orgánica, este equipo se convierte en un espacio ideal para acciones de marketing, colaboraciones, transmisiones y activaciones. Todo, con un enfoque innovador que cruza fútbol, gaming y contenido.
“Es una movida superinteligente. Hay visión de negocio, de networking y de construir algo que funcione en lo laboral para todas”, explicó Caro. El engagement lo confirma: los videos del equipo suman miles de visualizaciones y likes en TikTok, con momentos virales y reacciones divertidas del público.
Lo que comenzó como un mensaje en Instagram terminó transformándose en una comunidad real, una red de apoyo entre mujeres que comparten el mismo oficio y una misma pasión. Lo que antes era solo contenido, ahora también es camaradería, competencia y juego real.
“El fútbol nos dio otra forma de encontrarnos. De salir de la pantalla y vernos en otro plano. Nos hizo crecer como equipo, como amigas y como creadoras”, cerró Caro.
Este equipo de fútbol femenino no solo juega para ganar partidos, sino para dejar un mensaje: que el contenido digital también puede inspirar, conectar y romper moldes cuando se lleva a la acción.
