Por Agroempresario.com
La historia de Jerry Buss no solo es una lección sobre negocios deportivos, sino también una epopeya del ingenio, la visión y la osadía. Desde su infancia humilde en Wyoming hasta edificar el imperio de Los Ángeles Lakers, este excéntrico empresario químico redefinió el espectáculo en el deporte profesional, posicionando a los Lakers como la franquicia más valiosa del mundo con un valor de 10 billones de dólares. A través de su legado, la NBA se convirtió en un fenómeno cultural global, alimentado por estrellas, títulos y luces de Hollywood.
Jerry Buss nació en Wyoming en 1933, en el marco de la Gran Depresión. Su infancia estuvo marcada por el esfuerzo, el trabajo duro y la pobreza. Junto a su madre, hacía fila para conseguir pan, y antes de ir a la escuela cavaba zanjas con su padrastro en suelos congelados. Sin embargo, estas circunstancias no fueron obstáculos para sus aspiraciones. Tras conseguir una beca universitaria, se doctoró en fisicoquímica, iniciando una carrera que lo llevaría a transformar su destino.
Fue en el sector inmobiliario donde Buss comenzó a cimentar su fortuna. Con un socio compró un edificio de 14 departamentos que alquilaron, generando ingresos constantes. Esa primera inversión fue el punto de partida para una serie de movimientos que lo posicionaron como un empresario exitoso, con una fortuna estimada en 350 millones de dólares.
En 1979, Jerry Buss dio el paso que cambiaría la historia del deporte: compró Los Ángeles Lakers a Jack Kent Cook. El paquete incluía también a los Kings de la NHL, el Forum de Inglewood y el rancho Raljon en Sierra Nevada, todo por 67.5 millones de dólares. La operación también incluyó el contrato de arrendamiento del edificio Chrysler en Nueva York y propiedades en Virginia, Massachusetts y Maryland.
Con los Lakers, Buss no sólo buscaba ganar campeonatos; quería redefinir el concepto del entretenimiento deportivo. Su primera gran decisión fue apostar por el joven Earvin "Magic" Johnson, quien se había consagrado en la NCAA con Michigan State.
Magic y Jerry Buss se conectaron de inmediato. Buss lo llevó a fiestas, lo introdujo a su mundo de celebridades y se convirtió en una figura paterna para el joven jugador. En la cancha, el juego de Johnson le dio a los Lakers un estilo electrizante, mientras que fuera de ella, Buss ideaba el "Showtime": un concepto que transformó el Forum en una celebración constante.
Las porristas tradicionales fueron reemplazadas por las "Lakers Girls", bailarinas entrenadas para ofrecer un show de nivel hollywoodense. Las celebridades de la música y el cine comenzaron a ocupar los asientos de primera fila. Jack Nicholson, Rod Stewart y otras estrellas hicieron de los Lakers un evento de moda.
Los resultados deportivos no tardaron en llegar. En su primera temporada con Magic, los Lakers vencieron a los Philadelphia 76ers y se coronaron campeones de la NBA. A lo largo de los '80, ganaron cinco campeonatos en ocho finales, derrotando dos veces a los Boston Celtics, su rival histórico.
El "Showtime Lakers" se convirtió en un fenómeno global. La NBA, que hasta entonces luchaba por su identidad, encontró en los Lakers un modelo de franquicia moderna: brillante en lo deportivo y magnética en lo mediático.
En los '90, con el declive de Magic y Kareem, los Lakers necesitan reinventarse. Jerry West, ahora como ejecutivo, fue clave. En 1996, firmaron a Shaquille O'Neal y canjearon a Vlade Divac para quedarse con el joven Kobe Bryant. Años más tarde, con la llegada del entrenador Phil Jackson, iniciaron una nueva dinastía.
Entre 2000 y 2002, los Lakers ganaron tres campeonatos consecutivos. Tras la salida de Shaq, Kobe se transformó en el ícono absoluto del equipo. Junto a Pau Gasol, conquistaron dos títulos más en 2009 y 2010, incluyendo una revancha frente a los Celtics.
Jerry Buss fue más que un empresario. Su estilo relajado, sus gafas oscuras y su afición por la vida nocturna lo hacían una figura singular. Mantuvo siempre una visión centrada en el entretenimiento y el bienestar de su equipo.
Fue conocido por gestos generosos como regalar un Mercedes a Michael Cooper tras un campeonato, o mantener en la nómina a Rasheed Hazzard tras un derrame cerebral, para garantizar el sustento de su familia.
Buss también fue un mentor para jugadores como Magic Johnson y Kobe Bryant. Ambos lo consideraban una figura paterna. En palabras de Bryant: "Hablaba de tener dos hijos en esta franquicia: Magic y yo. Eso fue muy especial".
Tras su muerte en 2013, a causa de un cáncer de próstata, su hija Jeanie Buss tomó el control de la franquicia. En 2025, concretó la venta del equipo a Mark Walter por 10 billones de dólares. No obstante, Jeanie sigue al frente como gobernadora, manteniendo vivo el legado de su padre.
Hoy, los Lakers son sinónimo de espectáculo y éxito. Con 17 campeonatos, una presencia permanente en los medios y una base de fans global, la franquicia representa el sueño que Jerry Buss imaginó y concretó.
Su legado no está solo en los títulos, sino en la forma en que transformó la relación entre el deporte y el espectáculo. Creó una experiencia, una cultura, una forma de vivir el básquet que hoy sigue siendo imitada en todo el mundo. El "Showtime" sigue vivo.