Por Agroempresario.com
En el marco del Ciclo Audiovisual “Villanos a Héroes” de Agroempresario.com, recibimos a Federico Wajnerman, CEO de M4Life, en una entrevista exclusiva conducida por Carlos Becco. Durante el encuentro, Wajnerman compartió la inspiradora historia de esta startup agtech nacida en Tucumán, que hoy está revolucionando el universo de los biológicos aplicados a la agricultura.
A partir de una premisa tan clara como desafiante —“transformar los problemas en oportunidades”—, Federico relató cómo un equipo multidisciplinario, compuesto por científicos del CONICET, especialistas del mundo corporativo y él mismo desde las finanzas, logró construir una empresa que entrena microorganismos para volverlos más consistentes, previsibles y escalables. Así, M4Life se posiciona como uno de los proyectos más prometedores dentro del ecosistema de la agrobioindustria argentina, apuntando a soluciones sustentables y de alto impacto para el presente y el futuro del agro.
“Hoy en día el 5% de los insumos agropecuarios son biológicos. Nada más. El 95% son químicos”, explicó Wajnerman, resaltando el gran potencial de crecimiento de este sector.
Aunque los microorganismos no son nuevos en la agricultura –se utilizan desde hace 50 años en Argentina–, la falta de previsibilidad y consistencia sigue siendo su gran talón de Aquiles.
"Uno de los grandes desafíos de los biológicos es que no se comportan siempre igual, como sí lo hacen los productos químicos. Y eso genera desconfianza en el productor", explicó.
M4Life es una startup agtech nacida en Tucumán, formada por tres científicos con décadas de investigación en microorganismos vegetales en el CONICET. Junto a ellos se sumó Sandra, una bóloga con amplia trayectoria en el mundo corporativo, y luego Federico, con experiencia de 15 años en el mundo financiero en Estados Unidos.
"Yo venía de trabajar en bancos, pero quería emprender con impacto. Algo que trascienda. Y el proyecto de M4Life era eso: ciencia argentina aplicada a transformar la agricultura".
La conexión entre ciencia y negocio se dio gracias al fondo SF500, que invierte en proyectos científicos con potencial empresarial. “Fue una especie de Tinder entre científicos y empresarios”, comentó entre risas.
El diferencial de M4Life está en el desarrollo de una tecnología propia que denominaron bioentrenamiento. La idea es sencilla pero poderosa: tomar microorganismos con gran potencial pero imprevisibles y entrenarlos para que tengan alto rendimiento consistente en cultivos como maíz, trigo, tomate o garbanzo.
"Es como tener un chico con talento en el potrero, pero entrenarlo para que juegue en el Barcelona y sea campeón del mundo. Eso hacemos con los microorganismos: los llevamos de potrero a primera."
El equipo recolectó muestras en zonas extremas como la ruta entre Tucumán y Salta, buscando extremófilos, microorganismos que sobreviven en condiciones donde no crece casi nada. "Una de nuestras científicas vio una planta creciendo al costado de la ruta y dijo: 'algo hay ahí'. Investigamos el suelo y descubrimos microorganismos espectaculares".
En apenas tres años, M4Life logró lanzar dos productos al mercado argentino, algo poco común en el mundo de la biotecnología, donde los tiempos de desarrollo suelen ser largos.
"Tuvimos la confianza de un grupo lácteo en Colombia, Alpina, y seguimos trabajando en Tucumán. No nos fuimos del país. Hoy nuestros productos se usan en Argentina y se está evaluando su aplicación en zonas como África, donde las condiciones extremas son similares a las que usamos para el bioentrenamiento".
El mercado global se prepara para una transición: para 2045-2050, se espera que el mercado de fitosanitarios esté equilibrado entre soluciones químicas y biológicas. Argentina no puede quedar fuera.
En palabras de Wajnerman: "Hoy nadie niega que el futuro de los agrobionegocios está ligado a la sustentabilidad. Y no hay sustentabilidad sin innovación".
"El mundo emprendedor en Argentina es muy amable y colaborativo. Potenciales competidores son también aliados. Todos queremos que esta industria crezca", destacó.
Agradeció especialmente el apoyo del equipo científico de M4Life –Conrado, Paula, Ricardo, Sandra– y de Carlos Becco: "Carlos, vos sos una de esas personas que nos dio visibilidad. Tu experiencia suma mucho".
Finalmente, dejó un mensaje para los emprendedores: "Nunca es el momento perfecto para empezar. Pero hay que hacerlo. Una buena idea sin buena ejecución no sirve. Hay que rodearse de gente que complemente lo que uno no sabe y avanzar".