Por Agroempresario.com
En un contexto de caída global y local de la inversión extranjera directa (IED), Argentina logró una destacada excepción con un ambicioso proyecto energético en Vaca Muerta. Según el World Investment Report 2025 publicado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), la iniciativa liderada por YPF y Shell para producir gas natural licuado (GNL) fue el mayor anuncio de inversión energética en todo el mundo durante 2024.
Con una proyección de inversión cercana a los USD 30.000 millones, esta alianza entre la estatal argentina y la multinacional angloholandesa representa un punto de inflexión para el sector energético del país y para su posicionamiento internacional. En medio de un escenario marcado por tensiones geopolíticas, menor apetito por activos fósiles y trabas estructurales internas, el proyecto surge como un motor potencial de exportaciones, empleo e infraestructura.
El informe de la UNCTAD remarcó que el proyecto Argentina LNG, que se desarrollará en etapas, significó el mayor desembolso anunciado en el sector energético en todo el mundo en 2024. En un año en que la IED cayó 11% a nivel global, con retrocesos aún más pronunciados en Europa y Asia, la apuesta por el GNL en la cuenca neuquina se destacó por su volumen, su impacto estratégico y su proyección de largo plazo.
El texto del organismo internacional señala que “el procesamiento y refinamiento de combustibles fósiles experimentó un alza del 16%, impulsado principalmente por una planta de gas natural licuado valorada en 30.000 millones de dólares en Argentina, desarrollada por Shell y YPF”.
El plan contempla la construcción de una planta flotante de licuefacción de gas frente a las costas de Río Negro, sumado a un gasoducto desde Vaca Muerta y otras obras complementarias. El desarrollo se dividirá en tres fases:
La inversión inicial estimada de USD 10.000 a 12.000 millones se incrementa si se consideran costos upstream y de perforación. La decisión final de inversión (FID, por sus siglas en inglés) se espera para el primer trimestre de 2026, según fuentes de YPF.
Mientras la economía mundial registró caídas en los flujos de capital externo, particularmente en Europa (-58%), China (-29%) y América Latina (-12%), Argentina logró posicionarse como destino atractivo, aunque aún con desafíos. En el primer cuatrimestre de 2025, la IED neta fue negativa por USD 2.190 millones, una señal de las restricciones internas y la desconfianza persistente.
Sin embargo, la ONU destacó que sectores estratégicos como el GNL, el litio y el cobre muestran mayor dinamismo. El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), lanzado por el Gobierno argentino, busca captar proyectos de envergadura y mejorar la previsibilidad normativa, tributaria y cambiaria.
La gestión de Javier Milei ha impulsado una serie de reformas orientadas al mercado, eliminando restricciones cambiarias y facilitando la repatriación de utilidades, entre otras medidas. Este enfoque fue valorado en el World Investment Report, aunque se reconoce que los resultados aún no se traducen en una reversión del flujo negativo de capitales.
Para proyectos como el de GNL en Vaca Muerta, la estabilidad macroeconómica y regulatoria será clave para garantizar la concreción de las inversiones comprometidas. También se requiere consenso político, coordinación con provincias como Río Negro y Neuquén, y acuerdos sostenibles con actores internacionales.
Consultoras como Wood Mackenzie y Rystad Energy coinciden en que Vaca Muerta es el mayor yacimiento de no convencionales fuera de América del Norte. Su capacidad de crecimiento y exportación puede posicionar a Argentina como un proveedor confiable en un mundo que aún demanda gas natural como puente en la transición energética.
Los desarrollos de GNL no solo aportarán divisas y empleo, sino que permitirán mayor autonomía energética, reducción del déficit comercial energético y eventual integración regional a través de contratos a largo plazo.
En este sentido, se proyecta que las capacidades de licuefacción plena podrían alcanzarse entre 2030 y 2038, acompañadas de inversiones complementarias en infraestructura, tecnología y logística portuaria.
El informe también destacó el crecimiento de la minería de minerales críticos en Argentina, especialmente el litio. Provincias como Catamarca, Salta y Jujuy han captado inversiones extranjeras en proyectos vinculados al abastecimiento de baterías y movilidad eléctrica. A esto se suma la potencialidad en cobre, potasio y tierras raras.
Estas oportunidades colocan al país en el radar de fondos soberanos, compañías automotrices y tecnológicas que buscan diversificar sus cadenas de suministro ante las tensiones entre China, Estados Unidos y Europa.