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Por Agroempresario.com
Marisa Brel fue durante años una cara conocida de la televisión argentina. Periodista, escritora, panelista y productora, parecía haber encontrado su lugar en los medios. Sin embargo, su verdadera reinvención profesional llegó desde un rubro inesperado: el network marketing, también llamado marketing multinivel, una modalidad de negocios basada en la venta directa y la construcción de redes comerciales. En apenas ocho años, Brel se convirtió en la primera argentina en alcanzar un millón de dólares en comisiones dentro de Fuxion, una empresa internacional de bebidas nutracéuticas.
La historia de Brel es un caso testigo de cómo el network marketing puede funcionar como herramienta de transformación profesional, económica y personal. Según datos del sector, más de 100 millones de personas en todo el mundo participan en sistemas de marketing de red. Aunque en Argentina aún es percibido con cierta desconfianza, este modelo de negocio crece cada año, en especial entre mujeres, emprendedores y personas que buscan nuevas formas de trabajo flexible.
“Si vuelvo al periodismo va a ser por algo que me inspire mucho”, confesó Brel en diálogo con este medio. “Hoy necesito que me vean como empresaria. Empecé este camino cuando nació mi hijo Timoteo, hace 13 años. Le pedí a Dios una oportunidad que me diera tiempo y dinero. Quería salir del sistema tradicional de trabajar para otros”. Ese deseo la llevó a explorar una alternativa poco común entre figuras del espectáculo, y terminó transformando su estilo de vida por completo.
Fundada en Perú por Álvaro Zúñiga Benavides, Fuxion se dedica a la elaboración de bebidas nutracéuticas: productos en polvo que aportan nutrientes como vitaminas, minerales, aminoácidos y antioxidantes, orientados al bienestar y la salud. Fue esa propuesta la que sedujo a Brel, quien en 2017 decidió sumarse como distribuidora independiente.
“Yo tomaba dos litros de gaseosa por día. Cuando me mostraron que había una alternativa más saludable, me entusiasmé. Pero lo que más me atrajo fue la posibilidad de ayudar a otras personas a emprender”, comentó. El modelo de negocios de Fuxion se basa en la venta directa sin intermediarios y en la formación de equipos. Cada vendedor puede generar ingresos por las ventas propias y por el volumen de ventas de su red.
Lo que diferencia al network marketing de esquemas piramidales ilegales, subraya Brel, es que aquí sí hay un producto tangible, con respaldo legal y científico: “Lo piramidal no tiene producto, no paga impuestos, no tiene estructura. Fuxion, en cambio, está regulada por organismos como la FDA, Anmat y autoridades sanitarias de la Unión Europea. La gente todavía se confunde porque hay desinformación”, afirmó.
El ingreso al sistema, a diferencia de otros modelos de negocios, no requiere una inversión alta. “Yo empecé con 15 cajas. Esa fue toda la inversión. Desde entonces, todo lo que gano lo invierto y lo sostengo con las ventas”, explica. Gracias al sistema de drop shipping, el distribuidor no necesita almacenar productos: los pedidos se hacen desde una tienda online personalizada y Fuxion los entrega directamente al consumidor.
Actualmente, Brel lidera una red de más de mil personas en doce países, con 5.500 clientes activos y un volumen de ventas que no para de crecer. La compañía, además, premia a sus mejores vendedores con viajes internacionales. “Ya estuve en Rusia, Dubai, Tailandia, Aruba, Curazao y Machu Picchu. Son experiencias increíbles, y muchas personas de mi equipo viajaron por primera vez en su vida gracias a esto”, contó.
Brel hace hincapié en que este modelo representa una oportunidad real, especialmente para las mujeres. “Después de los 40, muchas sienten que quedaron fuera del sistema. Este negocio no te pide experiencia, ni estudios, ni contactos. Solo compromiso y ganas de aprender. Muchas mujeres logran independencia económica, autoestima y liderazgo”, sostuvo.
La flexibilidad es otro de los pilares del sistema. Cada persona define cuánto tiempo le dedica y a qué ritmo quiere crecer. “No hay jefes ni horarios. Es un modelo meritocrático: cobrás según lo que hacés. Si construís bien tu red, podés vivir de los ingresos residuales sin estar todo el día conectada”, explicó.
En redes sociales como TikTok o Instagram, Marisa muestra cómo promociona sus productos y gestiona sus ventas diarias, que pueden llegar hasta las 150 cajas. “Hoy la tecnología permite escalar este negocio de forma global. La gente entra a mi tienda virtual, elige lo que quiere y Fuxion lo entrega. Estamos en 30 países y este año abrimos Uruguay y parte de Europa. A futuro vamos a llegar a Asia”, anticipó.
Como todo sistema no tradicional, el network marketing también tiene detractores. “Hubo muchas marcas que se presentaron como multinivel y resultaron ser estafas. Eso generó desconfianza. Pero una empresa seria tiene productos reales, capacitación constante y transparencia en los pagos”, diferenció Brel.
En el caso de Fuxion, aseguró que la clave del éxito está en el producto y en la educación financiera y emocional que ofrecen a sus vendedores. “Acá no se trata solo de vender. Se trata de transformar tu mentalidad. Es un proceso de crecimiento personal. Yo no vendo cajas, cuento historias de cambio”.
En 2018, una experiencia personal reforzó su decisión de dejar la televisión. “Casi pierdo a mi hija. Si no hubiera tenido una buena prepaga, no lo habría contado. Ahí entendí que necesitaba libertad económica para tomar decisiones. En la tele, trabajás 30 años y si te va bien te aplauden, pero no te suben el sueldo. Acá, si hacés las cosas bien, te lo reconocen en comisiones”.
Aunque muchos la siguen asociando al mundo del espectáculo, Marisa Brel ya eligió otro camino. Hoy es formadora, mentora y conferencista. “Me siguen llamando para volver a la televisión, pero estoy enfocada en este proyecto. Creo en el liderazgo consciente, en el poder de emprender y en el impacto que cada uno puede generar”.
Su historia refleja el auge de un modelo de negocios que, aunque aún no es masivo en Argentina, se expande con fuerza en América Latina y el mundo. El network marketing ofrece algo cada vez más valorado: autonomía, impacto, propósito y posibilidad real de ingresos crecientes.
“Creo en Dios, en la ley de atracción y en trabajar por los sueños. Este modelo me dio todo eso. Hoy soy libre”, concluyó.
