Por Agroempresario.com
La industria automotriz argentina, con más de siete décadas de trayectoria, enfrenta hoy uno de sus mayores desafíos: adaptarse a una transformación tecnológica, social y económica que redefine por completo el concepto de movilidad. Así lo expresó Martín Zuppi, presidente de Stellantis Argentina y titular de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), durante su participación en el Forbes CEO Summit. En ese marco, el ejecutivo enfatizó la urgencia de insertarse activamente en un nuevo paradigma donde el auto deja de ser un producto tradicional para convertirse en una experiencia de uso, cada vez más tecnológica, diversa y conectada.
“El auto ya no es un lujo, es un servicio. Y el cambio es tan profundo que, si no reaccionamos a tiempo, quedamos fuera del mapa”, afirmó Zuppi. En el evento, analizó cómo tendencias globales como el carsharing, la transición hacia energías limpias, y el desarrollo del vehículo autónomo están desafiando el modelo clásico de producción y consumo automotor.
“Hace 130 años que los autos los manejan personas. En diez o quince años, probablemente eso ya no sea así”, remarcó. Y agregó: “¿Qué pasa con los talleres, con los seguros, con la infraestructura si los autos no chocan más ni requieren conductor? El ecosistema completo cambia, y no se puede improvisar una respuesta”.
Para Zuppi, la clave está en tomar decisiones audaces pero sistémicas, que involucren al Estado, las empresas y los sindicatos. “La movilidad del futuro requiere desarrollo tecnológico, inversión y un marco institucional que acompañe. No podemos pedirle a un CEO global que entienda las complejidades argentinas si nosotros no damos previsibilidad”, subrayó.
Uno de los ejemplos más recientes del compromiso de Stellantis con la producción local es el lanzamiento de la Fiat Titano, una pick-up mediana fabricada en Córdoba. El proyecto, que demandará la incorporación de 1.800 nuevos trabajadores, se inscribe en un contexto complejo donde las condiciones macroeconómicas locales exigen una enorme capacidad de argumentación interna dentro de las corporaciones multinacionales.
“Es muy difícil explicar la lógica argentina a un CEO global. En una reunión me sacaron de la presentación y me dijeron: ‘Vos sos argentino, vos lo entendés. Yo no quiero entenderlo’. Fue como sacar un empate de visitante”, relató con franqueza.
Pese a esas dificultades, Zuppi valora la capacidad de resiliencia de la industria nacional. “Llevamos 70 años fabricando autos. No somos improvisados. Pero para seguir compitiendo, necesitamos reglas claras y sostenidas en el tiempo”, enfatizó.
Una de las características más innovadoras del nuevo plan industrial de Stellantis en Córdoba es su enfoque en la inclusión. La mitad de las nuevas incorporaciones serán mujeres, algo inédito en un sector históricamente masculino.
“La industria automotriz ya no requiere fuerza física. Hoy, todo está asistido por robótica e ingeniería. Las mujeres trabajan en nuestras líneas de producción igual o mejor que los hombres”, destacó Zuppi. Y añadió: “La inclusión no puede ser solo discurso. Hay que llevarla a la práctica con políticas concretas”.
Con más de 30 años en la industria y siete como presidente de la compañía, Zuppi compartió una visión moderna del liderazgo. “El error más grande que puede cometer un CEO es pensar que todo depende de él. Si no confiás en que tu equipo puede tomar decisiones sin vos, el problema sos vos”, señaló.
Rescató la importancia de formar personas y darles autonomía. “No me acuerdo cuántos autos vendimos en febrero, pero sí lo que me dejó cada jefe. El liderazgo es escuchar, delegar y confiar. Como Scaloni con Messi: uno no le enseña al otro a patear un tiro libre, pero sí crea el entorno para que brille”.
Mirando al futuro, Zuppi sostuvo que el auto dejará de ser valorado por su motor o velocidad, y pasará a medirse por la experiencia que ofrece a bordo. “En diez años, si viajan cuatro personas en un auto, una va a querer dormir, otra mirar una película, otra escuchar música y otra leer. Ninguno va a manejar. ¿Qué tipo de experiencia les damos a bordo? Esa va a ser la pregunta clave”, explicó.
En este sentido, comparó al auto del futuro con un avión: “Hoy nadie elige una aerolínea porque maneje bien. La elige por el horario, el servicio, la comodidad. Con los autos va a pasar lo mismo”.
Para Zuppi, la transformación de la industria automotriz no es un escenario lejano, sino un presente que exige decisiones inmediatas. “El cambio ya está ocurriendo. No podemos seguir pensando con lógica de los años 90. Necesitamos políticas públicas que acompañen, inversión sostenida y una mentalidad abierta al cambio”.
Stellantis ya comenzó ese camino en Argentina con inversiones, nuevos modelos y una apuesta fuerte por la diversidad. Pero para que el país aproveche su potencial, se necesita una visión compartida, sostenida y estratégica. “Argentina no puede quedarse atrás”, concluyó.