Por Agroempresario.com
En una medida celebrada por el sector exportador, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) oficializó una serie de cambios regulatorios orientados a reducir la burocracia y los costos asociados al uso de embalajes de madera –como pallets y cajones– en operaciones comerciales internacionales.
La Resolución 450/2025, publicada este miércoles en el Boletín Oficial, modifica significativamente los requisitos que debían cumplir productores y empresas para transportar mercancías sobre estructuras de madera. Según el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, se trata de una decisión que responde a una necesidad real del sector productivo: simplificar procesos sin perder control sanitario.
“Cada trámite menos es una capa de costos menos”, escribió el funcionario en su cuenta de X (ex Twitter), donde explicó que a partir de ahora, quienes exporten productos no vegetales ya no estarán obligados a gestionar el Documento de Tránsito Sanitario Vegetal Electrónico (DTV-e). Este requisito regía incluso si la mercadería no estaba relacionada con productos agrícolas, solo por el uso de pallets de madera.
Hasta ahora, toda operación de exportación que incluyera madera como material de embalaje debía contar con un DTV-e, incluso cuando los productos transportados no requerían fiscalización vegetal. Esto generaba trámites duplicados, demoras y sobrecostos que afectaban a rubros como la minería, la metalurgia o incluso la exportación de electrodomésticos.
Con la nueva resolución, el Senasa aclara que el DTV-e será obligatorio únicamente para los operadores que comercialicen productos o subproductos de origen vegetal. De esta forma, el uso de pallets de madera por sí solo ya no implica la necesidad de presentar dicho documento.
Esta desregulación apunta a mejorar la competitividad del comercio exterior argentino, reduciendo cargas administrativas que, en muchos casos, no se traducen en beneficios sanitarios concretos. El titular del Senasa, Pablo Cortese, firmó la norma que entrará en vigencia de inmediato.
Otra modificación relevante tiene que ver con la simplificación del proceso para que los centros de tratamiento y armado de embalajes de madera puedan operar. A partir de ahora, bastará con presentar una declaración jurada, sin necesidad de obtener una habilitación previa del organismo sanitario.
Esta declaración tendrá vigencia indefinida, aunque el Senasa podrá realizar inspecciones dentro de los 15 días posteriores a su presentación, para verificar el cumplimiento de las condiciones fitosanitarias establecidas.
Además, quedó sin efecto la obligación de gestionar la Autorización Fitosanitaria de Embalajes de Madera de Exportación (AFEME) por cada embarque. Esta medida, según anticipan desde el sector logístico, tendrá un impacto positivo en los tiempos y costos de operación, al eliminar trámites innecesarios y permitir mayor fluidez en las exportaciones.
Desde el Senasa aseguran que estas medidas no implican una flexibilización de las normas sanitarias. Al contrario: la intención es hacer que las exigencias regulatorias sean más razonables, modernas y adaptadas a las prácticas actuales del comercio internacional.
“La operatoria debe ser más eficiente y acorde a los tiempos que corren, sin perder de vista los estándares internacionales”, remarcaron desde el organismo, en línea con el compromiso de asegurar que los embalajes utilizados están libres de plagas cuarentenarias.
El cambio también responde a un reclamo histórico de varias cámaras empresariales que habían señalado que los requisitos para usar madera tratada térmicamente, como exige la Norma Internacional NIMF N.º 15, estaban acompañados de trámites redundantes y costosos.
Con estas reformas, se espera una mejora concreta en la logística de exportación, beneficiando a sectores que, aunque no tienen vínculo con productos agroindustriales, debían someterse al mismo régimen fitosanitario que los exportadores agrícolas.
En resumen, la nueva resolución del Senasa representa una desregulación con sentido práctico, que alinea eficiencia y seguridad, brindando a las empresas herramientas más simples y económicas para insertarse en los mercados internacionales.