Por Agroempresario.com
En pleno distrito 9 de París, entre la Ópera Garnier y Montmartre, un rincón de arte, café y compromiso político rompe con las formas tradicionales de las galerías parisinas. Se trata de Artivistas, un espacio fundado por la franco-argentina Paula Forteza, exdiputada por los franceses en el exterior. Inspirado en el espíritu artístico y comunitario de Buenos Aires, Artivistas se propone acercar el arte latinoamericano a un público amplio, en un entorno cálido, accesible y lleno de estímulos.
Forteza, nacida en París y criada en Buenos Aires desde los siete años, decidió regresar a Francia hace casi una década para hacer un máster en Ciencias Políticas. Su carrera política la llevó a formar parte del parlamento francés durante cinco años, representando a los franceses en América Latina y el Caribe por el partido de Emmanuel Macron. Sin embargo, su vocación por el compromiso ciudadano la llevó más allá de los espacios institucionales.
“Durante mi mandato trabajé temas como los derechos digitales, la participación ciudadana, la agenda feminista y la ecología”, explica. “Pero también fui observando una profunda crisis de representación. Quise buscar otro camino de expresión y lucha, desde lo sensible, más directo, más sincero. Así nació "Artivistas”.
El concepto del local parte de una inspiración muy clara: las boutiques culturales de arte emergente en Buenos Aires, donde el arte se mezcla con lo cotidiano. “Queríamos romper con la imagen intimidante de las galerías parisinas. Acá podés tomar un café, escuchar música, hacer un taller o comprar una obra sin sentirte fuera de lugar”, dice Forteza.
La galería opera con una doble misión: visibilizar artistas latinoamericanos —emergentes y consagrados— y generar un espacio de reflexión en torno a problemáticas sociales contemporáneas. A través del arte, el espacio promueve encuentros entre culturas y formas de compromiso.
Artivistas funciona en el local de una antigua farmacia, conservando sus muebles originales de madera como parte del encanto del lugar. El proyecto fue bien recibido por el vecindario, poco acostumbrado a espacios culturales de este tipo. “La gente se muestra muy curiosa y receptiva ante la cultura latinoamericana”, agrega.
Forteza gestiona Artivistas junto a las argentinas Melisa Guerrien —exdueña de la librería Cariño en Montmartre— e Inés Rueda. Las tres enfrentaron un proceso de instalación exigente: desde trámites administrativos y aprobación de reformas hasta los altos costos de alquiler.
“No es fácil emprender en París. La burocracia puede ser abrumadora, pero hay herramientas: apoyo del Estado, subvenciones, y modelos flexibles como el estatuto de autoemprendedor. Se requiere paciencia y resiliencia”, afirma Forteza. Aun así, destaca que una vez consolidado el proyecto, el ecosistema francés ofrece oportunidades.
En Artivistas se pueden encontrar obras originales desde los 300 hasta los 5000 euros, pero también afiches producidos en serie que van de 35 a 200 euros. Además, el café ofrece un menú que homenajea a la gastronomía argentina con alfajores, medialunas y otras delicias.
Más allá de la venta de obras, Artivistas tiene una dimensión profundamente humanista. “Nos interesa generar vínculos. Los artistas consagrados muchas veces apadrinan a los emergentes, los guían, comparten espacios de exhibición. También organizamos debates, ciclos de cine, charlas temáticas. Es arte con causa”, explica Forteza.
Desde su experiencia en el parlamento hasta su presente como emprendedora cultural, Forteza conserva un hilo conductor: el compromiso. “Este proyecto nace de una necesidad de reconectar con la política, pero desde otro lugar. Más desde la emoción, desde la sensibilidad. Y creemos que lo estamos logrando”.
A casi dos años de su apertura, Artivistas se consolida como un oasis multicultural en el corazón de París, donde la identidad latinoamericana se mezcla con la escena artística local, creando un espacio diferente, vibrante y profundamente comprometido.