En el marco del Ciclo Audiovisual “Villanos a Héroes” junto a Carlos Becco, conversamos con Julieta Imperiale, fundadora y CEO de NANOJUMP Bio, una innovadora startup biotecnológica argentina que está desarrollando dispositivos portátiles para la extracción de material genético directamente en el campo.
Su propuesta combina ciencia, innovación, espíritu emprendedor y una clara vocación de impacto social, con aplicaciones concretas para el agro argentino, pero también para la salud, los alimentos y la biodiversidad.
En una charla honesta y apasionada, Julieta repasó su recorrido: desde sus estudios de farmacia en la Universidad de Buenos Aires, su doctorado en nanotecnología, su especialización en patentes y su experiencia como agente de propiedad industrial, hasta los resultados obtenidos con el apoyo de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, que le permitieron presentarse a la aceleradora GridX, donde nació NANOJUMP Bio y comenzó a transformar su sueño científico en un proyecto de impacto productivo.
La conversación arrancó con un tema técnico pero vital para el sector agropecuario: la logística compleja del procesamiento de muestras biológicas. Julieta explicó que hoy en día se procesan muchísimas muestras y que una sola semillera puede manejar hasta 30.000 por día, principalmente de hojas. Estas muestras pueden ser de hojas, suelo o semillas, y para analizarlas es necesario extraer material genético (ADN o ARN) en laboratorios especializados.
Contó que el envío a laboratorios lejanos plantea un problema logístico importante, sumado a cuestiones regulatorias y técnicas, ya que algunas muestras necesitan refrigeración y otras deben secarse para evitar deterioro. Para resolverlo se instalan laboratorios satélite cerca de los campos, con equipos como liofilizadores que pueden tardar 36 horas en preparar las muestras para el envío.
Julieta detalló que además del transporte, la propia muestra puede cambiar durante el trayecto: por ejemplo, en las muestras de suelo, la comunidad microbiana está viva y puede alterarse. Si el microorganismo “estuvo cómodo” durante el transporte puede multiplicarse, y si no, puede morir. Así, al llegar al laboratorio la muestra ya no refleja la realidad del campo, generando datos distorsionados que llevan a decisiones subóptimas.
A partir de ese problema surge el corazón de NANOJUMP Bio: un dispositivo portátil, del tamaño de un celular, que permite extraer material genético directamente en el punto de muestreo. Julieta explicó que el funcionamiento es simple: se coloca la muestra, se aprieta un botón y en pocos minutos se obtiene un tubito con el ADN puro, listo para analizar.
La clave está en que al extraer el ADN en origen, la muestra queda estabilizada y no sufre cambios durante el transporte. Es, en palabras de Julieta, “como una foto exacta” de lo que había en el campo. Ese tubito puede viajar de forma estable a cualquier lugar del mundo, garantizando la calidad y la trazabilidad. Además, resaltó que el dispositivo fue diseñado para que cualquiera pueda usarlo sin necesidad de ser especialista en biología molecular, como parte de su objetivo de democratizar la biotecnología.
Para entender cómo llegó hasta ahí, Julieta compartió su historia personal. Egresada de Farmacia de la UBA y doctora en Nanotecnología, contó que desde los 17 años su motivación fue resolver problemas reales para mejorar la vida de las personas. Siempre soñó con ser investigadora para desarrollar productos que ayudaran a aliviar el sufrimiento de otros, incluso aunque fuera de una sola persona.
Relató que nunca se sintió una investigadora clásica, porque su objetivo no era solo publicar papers, sino lograr que lo que hacía en el laboratorio llegara al mercado. Esa visión la llevó a especializarse en patentes, pensando que si sus productos eran patentables, serían atractivos para empresas dispuestas a fabricarlos y distribuirlos. Así se convirtió también en agente de propiedad industrial, un paso clave para pensar en la transferencia tecnológica de sus desarrollos.
El gran punto de inflexión fue la pandemia de COVID-19 en 2020. Julieta recordó cómo surgió una convocatoria extraordinaria de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica para financiar proyectos que ayudaran a enfrentar la pandemia. Presentó una propuesta para fabricar reactivos nacionales destinados a la extracción de material genético de hisopados nasofaríngeos, en un momento en que todos esos insumos se importaban.
Su proyecto fue uno de los 64 seleccionados entre más de mil postulaciones, algo que considera un antes y un después en su carrera. Con los resultados obtenidos en esa etapa, decidió presentarse en GridX, la aceleradora especializada en startups de base científica, donde pasó por un proceso de selección con varias etapas. Julieta destacó que se sintió siempre muy valorada y agradecida por la confianza que le brindaron para acercarse a su sueño.
En GridX encontró el espacio ideal para convertir la ciencia en un producto real. Reconoció que como investigadora estaba habituada a obtener subsidios, pero allí aprendió a pensar en términos de mercado, producto y clientes. Fue en ese proceso donde se consolidó NANOJUMP Bio, con el objetivo claro de democratizar la biotecnología y resolver los problemas logísticos y técnicos críticos asociados a la extracción de ADN en campo.
Julieta resumió su misión con sencillez: quiere que cualquiera pueda tomar una muestra en cualquier lugar y obtener ADN de forma sencilla.
Si bien la tecnología tiene aplicaciones potenciales en salud, alimentos y biodiversidad, Julieta explicó por qué el agro es la primera industria con la que están trabajando. Señaló que en el agro se procesan muchísimas muestras cada día, enfrentando problemas de logística, tiempos, costos y calidad de datos.
El dispositivo de NANOJUMP Bio resuelve limitantes críticas al reducir tiempos, evitar alteraciones en la muestra durante el transporte y permitir explorar nuevos territorios sin necesidad de infraestructura costosa. Hoy muchos productores instalan laboratorios satélite con liofilizadores para secar muestras antes de enviarlas, pero su dispositivo podría eliminar esa necesidad. El resultado son decisiones agronómicas más rápidas y precisas, reducción de costos logísticos y datos más confiables para mejorar la productividad.
A lo largo de toda la entrevista, Julieta enfatizó su objetivo de democratizar la biotecnología. Insistió en que no debe ser algo exclusivo para especialistas, sino que cualquiera debería poder usarla. El dispositivo fue diseñado para funcionar sin electricidad, ser pequeño, robusto y fácil de usar.
Explicó que es como una cajita donde se coloca la muestra, se aprieta un botón y se obtiene un tubito con ADN puro, totalmente identificado para garantizar la trazabilidad. Ese tubito puede viajar sin problemas a cualquier laboratorio del mundo, conservando intacta la información genética. Es, dijo, como tomar una foto en el lugar y mantenerla idéntica hasta el momento del análisis.
Aunque la primera vertical es el agro, Julieta sueña con muchas más aplicaciones. Imagina su dispositivo siendo utilizado en salud, alimentos o biodiversidad, y le resulta fascinante pensar que cualquier persona pueda tomar una muestra –ya sea sangre, saliva, tierra o incluso un pedazo de hamburguesa– y obtener ADN. Ese enfoque multisectorial forma parte del plan de crecimiento de NANOJUMP Bio.
Hacia el final de la entrevista, Carlos Becco le pidió reflexionar sobre los desafíos y a quién quería agradecer. Julieta no dudó en mencionar a su familia, amigos, parejas y todas las personas que la alentaron desde el principio, reconociendo incluso el aprendizaje que dejaron aquellos que no fueron tan buenos en el camino.
También agradeció especialmente a GridX y a todas las personas y empresas que le dan feedback para mejorar su dispositivo, porque su verdadero objetivo es crear algo que realmente sirva a la gente.
Para cerrar, Julieta dejó un mensaje claro para el sector agroindustrial argentino. Destacó que nuestro agro es innovador y competitivo, y que desde NANOJUMP Bio quieren darle herramientas para tomar mejores decisiones, reducir costos y ser más sostenibles.
Para Agroempresario.com, NANOJUMP Bio es un ejemplo inspirador de bioeconomía aplicada, donde ciencia, tecnología y emprendedurismo se unen para resolver problemas reales, agregar valor en origen y construir un agro más productivo y sostenible. En el Ciclo “Villanos a Héroes” de Carlos Becco, historias como la de Julieta Imperiale muestran el talento argentino dispuesto a transformar desafíos en oportunidades concretas para el desarrollo federal.