Por Agroempresario.com
El mercado de maquinaria agrícola en Argentina cerró el primer semestre de 2025 con un balance positivo en cuanto a unidades patentadas, registrando un crecimiento interanual del 40,7%. Sin embargo, el mes de junio representó un duro revés para el sector, con una caída abrupta del 40% en las ventas respecto a mayo. Esta “doble desilusión” —como la califican en el sector— combinó el impacto de un contexto financiero menos favorable, la suba de tasas de interés, y la confirmación de la vuelta de las retenciones plenas a los granos.
De acuerdo con el último informe de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), en junio se patentaron 506 unidades, frente a las 853 de mayo. La baja fue transversal: las cosechadoras cayeron un 42,1%, los tractores un 40,4% y las pulverizadoras un 41,1%. Este descenso refleja un freno brusco tras varios meses de reactivación que se había consolidado gracias a Expoagro y el acceso a financiamiento con tasas competitivas.
Desde la industria, diversos actores coinciden en que la caída responde a una combinación de causas. Uno de los factores fue la concentración de operaciones en mayo, alentadas por líneas de crédito más accesibles. Expoagro funcionó como un catalizador, donde se ofrecieron promociones especiales y condiciones financieras que no se replicaron en junio. En cambio, en Agroactiva, otra feria de peso en el calendario del agro, las condiciones no cumplieron las expectativas. “Se esperaban mejores tasas, otras condiciones. No estuvieron”, afirmaron desde una de las principales fabricantes del país.
A este panorama se sumó un golpe inesperado: la restitución de las retenciones plenas a los granos desde julio, salvo para el trigo y la cebada. Esta decisión oficial generó un fuerte ajuste en las proyecciones de rentabilidad para el productor agropecuario, que optó por postergar inversiones en maquinaria, un insumo estratégico y costoso. “Hubo un parate lógico: el productor duda cuando cambia la rentabilidad futura y encima no tiene acceso a crédito competitivo”, explicaron desde una distribuidora líder del interior.
El informe de Acara destaca que “la baja del mes pasado probablemente esté asociada a factores estacionales y a cierta cautela en la toma de decisiones de inversión”. Además, se menciona que Agroactiva ofreció bajas de precios, pero con un correlato de suba en tasas de financiación que no generó el movimiento esperado en el mercado.
A pesar de este freno en junio, los números acumulados del semestre siguen siendo alentadores. En los primeros seis meses del año se patentaron 3.368 unidades de maquinaria agrícola, frente a 2.394 en el mismo período de 2024. El rubro más dinámico ha sido el de las cosechadoras, que venía de años de baja renovación y mostró una suba interanual del 68,8% con 427 unidades patentadas. John Deere lideró esta categoría con el 45,2% del mercado, seguido por Case (21,8%) y New Holland (19,4%).
En cuanto a los tractores, el acumulado semestral llegó a 2.620 unidades, un 37,7% más que en 2024. Sin embargo, las fuentes consultadas remarcan que todavía se está por debajo de los niveles de 2022 y 2023. “Estamos lejos de lo que necesita el agro en términos de renovación tecnológica. Hay muchas intenciones de compra, pero falta previsibilidad”, señalaron desde una cámara del sector.
John Deere también lidera este segmento, con un 41% de participación de mercado, seguido por New Holland (16,5%), Case (13,3%) y la argentina Pauny (11,9%). Esta última, con base en Las Varillas, Córdoba, mantiene su presencia fuerte especialmente en segmentos de tractores medianos y de producción nacional.
A futuro, el foco está puesto en cómo impactará la campaña de siembra fina en las decisiones de inversión. La expectativa es que se mantenga al menos parte del ritmo de compras si las condiciones macroeconómicas se estabilizan. Sin embargo, desde el sector advierten que la incertidumbre sigue siendo un factor clave: “La demanda está, pero la macro sigue pesando. Si no hay crédito accesible ni reglas claras sobre retenciones, el productor se paraliza”.
Desde Acara concluyeron que, si bien el crecimiento acumulado es importante, la base comparativa también juega un papel: “El repunte se da sobre una industria que venía muy por debajo de la media. Necesitamos consolidar esta recuperación para que sea sostenible”. La frase final del informe lo resume con crudeza: “Hay mucho ruido… y pocas nueces”.
En este contexto, el desafío para el segundo semestre será sostener el impulso del primer tramo del año, sorteando un entorno donde la volatilidad financiera y las decisiones políticas siguen marcando el ritmo de uno de los sectores más dinámicos de la economía argentina.