Por Agroempresario.com
La campaña 2024/2025 se perfila como un punto de inflexión para la logística agroindustrial argentina. Con una producción estimada en 135,8 millones de toneladas, la segunda más alta de la historia, se prevé un récord en el movimiento de cargas hacia los puertos del país. Según un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), los camiones serán responsables de transportar 71,16 millones de toneladas, equivalentes a 2,54 millones de viajes, lo que representa un incremento del 6,1% respecto a la campaña anterior.
Este escenario logístico se traduce en un flujo sin precedentes hacia los principales nodos portuarios, especialmente el del Gran Rosario, donde se estima que se despachará el 76% de los granos y subproductos. En total, se esperan embarques por 92,93 millones de toneladas, superando en 3,67 millones a la campaña 2023/2024 y en 37,01 millones a la golpeada 2022/2023, afectada por la sequía.
El transporte por camión sigue siendo la columna vertebral de la logística agropecuaria. Para esta campaña, el 76,6% del volumen total se movilizará por esta vía, superando el promedio de los últimos cinco años. Esto incluye los traslados hacia puertos como Bahía Blanca, Quequén y otras terminales del país, además del nodo rosarino.
"Se observa una logística extremadamente exigida, donde la eficiencia y la coordinación entre actores serán clave para evitar cuellos de botella", señala el informe de la BCR. La cifra de 2,54 millones de viajes refleja el papel central que tiene el transporte terrestre en un país con extensas distancias productivas.
Aunque el camión domina, el ferrocarril también gana terreno. La BCR estima que se movilizarán 15,1 millones de toneladas por vía férrea, equivalentes a más de 322.000 vagones, abasteciendo principalmente los puertos de Gran Rosario, Bahía Blanca y Quequén. Este volumen representa un crecimiento del 35% en los últimos diez años, reflejo de inversiones en infraestructura y modernización del sistema ferroviario.
En tanto, el transporte fluvial sumará su aporte desde dos frentes: el cabotaje nacional y las importaciones temporarias de granos desde países vecinos, que luego se procesan e industrializan en Argentina. Se espera el arribo de unas 372 barcazas con 560.000 toneladas desde puertos argentinos ubicados sobre el río Paraná, y unas 4.000 barcazas más que traerán unas 6 millones de toneladas desde el exterior.
La campaña también se destaca por los niveles de producción. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires informó que la cosecha de soja alcanzó los 50,3 millones de toneladas, 100.000 más que el ciclo anterior y un 15% por encima del promedio 2018-2023. Con un rinde de 29,7 qq/ha, fue la segunda mejor marca de las últimas cinco campañas.
En cambio, la cosecha de maíz muestra una leve baja. A la fecha, se llevó recolectado el 61,7% del área estimada (6,97 millones de hectáreas), con una proyección final de 49 millones de toneladas, por debajo de las 51,6 millones de 2023.
Entre enero y mayo de 2025, ya se exportaron 24,36 millones de toneladas de granos, 11,7 millones de toneladas de subproductos y 2,95 millones de aceites, según datos oficiales. Estas cifras anticipan un año de fuerte ingreso de divisas, clave para la economía nacional.
El nodo exportador del Gran Rosario vuelve a consolidarse como el principal canal de salida, apoyado en su infraestructura portuaria y logística. Las condiciones climáticas favorables y la recuperación de áreas productivas tras la sequía explican buena parte del éxito de esta campaña.
Si bien los números son alentadores, los especialistas advierten que la concentración de la logística en pocos nodos plantea desafíos. "El sistema necesita diversificarse para evitar saturaciones, sobre todo en épocas pico como la actual", indican desde la BCR.
La apuesta al desarrollo ferroviario y fluvial se presenta como una solución de mediano plazo. Al mismo tiempo, crece el interés por tecnologías de trazabilidad, logística inteligente y planificación colaborativa entre actores de la cadena.