Por Agroempresario.com
El sector hidrocarburífero argentino proyecta para 2025 un volumen de inversiones superior a los USD 11.500 millones, con un marcado protagonismo de la formación Vaca Muerta, epicentro de la nueva era energética del país. El dato surge de un informe publicado por la Secretaría de Energía de la Nación, que evidencia cómo el auge del shale en Neuquén está atrayendo los mayores desembolsos, mientras que los yacimientos convencionales en provincias como Chubut, Santa Cruz y Mendoza enfrentan una progresiva declinación productiva.
Este volumen de capital anticipado confirma la vigencia y el potencial del gas y petróleo no convencional como motor de desarrollo para la economía nacional. Del total previsto, tres grandes operadoras —YPF, Vista Energy y Pan American Energy— concentrarán el 63% de las inversiones, con YPF a la cabeza, destinando más de USD 4.500 millones en diversas áreas, especialmente en La Amarga Chica, Bandurria Sur y Loma La Lata.
La petrolera estatal YPF encabeza el ranking con una proyección de USD 4.589 millones, lo que representa más del 40% del total sectorial. Su estrategia se concentra en tres áreas clave dentro de Vaca Muerta:
En estas áreas, más del 75% del capital estará destinado a perforaciones de pozos productores, estrategia clave para sostener los actuales niveles de récord de producción de petróleo y gas no convencional.
En segundo lugar se ubica Pan American Energy, con un compromiso de USD 1.417 millones, aunque su enfoque geográfico está más diversificado. En el área de Anticlinal Grande – Cerro Dragón, que abarca partes de Chubut y Santa Cruz, invertirá USD 521 millones. A ello se suman desembolsos en Coirón Amargo Sureste (USD 358 millones) y Lindero Atravesado (USD 196 millones), ambos en Neuquén.
Por su parte, Vista Energy Argentina concentrará sus USD 1.178 millones de inversión casi exclusivamente en tres bloques neuquinos:
Tal como ocurre con YPF, su foco estará puesto en la perforación de pozos productores, consolidando la visión de Neuquén como el núcleo operativo del nuevo mapa energético argentino.
Un segundo grupo de compañías se posiciona con inversiones relevantes, aunque por debajo de los USD 1.000 millones. Entre ellas, se destacan:
Según el informe oficial, diez empresas concentran un 35% del total de inversiones, mientras que el 2% restante corresponde a 27 compañías que participarán con montos menores. Esto demuestra que, si bien existe una alta concentración, el interés inversor se mantiene diversificado, con firmas medianas y pequeñas apostando también por oportunidades exploratorias o de desarrollo en áreas específicas.
La relevancia de Vaca Muerta en este esquema no solo se refleja en la concentración de capital, sino también en los planes de infraestructura asociados: nuevas plataformas de perforación, oleoductos y plantas de tratamiento que permitirán sostener e incrementar la capacidad de evacuación de crudo y gas hacia centros de consumo y exportación.
Este auge está directamente vinculado con las perspectivas de exportación, especialmente hacia Brasil y Chile, y con la mejora en el balance energético argentino, que ha comenzado a mostrar superávit gracias al empuje de la producción no convencional.
No obstante, el escenario no está exento de desafíos. La necesidad de financiamiento externo, la volatilidad internacional del precio del crudo y los cuellos de botella logísticos aún representan riesgos importantes para el crecimiento sostenido del sector.
A ello se suman las discusiones sobre la transición energética, las emisiones de gases de efecto invernadero y la necesidad de desarrollar políticas que acompañen el crecimiento del sector hidrocarburífero sin desatender los compromisos ambientales y sociales.