Por Agroempresario.com
La histórica cooperativa láctea SanCor atraviesa un proceso de reactivación productiva en medio de su concurso de acreedores, con señales concretas de recuperación tras años de inactividad y conflictos internos. En los últimos días, la planta de Devoto (Córdoba) retomó su producción con todos sus turnos activos, marcando un primer paso en la estrategia de la empresa para recomponer su red industrial sin perder el control de su marca ni sus activos clave.
Bajo un acuerdo a fasón con la firma Elcor S.A., SanCor logró volver a producir manteca Tonadita, además de relanzar la elaboración de productos tradicionales como Mendicrim y crema. La producción se realiza con materia prima ajena, lo que permite utilizar infraestructura ociosa, reducir costos fijos y generar ingresos operativos inmediatos.
El plan de recuperación no se limita a Devoto. La planta de La Carlota, también en Córdoba, ya fue sometida a pruebas técnicas y comenzará próximamente con la fabricación de queso cheddar, un producto con fuerte demanda interna y externa. Por su parte, la planta de Balnearia ya retomó la producción de quesos de pasta blanda y semidura, lo que suma volumen a la reactivación general de la cooperativa.
Estos pasos se dan mientras SanCor continúa bajo concurso preventivo debido a deudas acumuladas hasta febrero de 2025, pero permiten recomponer lentamente su posición financiera y mejorar las condiciones laborales de sus operarios, que durante más de siete años han sufrido atrasos en el pago de salarios y condiciones laborales precarias.
En su planta emblema de Sunchales, Santa Fe, SanCor avanza con dos acuerdos productivos clave. El primero, destinado al mercado interno, le permite elaborar leche descremada en polvo a fasón para terceros. El segundo, con destino a exportación hacia Brasil, genera un flujo de ingresos en dólares y recoloca a la empresa en el escenario internacional.
Gracias a estos entendimientos, SanCor vuelve a mover maquinaria que llevaba años detenida y reconstruye vínculos comerciales, sin requerir una gran capacidad de acopio de leche propia, cuya producción actual es muy limitada.
A pesar de los avances, los desafíos siguen siendo importantes. La Cooperativa de Electricidad de Devoto había iniciado cortes programados de energía por falta de pago, aunque finalmente se logró un acuerdo de cancelación de deuda que evitó nuevos cortes. Este incidente puso de relieve las dificultades financieras todavía vigentes.
En paralelo, el gremio Atilra (Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina) reapareció en escena en plena campaña interna y con fuertes tensiones judiciales. Basado en un acuerdo firmado en julio de 2024 con la Secretaría de Trabajo, Atilra exige que se priorice el pago de deudas gremiales antes que la facturación operativa, lo que ya genera conflictos entre la conducción cooperativa y el sindicato.
El camino hacia una recuperación plena será largo, pero los pasos dados muestran que SanCor busca evitar la cesión de su cartera de marcas y conservar su estatus como cooperativa agroindustrial de referencia. Con acuerdos inteligentes, menor dependencia de la materia prima propia y una estrategia productiva flexible, la compañía apunta a recomponer su equilibrio económico y social.
La historia de SanCor sigue en curso. Las próximas semanas serán clave para medir si la reactivación industrial puede sostenerse en el tiempo o si los conflictos financieros y gremiales vuelven a paralizar su avance.