Por Agroempresario.com
En medio de una semana tensa para la política económica del Gobierno, el economista Miguel Kiguel brindó una extensa entrevista a CNN Radio, en la que desmenuzó las claves del nuevo modelo económico, el futuro del tipo de cambio y el impacto que tendrá sobre la inflación y el mercado laboral.
Para Kiguel, el sistema actual de banda cambiaria adoptado por el Gobierno de Javier Milei no es una solución estructural para la Argentina. "Pasamos de un tipo de cambio controlado, primero con una devaluación del 2% mensual, luego del 1%, y ahora con esta banda", detalló. Este esquema, aclaró, funciona como una etapa intermedia entre un tipo de cambio fijo y uno completamente libre, y ha sido utilizado por países como Chile, Colombia e Israel para estabilizar sus monedas.
El experto consideró que este modelo ayuda a evitar sobresaltos mientras se reduce la inflación, pero no puede extenderse indefinidamente: "No se puede vivir de bandas para siempre. Es una herramienta para dar tiempo, no una solución definitiva".
Una de las mayores preocupaciones actuales es el traspaso del tipo de cambio a los precios (pass-through). A diferencia de otros momentos en la historia económica argentina, Kiguel señaló que el impacto de la suba del dólar sobre la inflación está más limitado.
"Hoy no hay traslación directa a precios como en el pasado. El Gobierno ha intervenido, pero sin coerciones, y al mismo tiempo la debilidad de la demanda impide que las empresas ajusten precios rápidamente. Si no hay ventas, no hay traslado del dólar a precios", explicó.
Este escenario, con una inflación en torno al 2% mensual, resulta poco común en el país. Sin embargo, Kiguel advirtió que el equilibrio es delicado y puede revertirse ante shocks externos o fallas en la administración del sistema monetario.
Otro de los ejes del análisis fue el mercado laboral. El economista alertó sobre una caída en el empleo a pesar de ciertas mejoras macroeconómicas. "Estamos viendo un incremento de la productividad: se produce más con menos trabajadores. Esto, en parte, explica por qué la actividad no se ha desplomado, pero también por qué el desempleo sigue siendo alto", afirmó.
Según Kiguel, esta situación puede generar tensiones sociales si no se traduce rápidamente en inversión y recuperación del empleo privado formal.
Desde su consultora EconViews, Kiguel advirtió a sus clientes que existe un 20% de probabilidad de que el plan económico actual fracase. "No porque sea inconsistente, sino porque enfrenta un contexto externo adverso y riesgos políticos internos que pueden alterar las expectativas", aclaró.
En un escenario alternativo negativo, la demanda global de exportaciones argentinas se resiente, el tipo de cambio se deprecia más rápido y llega al tope de la banda para diciembre. Las liquidaciones del agro caen y la inflación rebota por encima del 3% mensual, con un cierre del año en 44%. "Esto afecta a los sectores de menores ingresos y vuelve a aumentar la pobreza", advirtió.
En paralelo al análisis de Kiguel, el Gobierno debió actuar rápidamente para contener la presión cambiaria surgida tras la eliminación de las LEFI. Según confirmó el ministro Luis Caputo, el Banco Central absorbido 5 billones de pesos en tres días para evitar una sobreoferta de liquidez que presione sobre el tipo de cambio.
Esto se hizo mediante:
El análisis de la consultora 1816 alertó que el cambio en el manejo de la liquidez podría afectar las tasas de interés cortas y, en consecuencia, el tipo de cambio. En la misma línea, Adcap Finanzas indicó que la desaparición de las LEFI eliminó uno de los canales de transmisión más importantes del BCRA.
Ante esta situación, el Gobierno anunció una licitación fuera de calendario con cinco Lecaps de corto plazo y un Boncap a octubre. "El objetivo es doble: quitar pesos de la caucion y establecer un piso en las tasas para mantener atractivos los instrumentos del Tesoro", explicó Nicolás Cappella, del Grupo IEB.
"Las tasas de cauciones habían caído hasta el 16% anual. Al ofrecer Lecaps con tasas más altas, se busca redirigir esa liquidez y evitar que se traslade al mercado cambiario", añadió el analista.
La visión de Kiguel sobre el modelo actual es clara: es una transición necesaria, pero que debe desembocar en una solución más sólida, con reglas claras, apertura externa e inversión. Mientras tanto, la capacidad del Gobierno para sostener la estabilidad sin descuidar el empleo ni la contención social será clave.