Por Agroempresario.com
Después de más de 120 años de ausencia, la raza bovina Devon volvió a pisar suelo argentino. No como una rareza o una moda pasajera, sino como una apuesta concreta al desarrollo genético, la rusticidad y la producción eficiente en zonas adversas. Desde General Acha, en la provincia de La Pampa, un grupo de ganaderos liderado por Alejandro Allende y Raúl Bergese reintrodujo ejemplares de esta histórica raza británica, con el objetivo de expandirla a lo largo del país y explorar su potencial cruzamiento con razas líderes como Angus y Hereford.
El primer lote, conformado por 20 vaquillonas preñadas y dos toros, llegó a mediados de 2024 desde Pedras Altas, en el sur de Brasil. El viaje incluyó casi 2000 kilómetros de recorrido, una cuarentena en Uruguayana y una adaptación inmediata al campo pampeano. “A las cuatro horas de llegar ya estaban comiendo y tranquilas. Son extremadamente mansas, y eso es clave en esta zona”, remarcó Allende.
Un proyecto trinacional con raíces en la historia
La iniciativa comenzó en 2019, cuando Allende y Bergese visitaron la exposición rural de Esteio, en Porto Alegre, Brasil. Allí, un criador local, Leonardo Tavares da Silva, los sorprendió con una afirmación: “La Devon está en todo el mundo, menos en Argentina”. Esa frase encendió una chispa. A su regreso, Bergese investigó en los archivos de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y descubrió que en 1901 existieron registros de 152 animales Devon en el país. Sin embargo, por razones desconocidas, la raza desapareció de la escena ganadera nacional.
El hallazgo dio origen a un ambicioso proyecto trinacional entre Argentina, Brasil y Chile, con el objetivo de reintroducir y adaptar esta raza británica en los rodeos sudamericanos. Hoy, la Asociación de Criadores de Devon tiene nueva vida y una agenda clara: difusión, cruzamientos estratégicos y participación en pruebas de rendimiento.
Características que marcan la diferencia
Según los criadores, la Devon es ideal para condiciones climáticas extremas y campos con pasturas de baja calidad. Su origen en el condado de Devon, en el suroeste de Inglaterra, le otorgó rusticidad, capacidad de adaptación y buena conversión en carne.
Bergese explica: “Es una raza de doble propósito, pero en este caso el foco es la carne. Tiene bajo peso al nacer, entre 16 y 18 kilos, lo que reduce las complicaciones en el parto, y puede alcanzar hasta 500 kilos en pleno desarrollo completo. Además, tiene una mansedumbre muy superior a otras razas británicas”.
Allende lo resume de forma más coloquial: “Donde no vive el Angus y no vive el Hereford, el Devon vive”.
Adaptación rápida y objetivos de largo plazo
La adaptación al entorno pampeano fue sorprendentemente rápida. En apenas dos meses, las vaquillonas comenzaron a parir sin problemas. Los criadores ya comenzaron a vender semen para realizar cruzamientos en tres cabañas, con 50 vacas por establecimiento. Las primeras combinaciones Devon-Angus buscan aprovechar el vigor híbrido y mejorar aspectos como la mansedumbre, la facilidad de parto y la eficiencia de conversión de alimento.
En palabras de Allende: “El año que viene queremos competir en el Block Test de novillos. Estamos probando si este cruce puede competir con los tradicionales novillos careta. También queremos probarlo con Hereford, por su compatibilidad productiva”.
Ruby Red: genética con valor agregado
Visualmente, la Devon se distingue por su pelaje colorado oscuro uniforme, al que en inglés llaman Ruby Red o Red Ruby. Esa presencia imponente será uno de los atractivos visuales en la pista central de la 137ª Exposición Rural de Palermo, donde se presentaron un ternero y una ternera nacidos en Argentina. Pero más allá del impacto visual, el verdadero interés está en su carne.
“Es una carne más marmoleada que la del Angus, sin llegar a niveles extremos como el Wagyu. Eso hoy tiene un valor agregado altísimo, sobre todo para mercados exigentes”, destacó Allende.
Este potencial posiciona a la Devon como una opción viable para nichos gourmet y mercados que valoran características diferenciales de calidad de carne.
La ganadería argentina mira hacia atrás para avanzar
El regreso de la raza Devon no solo es un ejercicio de recuperación genética. Representa también una estrategia productiva innovadora. En un contexto donde la ganadería argentina necesita diversificar su base genética, adaptarse al cambio climático y aumentar su eficiencia, la Devon aparece como una opción que suma mansedumbre, rusticidad, eficiencia reproductiva y calidad de carne.
Bergese lo define como “una oportunidad para abrir nuevas posibilidades productivas. Esto no es nostalgia, es futuro”.
Un camino que recién empieza
Aunque la población Devon en el país todavía es reducida, el entusiasmo es grande. La Asociación de Criadores ya planifica acciones para sumar nuevos miembros, realizar capacitaciones y promover el uso de tecnologías reproductivas. “Vamos a seguir avanzando con pruebas de campo y análisis de carne. La idea es armar un banco de datos nacional con información precisa de desempeño”, aseguró Allende.
La historia de esta raza vuelve a escribirse en Argentina. Con una genética probada en condiciones exigentes, un temperamento ideal para el trabajo a campo, y un plan de expansión firme, la Devon ya no es un recuerdo del pasado, sino una protagonista silenciosa que buscará su lugar en el rodeo argentino del siglo XXI.
