Por Agroempresario.com
En el marco de la 54ª Fiesta Nacional e Internacional del Poncho, el Museo de la Fiesta del Poncho invita a catamarqueños y turistas a descubrir su valioso patrimonio cultural. Durante el evento, que se desarrolla del 18 al 27 de julio, el museo amplía su horario especial de 15 a 21 horas para facilitar el acceso a su colección y exposiciones.
Ubicado estratégicamente en el ingreso al Predio Ferial Catamarca, este museo es el primero en Argentina dedicado exclusivamente a homenajear una fiesta popular. Abierto durante todo el año, en julio adquiere una dimensión especial, transformándose en un punto de encuentro para quienes desean profundizar en la historia y esencia de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho.
El recorrido museístico ofrece una mirada detallada a la tradición textil catamarqueña y a la evolución de esta emblemática celebración. Entre sus salas se encuentran antiguos telares, herramientas utilizadas por tejedoras, muestras de fibras naturales y tintes autóctonos, así como ponchos ganadores de ediciones anteriores. Estos ponchos son auténticas obras de arte que reflejan el talento y la dedicación de artesanos de toda la provincia.
Además, el museo exhibe instrumentos musicales, vestimentas de artistas y locutores que participaron en la fiesta, así como artesanías y objetos donados por quienes han sido protagonistas de la celebración. Destaca una manta de 1915, recientemente donada por la señora Irma Elena del Valle Banegas, tejida y bordada a mano con motivos florales sobre paños amarillos.
Entre las figuras homenajeadas se encuentra Carlos Arreguez, reconocido cantante y compositor de "Nuestro Poncho", himno oficial de la fiesta. También se destacan Jorge “Negro” Herrera, ex integrante de Los de Catamarca, y Peregrina Zárate, icónica tejedora ganadora del concurso de ponchos en la primera edición de 1967, cuyo telar preside hoy la entrada a la muestra permanente.
Más que un simple espacio expositivo, el Museo del Poncho es un lugar que honra a los hombres y mujeres que con su arte y compromiso mantienen viva la identidad cultural de Catamarca. Visitar este museo es sumergirse en un tesoro cultural que preserva el patrimonio intangible de la provincia y rinde homenaje a la fiesta de invierno más importante del país.