Por Agroempresario.com
En medio de un escenario caliente por el conflicto con los productores patagónicos, el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Sergio Iraeta, eligió hablarles a los ganaderos del centro del país. Lo hizo en la Exposición Rural de Palermo, durante una jornada organizada por la Mesa de Carnes, donde volvió a dejar en claro cuál es su orientación de gestión: un Estado que no intervenga.
Iraeta, quien cumple un año en el cargo, se encuentra en el ojo de la tormenta por su decisión de flexibilizar la histórica barrera sanitaria patagónica, permitiendo el ingreso de carne con hueso. Si bien la medida beneficia a algunas regiones productoras, generó fuerte malestar en las provincias del sur, que ven amenazada su condición sanitaria diferencial.
Durante su intervención en la Sala Ceibo de La Rural, el funcionario dejó clara su visión: “El Estado no debe incomodar. La solución no pasa por el genio del funcionario. Dejemos actuar en el mercado”, aseguró, acompañado por Ignacio Lafuente y Matías Vilariño. A pesar de que la barrera sanitaria fue uno de los temas más debatidos de la jornada, el secretario optó por no ahondar públicamente en el asunto.
Consultado por Bichos de Campo, Iraeta admitió que la medida fue polémica, pero justificó su decisión: “Tenemos que resolver las cosas. La idea es ir hacia adelante”, dijo, sin entrar en detalles sobre propuestas alternativas como la unificación del estatus sanitario nacional, planteada por algunos sectores del sur.
Por otro lado, el secretario celebró los valores actuales del mercado internacional de carne, señalando que “es un muy buen momento para mejorar la producción”, y minimizó la volatilidad cambiaria reciente. En un tono más distendido, incluso se permitió bromear: “Estoy practicando”, dijo sobre su rol como funcionario público, reforzando su imagen cercana al productor ganadero más que al burócrata.
Durante la misma jornada, el veterinario Sergio Duffy brindó una exposición sobre la cuestión sanitaria, aclarando que si bien el estatus internacional no está en riesgo, sí hay razones productivas y comerciales que justifican la preocupación de los patagónicos. Duffy también advirtió sobre el impacto económico que puede generar una flexibilización mal planificada.
Iraeta, por su parte, aseguró que el diálogo con los productores del sur es “fluido y muy bueno”, pero confirmó que no habrá marcha atrás con la última resolución del Senasa. “Hay posiciones encontradas, pero encontramos una solución intermedia. Solo falta definir el tema de exportación a Chile y estaría cerrado”, dijo.
Sin embargo, los productores australes no quedaron conformes y ya analizan acciones judiciales para frenar la medida. Por ahora, el Gobierno mantiene su postura. En su primer año de gestión, Iraeta dejó claro que no piensa intervenir y que, incluso ante la polémica, su fórmula será siempre la misma: dejar hacer.