Por Agroempresario.com
La soja inició la semana con una rueda marcadamente bajista, tanto en el mercado argentino como en el internacional. En Rosario, la oleaginosa retrocedió $5000 por tonelada en el segmento disponible y cerró la jornada del lunes en $335.000, arrastrada por la debilidad en los precios de Chicago y un tipo de cambio menos favorable. La presión bajista también se trasladó a los mercados de maíz y trigo, lo que marca un comienzo complejo para los granos en el plano global.
De acuerdo con el analista Eugenio Irazuegui, responsable de Research de la corredora Zeni, "la operatoria de soja se vio influenciada por la tónica bajista en los precios internacionales y una merma en el tipo de cambio, que se dio fundamentalmente en la última hora de negociación". Las fábricas ofrecieron precios por debajo de la jornada previa, con propuestas abiertas de $335.000 por tonelada para entrega inmediata.
En el mercado a término, los contratos con vencimiento en julio de 2025 también reflejaron una tendencia negativa, cerrando en U$S270 por tonelada. Este escenario bajista se potenció por la caída del dólar comprador del Banco Nación, que sirve como referencia para las liquidaciones de exportación, y que retrocedió $11 para ubicarse en $1266.
El mercado de Chicago no fue la excepción. La soja con entrega en agosto perdió U$S4,59 y se posicionó en U$S372,95 por tonelada. Las condiciones climáticas favorables en el corazón agrícola estadounidense fueron el principal factor de presión para los precios.
Irazuegui explicó que "el caudal de precipitaciones en estados clave como Iowa e Illinois resultó más que favorable", mientras que en Indiana, Dakota del Sur y Dakota del Norte también se reportaron lluvias moderadas. Además, los pronósticos a corto plazo anticipan continuidad de estas lluvias, lo cual resulta positivo para los cultivos.
A su vez, se espera una ola de calor típica del verano estadounidense hacia fines de julio. Sin embargo, el aporte hídrico previo genera un colchón de humedad que favorece el desarrollo de las plantas, especialmente en su etapa crítica de llenado de grano.
Los cereales no escaparon a la tendencia bajista. En Chicago, el maíz con entrega en septiembre perdió U$S1,77 y se ubicó en U$S158,95 por tonelada. Según Irazuegui, "el cultivo de maíz en EE.UU. atraviesa su fase de polinización, que requiere humedad, y el clima ha colaborado con precipitaciones consistentes en regiones clave".
A esto se suman avances en la cosecha de la safrinha brasileña, que ya alcanzó el 55% del área total, con un ritmo más acelerado que la semana anterior. La consultora AgRural actualizó su estimación de producción a 136,30 millones de toneladas, frente a las 130,60 millones previas. Esta mayor oferta desde Brasil también genera presión bajista en el mercado internacional.
El trigo, por su parte, cayó U$S1,65 hasta los U$S199,24 en la posición septiembre. La baja respondió a ajustes positivos en los pronósticos de rendimiento para la campaña europea. El servicio de monitoreo de cultivos del bloque (MARS) elevó su estimación promedio a 58,8 quintales por hectárea, por encima de la media de los últimos cinco años.
En el plano geopolítico, también se generaron noticias con impacto potencial en el comercio de granos. El gobierno de Bangladesh anunció la firma de un memorándum de entendimiento con Estados Unidos, comprometiéndose a importar al menos 700.000 toneladas de productos agrícolas estadounidenses por año durante los próximos cinco años.
El acuerdo tiene como contraparte un posible alivio arancelario: Washington evaluaría reducir el 35% de aranceles inicialmente propuestos sobre productos bangladesíes a partir del 1º de agosto. Este tipo de acuerdos podría abrir nuevas oportunidades para los exportadores estadounidenses, aunque aún resta ver cómo impactará en el volumen de comercio global y en los precios internacionales.