Por Agroempresario.com
El Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó este jueves que concluyó con éxito la primera revisión técnica del acuerdo con Argentina, correspondiente al programa de Facilidades Extendidas (EFF) firmado en abril. El staff del organismo dio su visto bueno al cumplimiento de las principales metas fiscales y de reservas, lo que habilita al directorio del FMI a debatir la semana próxima un posible desembolso de USD 2.000 millones.
La revisión contempla los avances macroeconómicos logrados durante los primeros tres meses del programa. Según el informe publicado por el organismo con sede en Washington, Argentina tuvo un “inicio sólido” a pesar de un entorno externo más desafiante. Además, se destacó la continuidad de la desinflación, la reducción de la pobreza y el temprano regreso del país a los mercados internacionales de capital.
El FMI subrayó que el programa económico argentino se está implementando con firmeza y compromiso, resaltando que las autoridades mantienen su enfoque sobre una serie de prioridades estructurales: superávit fiscal, acumulación de reservas, control de la inflación y un proceso progresivo de liberación del cepo cambiario.
En uno de los tramos más destacados del comunicado, el staff del FMI expresó:
“Las autoridades mantienen su compromiso de salvaguardar el ancla fiscal, reconstruir las reservas, reducir la inflación de forma duradera, seguir fortaleciendo el marco monetario e impulsar reformas que impulsen el crecimiento”.
Este tipo de lenguaje es leído en los mercados como una señal de confianza en la gestión económica del Gobierno nacional, encabezado por el presidente Javier Milei y el ministro de Economía Luis Caputo.
Uno de los puntos más sensibles del acuerdo es la transición hacia un esquema cambiario más flexible, con menor intervención del Banco Central en el mercado oficial. Según el FMI, este proceso se viene desarrollando “sin contratiempos”, a pesar del contexto financiero global complejo.
“El tipo de cambio oficial se ha mantenido cerca del punto medio de la banda”, destacó el organismo, en referencia al sistema de bandas cambiarias acordado entre ambas partes.
A lo largo de junio y julio, el Gobierno nacional optó por no intervenir directamente en el mercado, salvo cuando el dólar rozó el techo de la banda. Además, se habilitó la compra directa de dólares por parte del Tesoro, a través de colocaciones de deuda en dólares por parte de provincias y empresas privadas, como forma de fortalecer las reservas sin afectar el valor del tipo de cambio oficial.
Si bien la revisión fue considerada positiva, el propio FMI reconoció que uno de los aspectos más críticos del análisis fue el nivel de reservas internacionales del BCRA. Para el 13 de junio —fecha de corte oficial— el Gobierno aún no había alcanzado los USD 4.000 millones comprometidos, aunque habría compensado esa diferencia con mecanismos alternativos, como compras directas y financiamiento adicional.
Desde la visión del organismo, para que Argentina continúe consolidando la recuperación macroeconómica es necesario sostener la actual política de ajuste fiscal, mejorar el entorno para los inversores extranjeros y profundizar las reformas estructurales.
En el marco del cierre de la revisión, la vocera del FMI, Julie Kozack, aseguró que el programa se mantiene “encaminado” y que el Gobierno argentino ha mostrado compromiso con la disciplina macroeconómica.
“La desinflación se ha reanudado y Argentina accedió nuevamente a los mercados internacionales de capital antes de lo previsto inicialmente”, sostuvo Kozack.
La portavoz también reiteró que el FMI valora positivamente la adopción de políticas restrictivas en materia fiscal y monetaria, aunque enfatizó la necesidad de continuar con la “flexibilización cuidadosa de las restricciones cambiarias”.
La próxima semana, el directorio ejecutivo del FMI se reunirá para debatir y votar la recomendación elevada por el staff. Si aprueba el informe técnico, se habilitará el desembolso inmediato de USD 2.000 millones, que ingresarán como refuerzo de reservas y apoyo al balance de pagos.
Este respaldo financiero representa un nuevo espaldarazo a la gestión económica argentina, que viene cumpliendo con las condiciones del programa y ha logrado evitar, hasta el momento, turbulencias cambiarias o financieras significativas.
El desembolso, además, llega en un momento crucial, cuando el país necesita consolidar su estabilidad macroeconómica, recuperar credibilidad internacional y acelerar la llegada de inversiones productivas.
Con este resultado positivo, el Gobierno buscará ahora avanzar en la segunda etapa del acuerdo, que incluirá nuevas metas trimestrales y reformas pendientes. Entre ellas se destacan la modernización del mercado laboral, la reforma impositiva y la nueva ley de inversiones extranjeras que se debate en el Congreso.
Asimismo, se espera que continúen las misiones técnicas del FMI en Buenos Aires, así como viajes de funcionarios nacionales a Washington para fortalecer el diálogo bilateral.