Por Agroempresario.com
En un escenario de recuperación económica y transformación industrial, General Motors Sudamérica reafirmó su confianza en Argentina con una potente estrategia de renovación de su portafolio de productos. La presentación de cinco nuevos modelos de Chevrolet en Buenos Aires, realizada por ejecutivos regionales de la automotriz, marcó un punto de inflexión en la relación de la compañía con el mercado local. Entre los protagonistas del evento, el director comercial regional, Kleusner Lopes, destacó que el país “es el que más crece en la región” en materia automotriz.
Este fuerte gesto corporativo no es casual. La recuperación macroeconómica, la eliminación de trabas a las importaciones y una política más previsible generaron un entorno propicio para el relanzamiento de las grandes automotrices. Para Chevrolet, significó una oportunidad para apostar a la electrificación, renovar su red de concesionarios y reposicionar modelos históricos.
La presentación de cinco nuevos vehículos en apenas medio año no es común en la industria automotriz. En diciembre de 2024, Chevrolet ya había introducido en el mercado argentino versiones renovadas de los modelos S-10, Trailblazer, Spin, y lanzado el SUV eléctrico Blazer y la potente pickup Silverado. En julio de 2025, duplicó la apuesta: llegaron los nuevos Onix, Onix Plus, Tracker, el Spark EUV eléctrico y la Captiva híbrida.
Este despliegue responde a una estrategia clara: demostrar compromiso con el consumidor argentino y posicionarse como referente en los segmentos B y SUV, además de comenzar a incursionar en la movilidad sustentable. Andrés Carfagna, director comercial de GM Argentina, lo resumió así: “Esta renovación total en tan poco tiempo es nuestro certificado de compromiso con el país”.
Actualmente, el Chevrolet Tracker es el único modelo que se fabrica en el país, en la planta de Alvear, Santa Fe. No solo lidera las ventas dentro de su segmento, sino que también representa el espíritu de resiliencia de la automotriz. Desde 2023, el SUV mantiene el liderazgo ininterrumpido, incluso cuando el mercado argentino operaba bajo fuertes restricciones.
Durante los peores momentos del control de importaciones y la escasez de dólares, GM optó por sostener la producción local y limitar el endeudamiento externo. La salida del modelo Cruze significó un golpe para la planta santafesina, pero con el Tracker como estandarte y una estrategia prudente, la automotriz mantuvo presencia esperando mejores tiempos.
Durante su paso por Buenos Aires, Kleusner Lopes, máximo responsable comercial de GM para Sudamérica, aseguró que Argentina es hoy el mercado más dinámico de la región: “La industria creció un 78% en un año. No hay otro país que se acerque a ese ritmo, ni siquiera Brasil o México. Argentina se ha convertido en un foco de interés para toda la región”.
Chevrolet acompañó esa dinámica con cifras impactantes: las ventas del Tracker, producido localmente, se dispararon. El Onix y la pickup S-10, importados desde Brasil, también crecieron a tasas récord de 302,9% y 388% respectivamente durante el primer semestre de 2025. En términos de participación de mercado, GM fue una de las tres marcas que más avanzó: creció un 100,4%, solo por detrás de Citroën (108%) y Volkswagen (101,8%).
La llegada del gobierno de Javier Milei y el consecuente giro hacia una economía más liberal supuso un alivio para muchas industrias, entre ellas la automotriz. La eliminación de las SIRA, la reducción del impuesto PAIS y del impuesto interno a los autos mejoraron la rentabilidad de operar en Argentina.
GM, a diferencia de otras automotrices, no suscribió al bono BOPREAL, y decidió esperar a que el entorno macroeconómico se normalizara. Recién a finales de 2024 comenzaron a verse los resultados: los plazos para el acceso a dólares bajaron de 180 días a 30 días, permitiendo operar con fluidez.
En 2021, Chevrolet tenía un 7,7% de participación en el mercado argentino. En 2023, esa cifra cayó a 6%, y la empresa descendió al séptimo lugar en el ranking de ventas. No obstante, la tendencia comenzó a revertirse en 2025: febrero (6,2%), marzo (6,4%), abril (6,8%), mayo (7%) y junio (7,3%).
En junio de 2025, GM ya escaló al quinto puesto en el ranking mensual, aunque aún no logra reflejar esa mejora en el acumulado anual. De mantenerse esta tendencia, Chevrolet podría terminar el año entre las tres primeras automotrices del país.
“Onix fue líder absoluto entre 2016 y 2018. Luego sufrió por las restricciones, pero vuelve con fuerza”, señaló Carfagna. “Ahora el Tracker y el Onix son nuestras apuestas principales porque dominan los segmentos más importantes del mercado. En Brasil y Argentina, estos autos tienen una historia de liderazgo”.
La elección no es casual. Los autos del segmento B y los SUV del segmento B representan la mayor parte del parque automotor que se renueva cada año. Apostar por modelos ya conocidos, con alto nivel de aceptación, es una jugada segura en un mercado que empieza a recuperarse.
Con el Spark EUV y la Captiva PHEV, Chevrolet entra en la disputa por el mercado electrificado argentino. La estrategia es ofrecer dos tecnologías distintas —eléctrico puro e híbrido enchufable— y observar cómo responden los consumidores.
“El híbrido ya es elegido por muchos usuarios, especialmente en el AMBA. En cambio, el eléctrico todavía genera dudas. Por eso es importante que lo vean, que lo conozcan, que lo prueben”, explicó Lopes. A nivel regional, la marca busca liderar este proceso de adaptación paulatina a la movilidad sustentable, sabiendo que la infraestructura aún es limitada, pero confiando en una tendencia irreversible.
Un factor que los ejecutivos destacan es la recuperación de la red comercial. “La red de concesionarios ahora tiene vida”, dijo Lopes con entusiasmo. Con más de 50 concesionarios y 100 puntos de venta activos en el país, Chevrolet fortalece el vínculo con sus clientes, un eslabón clave para sostener el crecimiento de la marca.
En paralelo, la renovación de la identidad visual en toda la red busca modernizar la experiencia del consumidor, alineando imagen y servicio con los estándares globales de la compañía.
La transformación de GM en Argentina no se explica solo por una serie de lanzamientos. Es el resultado de una apuesta estratégica que considera a nuestro país como pieza clave en el desarrollo de la industria automotriz regional. Con una fábrica activa, ventas en alza, una red consolidada y una visión clara de futuro, General Motors se posiciona para competir en el podio de las marcas más vendidas del país.
Mientras tanto, los consumidores argentinos se benefician de una mayor oferta, tecnologías más limpias y una marca que vuelve a hablarles con fuerza. En palabras de Kleusner Lopes, “cuando Argentina da condiciones para competir, nos metemos de lleno. Y eso es lo que está pasando hoy”.