Por Agroempresario.com
Un artículo incluido en el nuevo proyecto de ley de jubilaciones en Argentina propone la eliminación del sistema de Sociedades de Garantía Recíproca (SGR), una medida que ha generado gran preocupación en el sector productivo. Según la Cámara Argentina de Sociedades y Fondos de Garantía (Casfog), esta iniciativa podría dejar sin respaldo financiero a cerca de 40.000 pequeñas y medianas empresas (pymes) en todo el país y afectar uno de los pocos canales efectivos de crédito productivo vigente.
Las SGR no otorgan préstamos directamente, sino que funcionan como avales que facilitan el acceso al crédito bancario o al mercado de capitales con mejores condiciones para las empresas más vulnerables. “Hoy, uno de cada tres créditos PyME está respaldado por una SGR”, explicaron desde Casfog, destacando que este sistema alcanza principalmente a micro y pequeñas empresas que no cuentan con garantías o historial financiero para obtener financiamiento formal por sí solas.
El impacto económico que movilizan las SGR es significativo: según datos oficiales, canalizan más de $3,8 billones en crédito productivo con un costo fiscal extremadamente bajo, equivalente al 0,027% del Producto Bruto Interno (PBI). Diversos estudios indican que este sistema se paga solo gracias a la generación de empleo, facturación e impuestos que aportan las pymes avaladas.
Además, las pymes con aval de SGR acceden a financiamiento un 25% más barato en el mercado de capitales y un 32% más barato en los bancos, con una generación de empleo 16 veces superior a la de empresas comparables sin aval. Este modelo cuenta con respaldo unánime de cámaras empresarias, bancos, bolsas y mercados de todo el país.
Para profundizar sobre el posible impacto de la eliminación del sistema, Infobae dialogó con Pablo Pereyra, vicepresidente de Casfog y gerente general de Acindar Pymes SGR, una de las principales sociedades de garantía del país.
¿Cuál sería el impacto concreto para las pymes si se elimina el sistema de SGR?
“La realidad es que más de 40.000 pymes dependen hoy del aval de una SGR para acceder a financiamiento, ya sea para capital de trabajo o inversión. Más del 60% de estas empresas no logran obtener crédito formal por sí solas, pero con el respaldo de las SGR pueden hacerlo. La eliminación del sistema las dejaría sin acceso a una herramienta concreta, federal y efectiva que ha demostrado ser vital. Esto pondría en riesgo una fuente fundamental de financiamiento para las pymes más pequeñas y vulnerables”, aseguró Pereyra.
¿Qué sectores son los que más dependen de este sistema?
“El sistema es transversal, pero si analizamos los $3,8 billones que moviliza, alrededor del 30% va a la industria, un 20% al agro, y el resto se distribuye entre servicios y construcción. Más del 70% de las empresas avaladas son micro y pequeñas, no grandes corporaciones. Por ejemplo, en Mendoza, el 90% de las bodegas utilizan el sistema para financiar a los productores vitivinícolas que necesitan liquidez mientras esperan meses por el pago de sus uvas”.
¿Por qué creen que surgió esta propuesta de eliminación?
“Creemos que hubo un desconocimiento sobre la relevancia y beneficios del sistema. La propuesta vino del Poder Legislativo y muchos legisladores se sorprendieron al conocer el funcionamiento y el impacto real de las SGR. Desde entonces, hemos recibido apoyo explícito de todas las cámaras empresarias para que se revise la iniciativa. Además, el presidente Javier Milei anunció que vetaría ese artículo si se aprobara, lo que esperamos que suceda”, explicó.
Actualmente existen unas 40 SGR en Argentina, siendo las más grandes Garantizar, Acindar Pymes y Argent Pymes. Todas son entidades abiertas, que atienden a múltiples sectores económicos.
El proceso es sencillo y digital: una pyme presenta su certificado y documentación básica a la SGR, que evalúa el proyecto y puede emitir un aval a favor del banco o mercado de capitales. Esto permite acceder a tasas de interés más bajas y mejores condiciones que si la empresa solicitara el crédito sola.
En caso de incumplimiento, la SGR responde frente al acreedor, lo que brinda seguridad al sistema financiero. Esto convierte a las SGR en una garantía preferida según el Banco Central.
Pereyra destacó que, ante dificultades de pago, las SGR acompañan a las empresas para buscar soluciones, como refinanciaciones o extensión de plazos. “El nivel de cumplimiento es muy alto porque las pymes quieren crecer y generar empleo. Si tienen un problema, levantan la mano y nosotros estamos para apoyarlas”, afirmó.
Este acompañamiento es uno de los grandes valores del sistema, que va mucho más allá de lo financiero y se convierte en un aliado para el desarrollo de las pequeñas empresas.