Por Agroempresario.com
El reciente aumento del 50% en los aranceles que Estados Unidos aplicó a la carne brasileña puso en estado de alerta a los ganaderos de Brasil, que advierten sobre un fuerte impacto en la cadena productiva y la necesidad de reforzar los controles sanitarios para preservar el estatus de libre de aftosa y mantener abiertos los mercados internacionales.
Gedeao Pereira, presidente de la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur (FARM), y también titular de la Federación de Agricultura de Río Grande do Sul (Farsul) y vicepresidente de la Confederación de Agricultura y Pecuaria de Brasil (CNA), expresó su preocupación en el programa Chacra Agro Continental.
“Brasil vive hoy una gran incertidumbre en cuanto al futuro de la ganadería”, aseguró Pereira, quien destacó que pese a las dificultades, Brasil sigue siendo el mayor exportador mundial de carne vacuna. “Del total producido, el 75% se destina al mercado interno”, añadió.
El dirigente señaló que los envíos de carne hacia Estados Unidos cayeron drásticamente, pasando de 47.800 a 9.700 toneladas en apenas tres meses, tras la aplicación de la nueva política arancelaria.
Esta situación llevó a la industria frigorífica brasileña a buscar redireccionar su producción hacia otros mercados internacionales. Sin embargo, Pereira advirtió que la baja en precios del novillo, que apenas se redujo un 5%, no es suficiente para contrarrestar el impacto negativo. “Esto sin duda va a impactar más duramente en el mercado”, afirmó.
Pereira remarcó la importancia de mantener el estatus sanitario de Sudamérica, especialmente el certificado de libre de aftosa sin vacunación que recientemente recibieron Brasil y Bolivia, mientras que Argentina aún mantiene regiones con vacunación.
“El cuidado sanitario es clave para evitar que los mercados internacionales cierren sus puertas”, señaló. Este estatus es fundamental para que la región continúe siendo competitiva en la exportación de carne vacuna, un sector en el que Sudamérica ocupa un rol destacado a nivel global.
El presidente de la FARM también hizo referencia a la relación política y comercial entre Brasil y Estados Unidos, mencionando las diferencias ideológicas que dificultan el diálogo. “Trump y Lula están en caminos absolutamente opuestos. Brasil históricamente tuvo una diplomacia neutra, pero hoy se apoya en BRICS y países enfrentados con Israel, y eso nos parece equivocado”, opinó.
En tanto, alertó sobre posibles nuevas regulaciones ambientales impulsadas por el Parlamento Europeo que podrían afectar las exportaciones de carne y soja. “Países como Francia y Holanda sienten presión y han mostrado resistencia a productos clave donde el Mercosur es muy competitivo”, advirtió.
Pereira destacó que el sector ganadero brasileño enfrentó la primera mitad del año con perspectivas favorables, gracias a una demanda internacional creciente y precios firmes. Sin embargo, la política arancelaria restrictiva de Estados Unidos y China se ha convertido en un factor de riesgo para la estabilidad del sector.
La carne bovina brasileña representa un producto de alto valor en la balanza comercial, y cualquier barrera arancelaria o regulatoria puede generar fuertes consecuencias para los productores y toda la cadena agroindustrial.