Por Agroempresario.com
Federico Nano, emprendedor pionero del ecosistema Fintech argentino, está convencido de que el futuro de las finanzas en América Latina depende de la creación de una infraestructura financiera embebida, escalable y regional, que permita integrar a bancos, fintechs y empresas en una misma matriz operativa. Como CEO y cofundador de B2FI, su actual proyecto, Nano no solo plantea una revolución tecnológica: propone una transformación profunda basada en visión estratégica, experiencia local y autonomía financiera.
La trayectoria de Nano en el universo Fintech comenzó mucho antes de que el término se popularizara. En 2012 fue parte del equipo que fundó Monedero, la primera billetera digital de Visa Argentina, cuando aún el pago sin efectivo parecía una idea de ciencia ficción. El proyecto se integró al sistema de transporte de la Ciudad de Buenos Aires, permitiendo recargas y pagos digitales en el subte, peajes y comercios. Con más de 8 millones de tarjetas emitidas y 5 millones de usuarios activos, Monedero fue una de las primeras experiencias masivas de inclusión financiera digital en el país.
“Más allá de haber sido tempranamente jugadores de billeteras, nuestra gran contribución fue crear cuentas virtuales integradas con los bancos”, rememora Nano. El éxito fue tal que en 2013 el sistema fue vendido a Visa, consolidando su impacto en el mercado local.
Tras cerrar su etapa en Monedero, Nano decidió escalar su visión. "Me había quedado pendiente la internacionalización", reconoce. Así nació B2FI, una fintech que funciona como “plataforma de plataformas”, ofreciendo servicios financieros embebidos para bancos, fintechs, gobiernos y empresas de toda América Latina.
En estos años, la compañía sumó más de US$ 13 millones en inversión, con capital mayoritariamente generado por la propia operación. Entre sus hitos, destaca la creación de Nodobanka, una plataforma B2B2C lanzada con Callao, y una segunda solución para pagos corporativos junto a Medularis, luego adquirida por Callao.
"Lo interesante es que el 80% del capital no vino de rondas externas, sino del propio negocio. Apostamos a crecer con estructura, escalabilidad y autonomía", destaca Nano.
Hoy, B2FI opera en 15 países, procesa más de 7 millones de usuarios mensuales y trabaja con unas 2500 empresas. Su facturación anual consolidada supera los US$ 10 millones. “No queremos competir con bancos o fintechs, sino potenciarlos, ayudando a que los servicios financieros lleguen a donde todavía no están”, resume el emprendedor.
Nano destaca a Pix, el sistema de pagos instantáneos lanzado por el Banco Central de Brasil, como ejemplo de lo que Argentina debería imitar. "Pix es monumental. Lo más importante fue que se ató a políticas de largo plazo y a una matriz de pagos unificada que integra al bancarizado y al no bancarizado", señala.
En ese sentido, Nano afirma que el país necesita una Ley Fintech robusta, que permita construir un modelo similar, con reglas claras, integración público-privada y visión regional. “Una Ley Fintech fuerte debería llevarnos a un Pix local. Y ese Pix, eventualmente, a un Drex”, sostiene, en alusión a la moneda digital brasileña, también impulsada por el Estado, y que busca facilitar transacciones internacionales sin depender del dólar.
“Argentina debe entender hacia dónde va el mundo. Colombia y México ya están trabajando sobre este modelo. El futuro no es solo cripto, es infraestructura digital nacional, regulada y conectada con el sistema financiero tradicional”, explica Nano.
Con el foco puesto en la región, Nano busca generar un ecosistema de infraestructura compartida, que permita a las empresas enfocarse en sus modelos de negocio y no en resolver los aspectos técnicos del sistema financiero. B2FI ofrece soluciones de integración, onboarding digital, pagos, cobranzas, validación de identidad y más, todo en formato embebido, adaptable a múltiples industrias.
“Construir lo nuevo no es solo una cuestión tecnológica, es una cuestión de visión”, insiste Nano. Para él, el desarrollo de la infraestructura financiera debe estar al servicio de la vida cotidiana de las personas, permitiendo transaccionar sin fricciones, con seguridad, escalabilidad y bajos costos.
Uno de los aspectos más relevantes de su propuesta es que el crecimiento no debe depender únicamente del capital externo o de fondos de riesgo. Nano propone un modelo sustentado en los ingresos operativos del negocio, priorizando la rentabilidad, la reinversión y el desarrollo de equipos propios. “La clave está en tener una estructura ágil, con procesos modulares, que puedan adaptarse a distintos países y realidades sin perder eficiencia”, explica.
Para Nano, el foco debe estar puesto en la construcción de infraestructura pública y privada, compartida y transparente, como base para el desarrollo de servicios de valor. En ese sentido, sostiene que una interoperabilidad real entre sistemas, billeteras y bancos es vital para expandir el alcance financiero a toda la población.
Respecto del panorama local, el CEO de B2FI reconoce que la falta de regulación clara y estable es uno de los principales obstáculos para el crecimiento sostenido. “La Argentina tiene talento, creatividad y capacidad emprendedora. Pero necesita reglas claras, consenso político y políticas de largo plazo”, advierte.
Nano considera que las fintechs tienen la posibilidad de acelerar la bancarización, sobre todo en sectores rurales o marginados del sistema financiero. Para eso, es clave que las billeteras virtuales, bancos digitales y sistemas de pagos operen bajo estándares comunes y tengan acceso a infraestructura de calidad.
De cara a los próximos años, B2FI se prepara para ampliar su operación en países como México, Colombia y Perú, donde ya están desplegando pilotos y acuerdos comerciales. Al mismo tiempo, evalúan alianzas con gobiernos locales para ofrecer soluciones de pagos de impuestos, transferencias sociales y servicios públicos.
“El objetivo es llevar la infraestructura al siguiente nivel. No se trata solo de pagos, sino de construir un ecosistema donde cada actor del sistema financiero pueda desarrollar su propuesta de valor sin tener que construir desde cero”, resume Nano.
La apuesta por la infraestructura financiera embebida marca el camino hacia una Latinoamérica más conectada, eficiente y equitativa, donde las finanzas digitales sean un derecho y no un privilegio. Y en ese horizonte, Federico Nano y su equipo en B2FI siguen siendo protagonistas silenciosos, pero claves, de una transformación que recién empieza.