Por Agroempresario.com
Estados Unidos advirtió que la reducción de los aranceles que aplica a las importaciones dependerá de que sus principales socios comerciales corrijan los desequilibrios que, según Washington, amenazan su economía. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, aseguró que la política arancelaria vigente busca “reequilibrar” el déficit por cuenta corriente, que en 2024 alcanzó los 1,18 billones de dólares, la cifra más alta entre las economías desarrolladas.
En una entrevista concedida al diario japonés Nikkei, publicada este lunes, Bessent explicó que las tarifas podrían disminuir gradualmente “como un cubo de hielo derritiéndose”, siempre que se registren avances reales en el reequilibrio comercial. El funcionario ha encabezado negociaciones clave con Japón y China, dos de los principales socios y competidores de la economía estadounidense.
El déficit por cuenta corriente, que mide la diferencia entre lo que un país gasta y lo que ingresa por comercio, servicios e inversiones, alcanzó en 2024 un récord histórico de 1,18 billones de dólares. Para Bessent, un desequilibrio de tal magnitud podría “desembocar en una crisis financiera” si no se corrige a tiempo.
Según el secretario del Tesoro, el fortalecimiento de la producción industrial dentro del territorio estadounidense es clave para reducir las importaciones y mejorar la balanza. “Si logramos recuperar capacidad productiva en casa, el déficit se reducirá de forma natural”, afirmó.
Bessent señaló que las conversaciones con Beijing han sido “difíciles” porque considera que China funciona como “una economía no de mercado” con objetivos diferentes a los de rentabilidad. Entre las prácticas que Washington cuestiona se encuentran la sobreproducción y la exportación de bienes a precios “por debajo del costo”, lo que, a su juicio, distorsiona la competencia global.
“Es un programa de empleo”, dijo, refiriéndose a que las autoridades chinas priorizan objetivos de empleo y producción por encima de la rentabilidad empresarial.
En contraste con las tensiones con China, las negociaciones con Japón derivaron en lo que Bessent calificó como una “asociación industrial dorada”. Tokio aceptó un arancel del 15 % sobre sus exportaciones a Estados Unidos y, a cambio, se comprometió a un paquete de inversiones y préstamos por 550.000 millones de dólares.
Este acuerdo, según el funcionario, ayudará a alcanzar el equilibrio que busca Washington y fortalecerá los vínculos industriales entre ambos países.
Las medidas aplicadas por la administración actual han elevado la tasa media de aranceles estadounidenses al 18,6 %, según estimaciones de la Universidad de Yale, lo que representa el nivel más alto desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Bessent aclaró que los aranceles recíprocos son una herramienta temporal destinada a motivar a los socios comerciales a adoptar prácticas más justas. “Si vemos avances reales, los aranceles se irán reduciendo gradualmente”, insistió.
La política arancelaria forma parte de una estrategia económica más amplia de Estados Unidos que persigue dos objetivos:
El Departamento del Tesoro informó que esta fue la primera entrevista exclusiva que Bessent concedió a un medio no televisivo estadounidense, lo que muestra la relevancia que otorga a comunicar directamente las condiciones y objetivos de esta política.
De cara a los próximos meses, el secretario del Tesoro confía en cerrar la mayoría de las negociaciones abiertas antes de octubre, aunque reconoce que con algunos países el camino será más largo. “No se trata solo de firmar acuerdos, sino de cambiar comportamientos comerciales que llevan décadas”, concluyó.