Por Agroempresario.com
El panorama político en la provincia de Buenos Aires atraviesa un momento decisivo. La reciente designación del ex canciller Jorge Taiana como primer candidato a diputado nacional de Fuerza Patria buscó funcionar como un gesto de consenso dentro del peronismo, pero la campaña electoral que se aproxima muestra signos de fragmentación, incertidumbre y tensiones internas.
La decisión de llevar a Taiana a la cabeza de la lista se intentó presentar como el resultado de un acuerdo transversal, sin que ningún sector se adjudique su autoría. Sin embargo, lejos de consolidar la unidad, el cierre de listas dejó expuestas fracturas, reclamos judicializados y un calendario electoral complejo por el desdoblamiento entre elecciones provinciales y nacionales.
La figura de Jorge Taiana aparece como un candidato con trayectoria y prestigio dentro del peronismo. “Las candidaturas no son un reparto o tienen dueños. Representan realidades. Yo tengo el apoyo de diferentes sectores. He trabajado por la unidad muchos años y especialmente después de la derrota. He recorrido bastante la provincia y otras provincias llevando ese mensaje, el mensaje de la unidad”, señaló Taiana tras oficializarse su postulación.
Aunque desde Fuerza Patria lo presentaron como un referente que sintetiza diversas miradas, en la práctica su candidatura no logró disipar los recelos entre intendentes, agrupaciones seccionales y referentes territoriales. La falta de un claro impulsor de su postulación refuerza la idea de que fue el “mal menor” para destrabar un cierre que amenazaba con profundizar las divisiones.
La particularidad del calendario electoral bonaerense, definido por el gobernador Axel Kicillof, agrega un condimento adicional: en septiembre habrá dos elecciones superpuestas. Primero, los comicios provinciales del 7 de septiembre; luego, la campaña nacional con listas encabezadas por Taiana.
El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, lo explicó con claridad: “Hoy y hasta el 7 de septiembre la prioridad obviamente va a estar en la campaña provincial y en la elección provincial, que es la que más pronta tenemos”. Sin embargo, a medida que avanza el cronograma, las dos campañas se solapan y generan desconcierto tanto en los equipos políticos como en los votantes.
Del 27 de agosto al 7 de septiembre convivirán las dos agendas: la provincial y la nacional. Esto obliga a los candidatos a desdoblar discursos y recorridas, generando un desgaste adicional en un escenario que ya de por sí es desafiante.
Una de las tensiones más visibles estalló en la Tercera Sección Electoral, un distrito clave con más de cinco millones de votantes. Allí, la intendenta de Quilmes y tercera candidata a diputada, Mayra Mendoza, reclamó que en la boleta aparecieran las fotos de los tres primeros postulantes, incluyendo la suya junto a Verónica Magario y Facundo Tignanelli.
La Junta Electoral rechazó el pedido, y Mendoza llevó el reclamo a la Justicia con el apoyo de la Defensoría del Pueblo bonaerense. Sin embargo, la jueza María Fernanda Bisio desestimó la medida cautelar. Finalmente, la intendenta anunció que desistió de la solicitud: “Faltando apenas 21 días para la elección del 7 de septiembre, anunció que desistimos de nuestro legítimo pedido de que figure la foto que representa a Quilmes en la boleta de la tercera sección electoral”, sostuvo en un comunicado.
Este episodio expuso la falta de coordinación interna en Fuerza Patria y la persistente tensión entre las estructuras nacionales, provinciales y locales.
Axel Kicillof, como principal figura del peronismo bonaerense, intenta capitalizar el desdoblamiento electoral para fortalecer su liderazgo provincial. Bajo el lema “Sumar Fuerza”, el gobernador encabeza recorridas por las distintas secciones, mientras enfrenta el desafío de ordenar una coalición donde conviven sectores enfrentados y líderes territoriales con agendas propias.
Los intendentes del conurbano —tradicionalmente pilares del armado peronista— sienten que fueron relegados de la lista nacional. Algunos, como Fernando Gray en Esteban Echeverría, armaron estructuras alternativas, como Unión Federal, que busca disputar representación en octubre. Otros, como Jorge Ferraresi en Avellaneda o Mayra Mendoza en Quilmes, impulsan campañas localistas, reforzando su imagen en las boletas seccionales para consolidar su poder en los concejos deliberantes.
El desdoblamiento genera que la campaña tenga un fuerte componente localista, en detrimento de un mensaje unificado. En distritos como Avellaneda, ya se impulsa el lema “Votá por tu ciudad”, orientado a priorizar la elección de concejales y legisladores provinciales sobre las disputas nacionales.
Esta dinámica complejiza el trabajo de Fuerza Patria, que enfrenta la amenaza de la atomización. El Movimiento de Unidad Popular (MUP) y las 62 Organizaciones, entre otros, decidieron no alinearse con el espacio y buscaron alternativas propias.
Con la elección cada vez más cerca, las encuestas internas marcan que el peronismo podría sufrir una derrota en la Primera Sección Electoral, aunque con una diferencia que se achica, y lograr una victoria en la Tercera. Allí, las cabezas de lista responden directamente a Kicillof: Gabriel Katopodis en la Primera y Verónica Magario en la Tercera.
Más allá de los resultados puntuales, lo que definirá el peso del peronismo en el próximo período legislativo será la cantidad de bancas obtenidas. En este sentido, la fragmentación y las divisiones internas podrían limitar la capacidad de Fuerza Patria de capitalizar su fuerza electoral, incluso en los distritos donde conserva competitividad.