Por Agroempresario.com
Un reciente informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis reveló un retroceso muy significativo de la chicharrita, plaga que afectó severamente la producción de maíz en campañas anteriores. Según el 24º reporte, la situación actual muestra mejoras en todas las zonas agroecológicas del país, incluyendo áreas endémicas del NOA y NEA.
En la zona Centro Sur, el informe indica que el 87% de las localidades registraron cero capturas, mientras que el resto presentó detecciones mínimas (1 a 4 individuos por trampa). Esto refleja un escenario similar al de la campaña anterior para las siembras tempranas, que comienzan a desarrollarse o están próximas a hacerlo.
En la región Centro Norte, tres cuartas partes de las localidades mostraron ausencia de la plaga (38%) o presencia baja (35%), cifras superiores a las registradas previamente (34% y 23%, respectivamente). Estos datos evidencian que la propagación de la chicharrita se mantiene controlada en gran parte del país, reforzando la efectividad de las estrategias de monitoreo y control implementadas.
El NOA, históricamente considerado endémico para la plaga, presentó un retroceso notable. Desaparecieron las detecciones de más de 1.000 individuos, y las capturas de más de 100 se redujeron al 23% frente al 60% del registro anterior. Las categorías con menor presencia (hasta 20 individuos) aumentaron del 10% al 36% del total, un cambio significativo para la región.
En el NEA, la proporción de localidades libres de la chicharrita creció del 10% al 23%, mientras que la categoría de presencia mínima se triplicó, alcanzando un 33%. En conjunto, estas categorías abarcan ya el 55% de la región. Al mismo tiempo, la categoría con más de 100 individuos disminuyó del 24% al 4%, evidenciando una retracción marcada en todas las zonas endémicas.
La región del Litoral experimentó la caída más pronunciada de la plaga: el 84% de las localidades se encuentran libres de chicharritas, frente al 31% registrado previamente. Solo un 10% se mantiene en la categoría de menor presencia, demostrando un control efectivo del vector y una tendencia alentadora para la producción de maíz en la región.
A pesar de los resultados positivos, la Red Nacional de Monitoreo enfatiza la necesidad de mantener la vigilancia constante de Dalbulus maidis. Se recomienda continuar con el monitoreo de adultos mediante trampas cromáticas adhesivas y la inspección de cultivos invernales o de servicio, así como malezas que podrían actuar como reservorios, aunque la plaga no se reproduce en ellas. La fluctuación poblacional puede variar según condiciones climáticas y manejo agrícola, por lo que la prevención sigue siendo clave.
El período de retracción poblacional activo en todas las zonas agroecológicas representa una oportunidad para que los productores de maíz maximicen la productividad y reduzcan pérdidas económicas. La tendencia positiva también refuerza la importancia de continuar invirtiendo en monitoreo, control integrado de plagas y capacitación de técnicos y agricultores.
En síntesis, el escenario actual muestra un retroceso histórico de la chicharrita en Argentina. Las zonas endémicas presentan datos alentadores, mientras que las áreas de siembra temprana mantienen ausencia o baja presencia del vector. La coordinación entre productores, técnicos y la Red Nacional de Monitoreo es fundamental para sostener estos resultados y proteger la producción agrícola del país.