Por Agroempresario.com
La startup sueca Lovable, con sede en Estocolmo, alcanzó un hito histórico al convertirse en la empresa de software de más rápido crecimiento del mundo. En apenas ocho meses desde su lanzamiento, la compañía superó los US$ 100 millones en ingresos anualizados, gracias al uso de inteligencia artificial que permite a cualquier persona, incluso sin experiencia en programación, crear aplicaciones, sitios web y proyectos digitales completos de manera instantánea.
La historia comenzó con Anton Osika, físico de formación, quien tras trabajar en el CERN, Suiza, y en varias startups tecnológicas suecas, decidió transformar su experiencia en una plataforma accesible para millones de usuarios. Junto a Fabian Hedin, cofundador y director de tecnología, Osika convirtió GPT Engineer, una herramienta de código complejo, en Lovable, una plataforma visual que democratiza la creación de software.
En noviembre de 2024, tras una versión inicial que no funcionó como esperaban, relanzaron Lovable y recaudaron más de US$ 5 millones en apenas un mes, estableciendo un récord en la historia de las startups tecnológicas de Europa. Hoy, Lovable factura cerca de US$ 1 millón por día gracias a sus suscripciones y servicios premium.
Uno de los primeros beneficiarios de Lovable fue Oskar Munck af Rosenschöld, residente en Estocolmo, quien utilizó la plataforma para desarrollar FrameSage, un mercado que conecta películas con inversores en solo 10 días, ahorrando tiempo y decenas de miles de dólares en desarrolladores. Otro ejemplo es Jaleel Miles, de Malmö, que creó Quicktables, una startup de gestión de restaurantes, en solo dos meses, registrando más de US$ 120.000 en ventas desde mayo.
En Río de Janeiro, la compañía QConcursos, liderada por Caio Moretti, utilizó Lovable para crear una versión premium de su app educativa en dos semanas, generando más de US$ 3 millones en 48 horas. Estas historias reflejan la capacidad de Lovable para acelerar proyectos que tradicionalmente tardarían meses o años en desarrollarse.
Lovable alcanzó los US$ 100 millones en ingresos anualizados en solo ocho meses, superando a empresas como Wiz (Israel) y Deel (San Francisco), que necesitaron entre 18 meses y dos años para lograr cifras similares. Con una valoración actual de US$ 1.800 millones, sus fundadores conservan aproximadamente el 50% de la compañía, estimando su participación en US$ 900 millones.
Según Anton Osika, “Los humanos somos constructores de corazón, pero ser capaces de escribir código o tener acceso a capital fue la clave para desarrollar software. Ahora entramos en una nueva era”.
Lovable permite crear proyectos digitales desde simples apps hasta sitios web complejos, integrando funciones como pagos con Stripe y boletines electrónicos. En junio, solo un mes, se lanzaron alrededor de 750.000 proyectos en la plataforma, demostrando el poder de la IA generativa aplicada a la creación de software.
Su tecnología no solo transforma startups independientes; también impacta en empresas consolidadas. Gigantes como OpenAI y Google desarrollan herramientas similares, como Firebase Studio, que permiten crear aplicaciones con instrucciones en lenguaje natural, evidenciando un mercado global en plena expansión.
Lovable ha democratizado el acceso al software para personas sin experiencia técnica. Theresa Anoje, desde San Francisco, pudo convertir su boletín laboral Remotely Good en un sitio completo en solo un fin de semana, algo que antes parecía imposible debido a la falta de financiación y conocimientos técnicos.
Asimismo, Ben Fletcher, socio del fondo Accel, desarrolló una app de torneos de pickleball en un fin de semana y una herramienta para analizar datos de ventas de startups, aprovechando Lovable para impulsar nuevas inversiones.
En su nueva ronda de financiamiento, Lovable recaudó US$ 200 millones, sumando a los US$ 23 millones previos, con el objetivo de enfrentar rivales como Replit y StackBlitz, que cuentan con respaldo de Silicon Valley y buscan consolidarse como líderes en creación de software asistido por IA.
A su vez, la plataforma debe competir con gigantes consolidados como Figma, Wix y Squarespace, que ya incorporan IA generativa en sus productos, ofreciendo soluciones similares para la creación de sitios web y prototipos.
Aunque Lovable es poderosa para diseño web y prototipos simples, aún requiere intervención humana para integraciones más complejas. Lennert Jansen, ingeniero de IA en Países Bajos, utilizó Lovable para desarrollar su startup Airweave, que conecta aplicaciones como Gmail con agentes de IA autónomos, y tuvo que reescribir parte del código manualmente.
Otra limitación es su dependencia de modelos de IA externos, como Claude de Anthropic, que implica gastos millonarios mensuales y competencia con otras plataformas que utilizan los mismos motores de IA.
La irrupción de Lovable y similares está cambiando la dinámica del empleo en tecnología. Según el fondo SignalFire, las contrataciones de programadores junior cayeron un 25% el año pasado, reflejando la transición hacia herramientas que permiten a no expertos generar software funcional.
Incluso gigantes como Microsoft y Google reconocen que la IA ya escribe hasta el 30% del código, según declaraciones de Satya Nadella y Sundar Pichai, modificando la manera en que se planifican y ejecutan los proyectos tecnológicos.
Lovable ofrece proyectos simples de forma gratuita, mientras que planes premium comienzan en US$ 25 mensuales, permitiendo desarrollos avanzados por menos de US$ 50, mucho menos que el costo de contratar un programador humano. Esto democratiza la creación de software y abre oportunidades a emprendedores de todo el mundo.
Anton Osika, físico sueco, trabajó en CERN, Suiza, y en varias startups antes de fundar Lovable. Fabian Hedin, cofundador, aportó su experiencia en desarrollo de IA y tecnología visual. Juntos transformaron una herramienta compleja en un producto accesible y rentable en tiempo récord.
Antes de Lovable, Osika participó en Depict AI, y junto a Oliver Edholm, lograron generar US$ 1 millón en ingresos en un año. Sin embargo, con la llegada de ChatGPT y la consolidación de la IA generativa, Osika vio la oportunidad de crear Lovable, revolucionando la forma en que se desarrolla software.
Lovable continúa invirtiendo en mejorar la experiencia del usuario, explorando nuevas integraciones con IA y ampliando su alcance global. Su objetivo es convertirse en la plataforma estándar para cualquier persona que desee crear aplicaciones, sitios web o negocios digitales sin depender de conocimientos técnicos.
La compañía ya atrae atención internacional y promete transformar industrias, desde la educación y el entretenimiento hasta el comercio electrónico y la gestión de negocios.