Por Agroempresario.com
En medio de la volatilidad preelectoral y las tensiones en el mercado cambiario, el director del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Federico Furiase, afirmó que el esquema de bandas de flotación cambiaria seguirá vigente incluso después de las elecciones. Además, aseguró que las recientes ventas de dólares del Tesoro en el mercado fueron puntuales, temporarias y coordinadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En una entrevista televisiva, Furiase, asesor cercano al ministro de Economía Luis Caputo, detalló que el mecanismo busca garantizar liquidez y evitar movimientos abruptos en la cotización del dólar en un contexto de alta tensión política. Según el funcionario, el Tesoro cuenta con alrededor de USD 3.000 millones adquiridos en distintas operaciones financieras, lo que asegura “munición suficiente” para intervenir sin comprometer las reservas del Banco Central.
El economista explicó que el anuncio de la intervención fue comunicado de manera transparente al FMI, que avaló la medida. “Al Fondo le pareció genial que se hiciera público y transparente. Está al tanto de todo lo que venimos implementando”, señaló. Subrayó además que esta operatoria no afecta las reservas internacionales de la autoridad monetaria, ya que los dólares provienen de superávit fiscal y colocaciones netas del Tesoro.
En ese sentido, Furiase sostuvo que el Tesoro actuó en el mercado cambiario comprando bonos como los Bonte, y que esas operaciones permiten sostener la liquidez necesaria para atravesar el ruido electoral. “En contextos de elecciones, los mercados suelen quedar más ilíquidos. La intervención del Tesoro asegura que la banda cambiaria funcione con normalidad”, agregó.
Consultado sobre la continuidad del esquema cambiario tras las elecciones del 26 de octubre, el director del BCRA fue enfático: “Las bandas de flotación siguen igual”. Explicó que el Banco Central seguirá interviniendo en el piso de la banda comprando dólares y en el techo vendiéndolos, lo que evita fluctuaciones extremas y aporta previsibilidad a empresas e inversores.
De esta forma, el Gobierno busca transmitir tranquilidad frente a las especulaciones sobre una posible devaluación brusca en el corto plazo. “El esquema actual está diseñado para dar certidumbre y reducir el riesgo de sobresaltos cambiarios”, apuntó.
Otro punto central en la exposición de Furiase fue la evolución de la inflación. Según el funcionario, los indicadores de alta frecuencia muestran una desaceleración en los precios, incluso con el reciente aumento del dólar. “Los registros de inflación están entre 1,8% y 2%, de acuerdo a datos oficiales y privados. Esto refleja que no hay convalidación monetaria y que el tipo de cambio no se está trasladando directamente a los precios”, explicó.
En su análisis, la política fiscal austera, el ordenamiento del gasto público y la coordinación con el FMI contribuyen a sostener la estabilidad. A su vez, remarcó que el Gobierno apuesta a que la estabilidad cambiaria actúe como ancla para consolidar la baja en los niveles de inflación.
Las definiciones de Furiase se producen en medio de un clima de inquietud en el sector empresarial, que viene observando con preocupación la volatilidad del dólar y sus efectos sobre costos, contratos y precios. La reciente intervención del Tesoro fue interpretada como un gesto de pragmatismo económico, aunque también persisten dudas sobre la sustentabilidad del esquema en caso de prolongarse la presión cambiaria.
En el plano político, la estrategia del Gobierno apunta a transitar el proceso electoral sin sobresaltos que puedan poner en riesgo la estabilidad alcanzada en los últimos meses. La coordinación con el FMI y el uso de instrumentos del Tesoro son parte de esa hoja de ruta.