Por Agroempresario.com
En un contexto donde el crecimiento industrial argentino se ha mantenido estancado por más de 15 años, un grupo de pymes santafesinas decidió no esperar un cambio de modelo, sino adaptarse a las nuevas realidades económicas. Con foco en energía y minería, sectores que hoy son motores del desarrollo nacional, empresas como Ingeap, Arfans, ZLT y Grupo Comat se transformaron en casos de éxito dentro del nuevo mapa productivo.
Desde el año 2019, Santa Fe activó su mesa de gas, petróleo y minería, con el objetivo de vincular a sus industrias con las cadenas de valor emergentes. Actualmente, la integran 298 empresas, según detalló Pablo Bonetto, director provincial de Infraestructura y Fortalecimiento Industrial. Este trabajo de articulación público-privada ha sido clave para que pymes regionales puedan participar activamente en proyectos como Vaca Muerta y en las inversiones mineras del norte argentino.
Francisco Tibaldo, director de Ingeap, empresa con menos de 7 años de trayectoria, explicó que siempre apostaron a la ingeniería aplicada a grandes obras, brindando servicios especializados desde la etapa de relevamiento hasta la puesta en marcha. Con tecnología de última generación, ya trabajan en Gas Natural Licuado (GNL), un segmento estratégico dentro del futuro energético de Vaca Muerta.
Además, Ingeap ya logró insertarse en el sector minero. "Estamos participando en minería metalífera y acumulamos experiencia en proyectos de litio en Salta, Catamarca y Jujuy", contó Tibaldo.
Con base en el sector metalmecánico, Arfans fabrica hélices y ventiladores axiales que se utilizan en procesos clave dentro de la industria petrolera, como la destilación y la compresión de agua. "Hoy vemos una gran oportunidad de expansión, porque todas las nuevas plantas requieren este tipo de equipamiento", explicó Pablo Rufaza, referente de la firma.
La apuesta de Arfans fue clara: trabajar en competitividad, calidad y precios, sabiendo que compiten con productos estadounidenses e italianos. “Le pusimos foco al desarrollo tecnológico sabiendo que este año se empezaban a jugar inversiones importantes”, agregó Rufaza.
Desde Rosario, la empresa ZLT, liderada por Gino Zavanella, dio un paso más allá: no solo participa en la cadena de valor petrolera, sino que está desarrollando el primer parque industrial privado en Vaca Muerta, en la localidad de Añelo. “Ya construimos 115 viviendas para la industria del petróleo, tenemos otras 50 en marcha y estamos avanzando con un hotel para 2026. Pero lo más importante es el parque industrial de 34 hectáreas, pensado para albergar pymes de la Región Centro”, detalló Zavanella.
Este proyecto no solo implica inversión inmobiliaria sino también infraestructura estratégica para integrar a empresas santafesinas y cordobesas con las necesidades del yacimiento más prometedor de Argentina.
En paralelo, la minería comienza a consolidarse como el próximo gran eje productivo del país. “La minería está como Vaca Muerta hace 10 años”, aseguran los expertos. Y las pymes santafesinas no quieren perder tiempo.
Grupo Comat, representado por Belén Collazuol, ya trabaja para ingresar de lleno al sector minero. “Formamos parte de la mesa provincial y participamos en ferias del sector. Es un rubro exigente en cuanto al desgaste de herramientas y tecnología, y ahí creemos que podemos hacer una gran diferencia”, afirmó.
Desde el gobierno de Santa Fe, la estrategia es clara: posicionarse como socio industrial de las provincias productoras de petróleo y minerales. “Tenemos el segundo PBI industrial del país y estamos promoviendo convenios de cooperación y transferencia tecnológica”, explicó Guillermo Beccani, secretario de Desarrollo Industrial de la provincia.
El modelo apunta a vincular la capacidad productiva de Santa Fe con las necesidades de las economías extractivas, que suelen tener un bajo grado de industrialización. Así, se promueve una integración federal, sustentable y de alto valor agregado.
Lejos de los modelos industriales del pasado, estas pymes santafesinas marcan el camino hacia una reindustrialización moderna, donde la innovación, la eficiencia y la conexión con los grandes proyectos de energía y minería definen el éxito.
La experiencia de estas cuatro empresas demuestra que, incluso en un entorno adverso, es posible reconvertirse, agregar valor y competir en las grandes ligas. Vaca Muerta y la minería no solo representan una oportunidad energética, sino una plataforma para que el complejo manufacturero argentino se reinvente y vuelva a crecer.