Por Agroempresario.com
Es un rincón mágico e inesperado que ofrece una experiencia original e imperdible.Entre viñedos, lagos y paisajes majestuosos, Mendoza guarda un rincón tan mágico como inesperado. En San Rafael, a solo 20 minutos del centro, se encuentra el Laberinto de Borges, un parque cultural único que combina naturaleza, arte y literatura en una propuesta tan original como imperdible.
Con sus 8.700 m² de senderos de cipreses, este laberinto está diseñado como un libro abierto que conduce hacia una estrella de ocho puntas, uno de los símbolos más recurrentes en la obra del célebre escritor argentino Jorge Luis Borges. Pero este lugar va más allá del juego: recorrerlo es una experiencia simbólica que invita a reflexionar sobre la célebre idea borgeana de que “perderse también puede ser una forma de encontrarse”.
En el corazón del predio se alza la Torre María Kodama, de 22 metros de altura, desde donde se puede contemplar el trazado completo del laberinto y una panorámica impactante del sur mendocino: montañas, viñedos y un bosque frondoso que enmarca esta experiencia única.
El parque, ubicado en la histórica Finca Los Álamos —propiedad que perteneció a la familia de Susana Bombal, gran amiga de Borges—, ofrece mucho más que su enigmático recorrido:
Áreas de picnic, ideales para relajarse al aire libre.
Muestras artísticas, que amplían la propuesta cultural.
Una pulpería-café, donde es posible disfrutar de platos típicos acompañados por exquisitos vinos mendocinos.
Durante la primavera y el verano, el complejo se transforma con un recorrido nocturno que, iluminado con tecnología de última generación, convierte la visita en una verdadera travesía sensorial bajo las estrellas.
El Laberinto de Borges es de fácil acceso. Se llega por la Ruta Nacional 40 y se conecta luego con la Ruta Provincial 173, hasta llegar al predio de Finca Los Álamos, en San Rafael.