Por Agroempresario.com
Cuando el verano llega y los principales balnearios como Mar del Plata, Cariló y Pinamar se llenan de turistas, algunos viajeros buscan opciones menos concurridas donde disfrutar de la naturaleza sin perder comodidad. Allí aparece Mar de Cobo, un balneario del partido de Mar Chiquita, a solo 4 horas de la Ciudad de Buenos Aires, que se posiciona como uno de los rincones más encantadores y poco explorados de la provincia.
Este lugar combina extensas playas solitarias, un bosque con álamos, cipreses y pinos, y una laguna escondida que sorprende a quienes la descubren. Por eso, muchos lo describen como un verdadero refugio natural, ideal para una escapada de fin de semana o unas vacaciones en familia.
El mayor atractivo de Mar de Cobo es su laguna, un espacio que mantiene un ambiente casi intacto y libre del bullicio turístico. Allí se pueden practicar actividades como:
La tranquilidad del lugar convierte cada experiencia en un momento único, lejos del ruido de la ciudad y del turismo masivo.
Una característica especial de Mar de Cobo es su trazado urbano. Sus calles forman semicírculos que desembocan en la avenida principal, la Manuel Cobo, que lleva directamente al mar. Este diseño distintivo otorga un aire pintoresco y acogedor al pueblo.
Por las noches, el bajo nivel de contaminación lumínica ofrece un cielo limpio y plagado de estrellas, un espectáculo perfecto para quienes disfrutan de la astronomía o simplemente buscan un momento de contemplación.
Más allá de su laguna y sus playas tranquilas, Mar de Cobo ofrece una amplia gama de actividades para los visitantes:
Entre ellas se destaca la Fiesta Nacional del Cordero Costero, que cada noviembre reúne a vecinos y turistas con gastronomía regional y espectáculos artísticos.
El encanto de Mar de Cobo también se refleja en su oferta gastronómica. En el pueblo abundan restaurantes con cocina casera, parrillas de carnes a las brasas y cafeterías donde degustar especialidades locales. Los productos frescos de la zona, como quesos y pescados, son protagonistas de las cartas.
En cuanto a alojamiento, el visitante encontrará cabañas, hosterías y posadas familiares, muchas de ellas administradas por vecinos que ofrecen una hospitalidad cálida y personalizada.
A pocos kilómetros se encuentra la Reserva de Biosfera de Mar Chiquita, reconocida internacionalmente por su biodiversidad. Allí los turistas pueden recorrer médanos, pastizales y avistar especies de fauna y flora únicas, lo que complementa la experiencia natural de la región.
El acceso desde Buenos Aires es sencillo:
Lejos del turismo masivo y cerca de la naturaleza, Mar de Cobo se posiciona como una joya escondida de la costa bonaerense. Con sus playas tranquilas, su bosque encantado, una laguna secreta y propuestas culturales, este balneario ofrece una experiencia distinta para quienes buscan desconectar y vivir un contacto auténtico con el entorno.