El sector cerealero argentino mostró un desempeño sólido durante 2025. Según datos de la Subsecretaría de Mercados Agroalimentarios e Inserción Internacional, basados en estadísticas del INDEC, las exportaciones del complejo alcanzaron 38,4 millones de toneladas, por un valor de 8.621 millones de dólares en los primeros ocho meses del año.
Dentro del conjunto de granos —que incluye maíz, trigo, arroz, sorgo y cebada, entre otros—, el arroz y sus derivados fueron los grandes protagonistas, registrando el mayor crecimiento exportador interanual.
Con un aumento del 91% en volumen respecto al mismo período de 2024, el arroz se posicionó como el cereal de mayor expansión. Los principales incrementos se dieron en arroz con cáscara no parbolizado, arroz semiblanqueado o blanqueado y arroz descascarillado, productos con alta demanda en los mercados asiáticos y latinoamericanos.
Este impulso refleja el fortalecimiento del complejo arrocero nacional, tanto por la mejora de rendimientos productivos como por la recuperación de destinos estratégicos.
El trigo ocupó el segundo lugar con un crecimiento del 40%, impulsado principalmente por las ventas de grano y, en menor medida, por la harina. En tanto, el sorgo registró un incremento del 26%, con mayor protagonismo del grano en su composición exportadora.
Otros cereales, como la cebada y el maíz, también mostraron avances más moderados: 3% y 1%, respectivamente, en comparación con los primeros ocho meses de 2024.
El mapa exportador argentino sumó nuevos mercados y consolidó la presencia en los tradicionales. Los diez principales destinos de los cereales fueron Vietnam, Brasil, Perú, Arabia Saudita, Argelia, Malasia, Chile, Egipto, China e Indonesia.
Además, se destacaron incrementos excepcionales en algunos países: Angola (+998%) y Bangladesh (+444%), ambos impulsados por ventas de trigo; Líbano (+513%) y Egipto (+156%) por mayores embarques de maíz; y Kenia (+89%), donde creció la demanda de maíz y trigo.
El repunte general del complejo cerealero confirma el potencial competitivo del agro argentino en los mercados internacionales, con un 2025 que consolida al país como proveedor clave de alimentos y materias primas en un escenario global en transformación.