El mercado de maquinaria agrícola argentina mostró un leve repunte en septiembre luego de varios meses de desaceleración. De acuerdo con el informe de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), se patentaron 621 equipos autopropulsados, lo que representa una suba del 12,9% respecto a agosto (550 unidades).
Si bien el dato aún refleja una baja interanual del 6,2% frente a septiembre de 2024 (662 unidades), el resultado consolida el mejor registro de los últimos cuatro meses, mostrando señales de reactivación en la demanda y una mayor confianza entre los productores.
En lo que va de 2025, se contabilizan 5.135 equipos matriculados, un incremento del 9,3% interanual frente al mismo período del año pasado (4.700 unidades).
El segmento de tractores fue el principal motor de este repunte. Durante septiembre se registraron 518 unidades, un 15,6% más que en agosto, aunque todavía un 6,2% por debajo del mismo mes de 2024. Se trató, no obstante, del mejor desempeño desde mayo, marcando una recuperación sostenida.
En el ranking de marcas, John Deere mantiene el liderazgo con el 38,5% de los patentamientos, seguida por New Holland (17,7%), Case IH (13,5%), Pauny (11,8%) y Massey Ferguson (5,8%).
El comportamiento fue diferente en cosechadoras, donde se patentaron 43 unidades, lo que representa una caída del 17,3% interanual y del 8,5% mensual. Sin embargo, el acumulado anual muestra un crecimiento del 24,8%, con 569 equipos registrados frente a 456 en 2024. En este rubro, John Deere también encabeza las ventas con el 41,3%, seguida por Case IH (25,5%) y New Holland (21,4%).
Por su parte, las pulverizadoras autopropulsadas tuvieron un desempeño más estable, con una suba del 9,1% mensual y del 3,4% interanual, alcanzando 60 unidades. En los primeros nueve meses del año, se registraron 509 equipos (+2,8%), con Metalfor al frente (23,2%), seguida por Pla (19,8%) y Caimán (16,1%).
Pese a las mejoras, el sector continúa condicionado por factores macroeconómicos, como la brecha cambiaria, los altos costos financieros y la incertidumbre política. Sin embargo, la recuperación de los precios internacionales y las buenas perspectivas para la próxima campaña agrícola alimentan el optimismo entre fabricantes y concesionarios, que esperan cerrar el año con un escenario más favorable para la maquinaria agrícola nacional y las marcas líderes.