En un contexto marcado por la incertidumbre política, las elecciones del 26 de octubre, y el debate económico centrado en la gobernabilidad, el dólar y hasta Donald Trump, el 61° Coloquio IDEA tuvo un momento inesperado que rompió el esquema tradicional del evento. Fue cuando Federico Lauria, fundador de Dale Play y socio estratégico de artistas globales como Duki, Bizarrap y Nicki Nicole, subió al escenario y cautivó a los empresarios con una charla cargada de energía, emoción y una visión inspiradora del presente argentino.
Bajo el título “Tierra de campeones: La generación que nos desafió a soñar”, Lauria brindó un discurso centrado en el potencial de las nuevas generaciones que hoy representan a la Argentina en escenarios globales. No solo en la música, sino también en el deporte, el streaming, el gaming y el emprendedurismo.
Según destacó Lauria durante su exposición, esta generación “compite entre sí, pero se alegra genuinamente cuando a uno de sus amigos le va bien”. Una cultura de colaboración que, para él, representa una transformación cultural profunda en la manera de concebir el éxito.
"El gen emprendedor que tiene esta generación tiene un valor incalculable", afirmó, y agregó que este fenómeno no es aislado, sino que forma parte de un ecosistema que trasciende lo artístico y se consolida como una oportunidad concreta para el país.
El punto más alto de la presentación llegó con un mensaje directo al empresariado: “Tenemos algo increíble como país. Despertémonos porque está acá y está pasando. Es una generación que vino a romper con muchos paradigmas y que no le tiene miedo al mundo”.
Estas palabras, recogidas por Agustín Jamele para Forbes Argentina, provocaron aplausos, emoción y hasta lágrimas entre los presentes. Lauria concluyó con una invitación clara a quienes tienen poder de decisión en el país: “A nosotros nos hicieron creer que desde Argentina, desde el fin del mundo, no se podía… y ellos lo están haciendo. Son una llave que, colaborando, podemos aprovechar”.
Lejos de las proyecciones económicas y los análisis técnicos habituales del Coloquio IDEA, Lauria logró conectar con una fibra emocional que rara vez se explora en este tipo de encuentros. Su presencia dejó en evidencia que hay un nuevo capital social y cultural emergiendo, y que el desafío para el sector privado es entenderlo, valorarlo y sumarse al movimiento.