Desde el inicio de la gestión de Javier Milei, las reservas de oro del Banco Central de la República Argentina (BCRA) experimentaron un incremento superior a los USD 4.000 millones, en gran parte gracias a la fuerte suba del precio internacional del metal precioso. A partir de diciembre de 2023, el valor de las tenencias de oro en poder del BCRA pasó de USD 3.919 millones a más de USD 8.300 millones en agosto de 2025, según los últimos datos oficiales. Este notable aumento en la valuación, que ha sido especialmente visible en el transcurso de este año, se produce en un contexto global marcado por la volatilidad financiera y el aumento del precio del oro, el cual ha registrado un salto cercano al 55% en los últimos meses.
El oro, tradicionalmente considerado un refugio seguro ante la incertidumbre económica, ha ganado protagonismo en la estrategia de muchos bancos centrales y fondos de inversión a nivel mundial. En particular, las tensiones geopolíticas y la expectativa de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos han impulsado la demanda por este activo. De esta forma, el debilitamiento del dólar ha encarecido aún más el oro para los compradores internacionales, lo que ha contribuido al alza de su valor.
Según los datos del BCRA, las reservas de oro fueron reportadas en 1.984,96 onzas troy, con una valuación aproximada de USD 4.186 millones en el mes de agosto de 2025. Este aumento se ha convertido en un tema de debate en el ámbito económico y político, sobre todo en relación con la administración y ubicación de estas reservas estratégicas. La administración de Santiago Bausili en el BCRA y los sectores opositores han generado controversia sobre la posibilidad de trasladar parte de estas reservas fuera del país, lo que fue confirmado recientemente por el ministro de Economía, Luis Caputo.

El manejo de las reservas de oro ha generado un cruce de opiniones entre el gobierno y la oposición, debido a las tensiones sobre la necesidad de tener acceso rápido a este activo en situaciones de estrés financiero. Las reservas de oro en el exterior pueden ser utilizadas más rápidamente que aquellas almacenadas en el país, lo que abre la discusión sobre su conveniencia en términos operativos.
El BCRA sostiene que estas operaciones no alteran el volumen total de reservas, pero algunos economistas advierten que este tipo de movimientos podría reflejar un enfoque más conservador frente a la presión por cumplir con los compromisos internacionales del país. En este contexto, la Auditoría General de la Nación (AGN) ha solicitado información sobre la localización de estas reservas, sin obtener respuesta concreta por parte del BCRA.
En cuanto a la liquidez del oro, voceros del BCRA indicaron que el metal "libre de previsiones" podría convertirse rápidamente en efectivo en situaciones de emergencia, a través de operaciones de swap, un procedimiento que consiste en poner el oro como garantía para obtener un préstamo en dólares, a una tasa de interés.
El crecimiento en las reservas de oro, si bien ha sido impulsado por factores externos, también refleja una estrategia de cobertura frente a las tensiones económicas y la incertidumbre que atraviesa el país. El oro, por su naturaleza, es visto como un activo refugio en momentos de alta volatilidad económica, y su aumento podría ser interpretado como una respuesta ante la situación de fragilidad fiscal y financiera que atraviesa Argentina.
No obstante, algunos analistas señalan que si bien el aumento en las reservas es positivo desde una perspectiva financiera, la verdadera sostenibilidad de las reservas del país dependerá de otros factores, como el acceso a financiamiento externo, la gestión de la deuda externa y las políticas macroeconómicas implementadas por el gobierno.
El impacto del aumento del valor de las reservas de oro también se ve reflejado en la valoración total de las reservas internacionales del BCRA, que alcanzan los USD 40.988 millones, aunque muchos economistas consideran que este volumen sigue siendo insuficiente para enfrentar los compromisos internacionales que enfrenta el país. En este contexto, la gestión de las reservas de oro se presenta como un factor clave para la estabilidad financiera a corto y mediano plazo.
A medida que se aproxima el final del ciclo de 2025, las reservas de oro del BCRA seguirán siendo un punto de controversia dentro del debate económico. Las oposiciones políticas se han mostrado críticas respecto a la utilización de estos activos como instrumento de garantía o intercambio, alegando que deben estar disponibles para situaciones de extrema necesidad.
La discusión sobre el futuro de las reservas de oro refleja la tensión entre la necesidad de garantizar la estabilidad financiera del país y las demandas de transparencia y eficacia en la gestión de los activos estratégicos del Estado. En este sentido, el debate no solo se centra en el valor de las reservas, sino también en cómo se administran y dónde se almacenan estos recursos esenciales para la economía argentina.
Según informes publicados por Infobae, la Auditoría General de la Nación (AGN) ha solicitado información detallada sobre la localización de las reservas de oro, un tema que sigue siendo un punto de fricción dentro del debate público, pero que aún no ha recibido una respuesta clara por parte del BCRA.