En la región de Traslasierra, al oeste de Córdoba, los productores de papa enfrentan un escenario complejo: lluvias cada vez más escasas y una creciente competencia por los recursos hídricos. Frente a este panorama, el INTA Villa Dolores impulsa junto a los productores locales una serie de ensayos de riego por goteo subterráneo, una tecnología que promete optimizar el uso del agua y, al mismo tiempo, mejorar la productividad.
“El riego es un factor clave en nuestra región”, explicó Silvana Walter, jefa de la Agencia de Extensión Rural del INTA Villa Dolores. Desde su equipo trabajan con productores de localidades como Los Cerrillos y San José, acompañando la instalación de sistemas de goteo subterráneo en campos donde el riego tradicional muestra cada vez más limitaciones.
El cultivo de papa es altamente demandante de agua —entre 500 y 800 milímetros por ciclo—, lo que hace imprescindible un uso eficiente del recurso. En la zona, el riego por surcos con agua del dique La Viña o mediante pivotes con agua subterránea son las modalidades más utilizadas. Sin embargo, su rendimiento es bajo: según mediciones del INTA y del Consorcio de Usuarios de Riego Río de los Sauces, la eficiencia del sistema por surcos apenas alcanza el 40%.
En este contexto, el riego por goteo subterráneo surge como una alternativa viable y sostenible. “Si se compara una hectárea regada por goteo con una por surco, con la misma cantidad de agua se pueden regar tres veces más”, destacó Walter. Además, el sistema ofrece la posibilidad de calcular la productividad del agua, un parámetro clave para las zonas de escasez hídrica.
Durante las últimas campañas, el INTA Villa Dolores acompañó dos experiencias piloto en campos de productores locales. La primera se llevó a cabo entre agosto y diciembre de 2024, y la segunda, entre febrero y junio de 2025. En ambos casos, se trató de sistemas de goteo enterrado diseñados específicamente para el cultivo de papa.
“El manejo del sistema resultó mucho más sencillo que el riego por surco, que puede demorar más de 24 horas y requiere trabajo nocturno”, señaló Walter. Además, esta tecnología elimina costos de limpieza de acequias y reduce la dependencia de la disponibilidad de agua de consorcio.
Otro de los puntos evaluados fue el comportamiento del agua en profundidad, un aspecto clave dado el tipo de suelo y el desarrollo radicular del cultivo. Las mediciones confirmaron que el agua logra ascender por capilaridad desde los goteros hasta la zona de raíces, garantizando una correcta distribución.
La papa presenta particularidades agronómicas que exigen un manejo cuidadoso: requiere laboreo previo, los tubérculos se siembran entre 15 y 18 centímetros de profundidad y la cosecha se realiza con maquinaria especializada, conocida como “peludo” o “arrancador”.
Uno de los interrogantes iniciales era si las mangueras de riego enterradas podrían interferir con estas labores o dañarse. “En la última experiencia, los laterales se colocaron entre 35 y 40 centímetros, mientras que los tubérculos se desarrollan por encima, por lo que no se observaron inconvenientes”, aseguró Walter.
Además del ahorro de agua, el goteo subterráneo permite aplicar fertilizantes disueltos junto al riego, una práctica conocida como fertirriego. Este sistema mejora la eficiencia del uso de nutrientes, evita pérdidas por lixiviación y posibilita un control preciso de las dosis aplicadas.
“El fertirriego es mucho más eficiente que la aplicación directa al suelo y permite aportar la cantidad exacta de unidades que el cultivo necesita”, detalló Walter. Esta tecnología se alinea con los principios del manejo por precisión, permitiendo ajustar las decisiones productivas en función de los requerimientos del cultivo y las condiciones ambientales.
Implementar un sistema de riego por goteo subterráneo implica una inversión inicial significativa. En uno de los lotes analizados, los productores impermeabilizaron una represa con geomembrana y montaron un sistema completo de bombeo, filtrado y distribución.
“Se trata de una tecnología con una vida útil de 12 a 15 años, por lo que debe considerarse una inversión a largo plazo”, remarcó Walter. En regiones donde la disponibilidad de agua es cada vez más incierta, la adopción de esta tecnología representa una estrategia de resiliencia.
Uno de los proyectos más destacados es el de la Estancia La Primavera, en San José, donde el productor Antonio Martínez, asesorado por el ingeniero César Díaz Nicotra de la empresa Argeswater SRL, implementó el sistema de goteo subterráneo en seis hectáreas de papa con acompañamiento técnico del INTA.
“El sistema mostró excelentes resultados, por eso decidimos ampliar el equipo e incorporar más hectáreas bajo esta modalidad”, indicó Díaz Nicotra. En total, la empresa maneja 500 hectáreas de papa de alta tecnología y 50 hectáreas bajo riego por goteo destinadas a la producción de forraje para un feedlot de 2.000 cabezas.
En la campaña actual, proyectan rendimientos cercanos a 33 toneladas por hectárea, entre 20% y 30% más que los lotes regados con métodos tradicionales. “Incluso con una helada en el día 82 del ciclo anterior, los resultados fueron muy positivos”, destacó el ingeniero.
El goteo subterráneo también permitió ajustar la fertilización a lo largo del ciclo, optimizando el uso de insumos y aumentando el potencial productivo del cultivo. Por este motivo, la empresa planea expandir el sistema a 25 hectáreas en Los Cerrillos.
El acompañamiento del INTA resulta fundamental para garantizar que la adopción tecnológica se base en evidencia local. “La interacción entre nuestra empresa, los productores y los profesionales del INTA nos permite ajustar el diseño de los equipos, medir el agua y los nutrientes del suelo, y planificar la fertilización según la demanda ambiental”, explicó Díaz Nicotra.
Estas experiencias confirman que el riego por goteo subterráneo no solo mejora la eficiencia hídrica, sino que también fortalece la competitividad de la producción regional, integrando tecnología, sustentabilidad y conocimiento local.
En un contexto donde el agua es un recurso cada vez más limitado, este tipo de soluciones representan un paso decisivo hacia una agricultura más eficiente y sostenible en Traslasierra y en toda la región productiva cordobesa.