Buenos Aires, 31 de octubre de 2025 – El economista Ricardo Arriazu aseguró que Argentina podría regresar a los mercados de deuda voluntaria si el riesgo país cae por debajo de 500 puntos básicos, en un contexto de mayor estabilidad tras las elecciones legislativas. La declaración se realizó durante el lanzamiento de Lantia Capital, una firma de asesoramiento financiero para patrimonios familiares, en el Campo de Polo de la Ciudad de Buenos Aires.
Según Arriazu, consultor económico cercano al Presidente Javier Milei, la mejora en la percepción internacional se sostiene en que los peores momentos para el sector externo ya pasaron, aunque señaló que la confianza sigue siendo clave. “Mi cálculo es que el riesgo país va a caer por debajo de 500 y que va a volver al mercado de capitales”, afirmó, según consignó Infobae.
El economista también cuestionó el actual sistema de bandas cambiarias, al que definió como ineficiente e incompatible con la compra de reservas por parte del Banco Central. “Argentina es un país bimonetario. El peso lo usamos para pequeñas transacciones, impuestos y salarios. Todo el resto lo hacemos en dólares. Cuando el dólar se mueve, todo tiembla”, señaló Arriazu, al criticar la política cambiaria vigente.
Arriazu destacó que la baja del riesgo país a 600 puntos y el incremento en la cotización de las acciones se produjeron tras los comicios, cuando el oficialismo logró un tercio de los escaños en ambas cámaras. “Ahora está obligado a negociar y tiene oportunidad de hacer las reformas estructurales. Eso impactó antes y después en los mercados. El riesgo país bajó a 600 puntos y subieron las acciones. Pero el dólar, todavía no”, explicó.
El economista comparó la situación actual con periodos históricos de crisis, recordando que Argentina ha registrado 20 años de crecimiento negativo desde 1980, en buena parte asociados a crisis de balanza de pagos y pérdida de confianza en la moneda local. Señaló que eliminar esos años negativos podría duplicar la tasa de crecimiento promedio del país.
Arriazu cuestionó la eficacia de la devaluación como herramienta económica. “La devaluación no cambia nada. Argentina es el segundo país con mayores devaluaciones acumuladas. No solucionó ningún problema”, afirmó. Propuso en cambio concentrarse en reducir el costo argentino y mejorar la competitividad estructural.
En ese marco, criticó a quienes promueven un ajuste del tipo de cambio como salida principal: “En el fondo, lo que quieren es devaluar”, sostuvo, y añadió que cada vez que el dólar subió en el pasado reciente, la actividad económica cayó, generando recesión e incremento de precios.
El economista destacó que el Gobierno cuenta con instrumentos de respaldo como swaps de monedas, tanto con China como con Estados Unidos, aunque señaló diferencias clave entre ellos. Mientras los acuerdos con China tienen restricciones de uso, el swap con Estados Unidos permite a Argentina disponer de fondos para pagar deuda o intervenir en el mercado cambiario según su conveniencia.
Arriazu subrayó que la estabilidad cambiaria y el manejo del tipo de cambio nominal son fundamentales para evitar corridas y preservar la confianza del mercado. Según el analista, un aumento abrupto del dólar podría disparar la inflación y afectar negativamente al Gobierno: “¿Qué pasaría si se va a $3.000? La idea de que no hay traspaso a precios es mentira. La inflación subiría a lo loco y Milei perdería”, advirtió.
El Economista enfatizó que la reactivación económica depende de la recuperación de la confianza. “No hay manera de reactivar la economía a menos que se dé vuelta la confianza. El clima va a ser mejor el año que viene y si se da vuelta el mercado cambiario, claramente la economía se expande. ¿Cuándo? En cuanto se dé vuelta, es instantáneo”, concluyó.
En síntesis, Arriazu proyecta un escenario positivo para Argentina en el mediano plazo, condicionado a la estabilización del riesgo país, el fortalecimiento de la confianza internacional y la adopción de reformas estructurales que mejoren la competitividad del país.